La juez Ángela Murillo se hizo famosa por espetar a Otegi en un juicio: “Por mí, como si quiere beber vino”
Preguntó a una acusada si un tiro en la nuca era “violencia política” y reprendió a una etarra diciéndole: “¡Que no está usted en un bar!”
MADRID, 2 (EUROPA PRESS)
La juez de la Audiencia Nacional Ángela Murillo, que ha llamado “cabrones” al exjefe militar de ETA, Javier García Gaztelu, 'Txapote', y otros tres etarras por su indiferencia ante el dolor de una víctima, saltó a la fama el 27 de enero de 2010 cuando durante un juicio el exportavoz de Batasuna Arnaldo Otegi le pidió beber agua y ella le contestó: “Por mí, como si quiere beber vino”.
El comentario de Murillo, la primera juez que accedió a la Audiencia Nacional y que fue nombrada presidenta de una Sección de la Sala de lo Penal, provocó una enorme repercusión en las redes sociales hasta el punto de que se crearon varios grupos en Facebook ('Señoras que juzgan a Otegi', entre ellos) que todavía hoy reúnen a más de 6.000 seguidores.
En ese procedimiento, en el que se juzgaba a Otegi por enaltecer al etarra José María Sagarduy, el ex portavoz de Batasuna defendió “una solución pacífica” de lo que denominó el “conflicto vasco”. Este alegato provocó que Murillo le preguntara expresamente si condenaba “la violencia de ETA”, aunque Otegi se negó a dar una respuesta. “No voy a contestar a esa pregunta”, replicó. “Eso ya lo sabía yo”, añadió la juez.
Este rifirrafe provocó que en febrero pasado el Tribunal Supremo anulara la condena de dos años de cárcel que la Audiencia Nacional había impuesto a Otegi y ordenara la repetición del juicio por la “falta de imparcialidad” de la presidenta del tribunal. En julio de este año, otra Sala, encabezada por el presidente de la Sala de lo Penal, Javier Gómez Bermúdez, absolvió al dirigente abertzale del delito que se le imputaba.
“¿UN TIRO EN LA NUCA ES VIOLENCIA POLÍTICA?”
En el juicio que se siguió en junio pasado contra Otegi y otros siete dirigentes de la izquierda abertzale por reconstituir Batasuna a partir de Bateragune, la juez Murillo volvió a la primera línea de la actualidad cuando la acusada Miren Zabaleta habló de “violencia política” para referirse a ETA. Entonces la magistrada tomó la palabra y le preguntó: “¿Un tiro en la nuca a seres inocentes es violencia política?”.
Ese mismo día compareció como testigo el exportavoz de Batasuna Rufi Etxeberria, que se dio un fuerte abrazo con Otegi cuando accedió a la sala de vistas. Murillo le preguntó entonces si conocía a los acusados y si tenía algún interés en el procedimiento, aunque ella misma se contestó: “Le conoce y le quiere una barbaridad, por lo que he visto”.
La juez Murillo también protagonizó otro enfrentamiento con una etarra el 14 de julio pasado cuando reprendió a Idoia Mendizábal Múgica, alias 'Ilargi', por poner los pies encima del banco de la sala acristalada desde la que estaba siguiendo el procedimiento. “¡Guarde la compostura, que no está usted en un bar, señora!”, le dijo. Ante las protestas de la acusada, añadió: “¡Que se siente normal!”.
“¡ENCIMA SE RÍEN ESTOS CABRONES!”
La presidenta de la Sección Cuarta de la Sala de lo Penal ha criticado este miércoles a 'Txapote' y otros tres etarras por su indiferencia ante el testimonio de la viuda del concejal de UPN en Leitza (Navarra), José Javier Múgica, que fue asesinado el 14 de julio de 2001 después de que le colocaran una bomba lapa en su furgoneta. “¡Pobre mujer! ¡Y encima se ríen estos cabrones!”, ha dicho.
El comentario, que ha sido recogido por los micrófonos de la sala de vistas, se ha producido al término de la declaración como testigo de la viuda de Múgica, Adoración Zubeldia, que ha relatado entre lágrimas cómo se produjo el atentado. “Salí al balcón y lo vi en una esquina, lo vi que estaba contra un arbusto y que se estaba quemando a la vez que la furgoneta”, ha declarado.