La marcha, que discurrió entre la plaza de Cibeles y la Puerta del Sol, fue convocada por varias decenas de organizaciones, entre ellas sindicatos, asociaciones ciudadanas, ONG y partidos políticos, bajo el lema Condoleezza Rice ¡Vete a Casa! ¡Contra todas las guerras del imperialismo!, que pidieron la salida de las tropas estadounidenses de Irak, Afganistán y el Líbano.
En la manifestación, en la que predominaron banderas de Cuba, republicanas y comunistas, se escucharon, además, proclamas contra Rice, Bush, el primer ministro británico, Tony Blair, y el Estado de Israel.
Así, los manifestantes corearon lemas como ¡Condoleezza asesina! o ¡Condolezza go home! (¡Condoleezza vete a casa!), a los que siguieron otros como ¡Viva la lucha del pueblo iraquí! o ¡No es terrorismo, es resistencia!, en referencia a este mismo conflicto.
Además, se lanzaron consignas a favor de Cuba, Venezuela y de la “lucha del pueblo palestino”.
Al finalizar el recorrido, se leyó un manifiesto en el que se denuncia el “mantenimiento” del “vergonzoso” tratado bilateral entre España y los Estados Unidos, y la “continua ampliación” de las bases militares estadounidenses en territorio español.
En él, se critica la visita de Rice, “exhibida como un triunfo por el Gobierno del PSOE, que se ve así respaldado por el imperio”, y considera su viaje como un “insulto directo a los pueblos del Estado español y de Madrid”.
“Más allá de las declaraciones públicas, no cabe la menor duda de que Rice viene a Madrid a exigir un aumento de la implicación militar del Estado español en Afganistán y Líbano, en una estrategia que tiene a Irán y Siria en el punto de mira”, prosigue.
Asimismo, emplaza al pueblo de Madrid a “manifestar enérgicamente” su rechazo a “tanto expolio y tanto dolor provocado por quienes comandan el capitalismo insaciable”.
La visita de Rice a España ha sido la primera en tres años de un miembro del más alto nivel del Gobierno de George Bush.
En las ocho horas que la mandataria estadounidense permaneció en España, mantuvo sendas entrevistas con el Rey, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, y el líder del PP, Mariano Rajoy