Dimite el presidente de la comisión de investigación del espionaje en Madrid

El diputado popular Benjamín Martín Vasco ha solicitado este miércoles a su grupo político abandonar la comisión de investigación sobre el espionaje de la Asamblea de Madrid, puesto que va a querellarse contra Isabel Jordán, imputada en el caso Gürtel que investiga la Audiencia Nacional y que le había relacionado con la trama corrupta en una de las grabaciones en poder del juez Baltasar Garzón.

Esta petición supondrá su abandono también de la presidencia de este órgano. Su puesto en la comisión, que no en la Presidencia, será ocupado por la ex presidenta de la Asamblea Rosa Posada, informaron fuentes del grupo. Posada, licenciada en Derecho, fue directora del gabinete del ex presidente del Gobierno Adolfo Suárez y consejera de Sanidad y Servicios Sociales en el periodo 1995-1999. La Mesa de la comisión deberá elegir próximamente al futuro presidente.

“He pedido al grupo que se me quite porque voy a formar parte de un proceso judicial contra Jordán y me voy a ver involucrado en comparecencias, tendré que testificar, ... y la oposición va a intentar mezclar las cosas”, explicó el propio Benjamín Vasco. “Mi decisión de dejar la comisión es irrevocable y busca no perturbar o afectar a los trabajos de la comisión”, agregó.

Martín Vasco presentó este martes el poder ante notario para formalizar la querella, y este miércoles estaba previsto que se registrara la acción judicial si la huelga de funcionarios y jueces lo permite.

Según Jordán, Martín Vasco recibió 30.000 euros de las empresas relacionadas con Francisco Correa, cabecilla de la trama de corrupción investigada por la Audiencia Nacional.

El PSOE e Izquierda Unida habían pedido, sin éxito, la sustitución de Benjamín Martín Vasco como presidente de la comisión de investigación que trata de esclarecer la presunta trama de espionaje de la Comunidad de Madrid, tras conocerse su relación de amistad con Correa.

Martín Vasco denunció además el pasado día 12 en una comisaría de Policía Nacional haber recibido una llamada telefónica en la que un desconocido le dijo:“Si no quieres que te pase lo que a tu amigo Correa, tienes que llevar 50.000 euros esta tarde a un bar de la Casa de Campo”.