VITORIA, 23 (EUROPA PRESS)
El cabeza de lista del PNV al Congreso por Vizcaya, Josu Erkoreka, ha reclamado al Estado que empiece a desarticular la “excepcionalidad legal y penitenciaria” de los presos de ETA, que “podría haber tenido sentido en un contexto de acción armada de ETA presente y activa, pero que deja de tener sentido a partir del momento en el que la organización terrorista decreta el cese definitivo de sus actividades”.
Erkoreka ha hechos estas manifestaciones en un acto político del PNV celebrado en Vitoria, en el que también han intervenido el candidato del PNV por Alava al Congreso, Emilio Olabarria, y el presidente del ABB, Iñaki Gerenabarrena.
En su intervención, el candidato jeltzale ha destacado que nos encontramos ante una oportunidad “histórica” que es preciso aprovechar. “No podemos permanecer con los brazos cruzados en una actitud pasiva, esperando que ocurran y sucedan las circunstancias. Tenemos que comprometernos y arriesgar”, ha indicado.
Este compromiso, según ha explicado, se debe llevar a cabo bajo dos premisas. La primera sería la conservación del “recuerdo y de la memoria”. “Debe quedar claro que la experiencia de los últimos 50 años con una organización pretendiendo irrumpir en la actividad política, coartar la libertad, limitar la democracia a través del ejercicio de la violencia, es una experiencia inmensamente negativa que sólo ha dejado un reguero de sangre y de sufrimiento, que tiene que desaparecer definitivamente”, ha afirmado.
En este sentido, ha apuntado que “ésta es una experiencia terrible, dramática, que no debe reeditarse en el futuro”. “Debe quedar claro, por tanto, que la única secuela de la experiencia de los últimos 50 años son los casi mil muertos en un reguero de sufrimiento y de sangre que no tiene que volver a repetirse”, ha lamentado, para insistir en la premisa de la “memoria de lo que ocurrido, a efectos de que no vuelva a ocurrir en el futuro”.
La segunda premisa, según ha señalado, es la “reconstrucción” de la convivencia. “Tenemos que reconstruir una sociedad que supere las heridas del pasado, que sea capaz de superar las dificultades que se han producido en su entendimiento y su cohesión”, ha precisado.
Por ello, ha considerado que “es el momento de la concordia, de trabajar y de construir la convivencia y la concordia, y, para eso, hacen falta dos cosas: que ETA empezara por lo último, decir adiós a la armas, ya lo ha hecho, pero al mismo tiempo que los poderes democráticos empezaran por lo primero, que es abandonar la excepcionalidad legal y penitenciaria”.
“ETA ha dicho ya adiós a la armas, aunque todavía haya que dar pasos para que esto sea ya realmente efectivo y definitivo, pero el Estado ha de empezar ya a desarmar, a desarticular la excepcionalidad legal y penitenciaria, que podría haber tenido sentido en un contexto de acción armada de ETA presente y activa, pero que deja de tener sentido a partir del momento en el que la organización terrorista decreta el cese definitivo de sus actividades”, ha concluido.