La banda terrorista ETA ha decretado un alto el fuego general, permanente y verificable internacionalmente, pero pide que se logren acuerdos en el ámbito del País Vasco en relación con cuestiones como “la autodeterminación, el derecho a decidir e incluso la independencia”, a su juicio, “núcleo del conflicto político”.
ETA avisa también en el último párrafo de su comunicado de que “no cejará en su esfuerzo y lucha por impulsar y llevar a término el proceso democrático, hasta alcanzar una verdadera situación democrática en Euskal Herria”.
Así, ETA pide la apertura de un nuevo proceso “que tenga como instrumentos el diálogo y la negociación” que “resuelva las claves de la territorialidad, y el derecho de autodeterminación y el derecho a decidir”. Por ello hace un llamamiento tanto a España como a Francia para que “abandonen para siempre las medidas represivas y la negación de Euskal Herria”.
La tregua no es unilateral
En su declaración, fechada el 8 de enero, la banda asegura “coincidir” con lo expresado tanto en la declaración de Bruselas en la que los mediadores internacionales le pidieron un alto el fuego permanente y verificable a finales del pasado marzo y con la declaración de Gernika de septiembre en la que Batasuna, EA, Aralar, entre otras organizaciones, le solicitaron que, además, ese alto el fuego fuese unilateral, término que ETA obvia en su comunicado de este lunes.
Ese requisito fue exigido por Aralar, a cambio de dar su apoyo a la declaración, en la que también se incluyó por petición de ese partido, que la tregua fuera “expresión de voluntad para un definitivo abandono de su actividad armada”.
“La solución llegará a través de un proceso democrático que tenga la voluntad del Pueblo Vasco como máxima referencia y el diálogo y la negociación como instrumentos”, dice ETA, según la cual “corresponde a los agentes políticos y sociales vascos alcanzar acuerdos para consensuar la formulación del reconocimiento de Euskal Herria y su derecho a decidir, asegurando la posibilidad de desarrollo de todos los proyectos políticos, incluyendo la Independencia”.
Para ETA, ese “proceso democrático debe superar todo tipo de negación y vulneración de derechos y debe resolver las claves de la territorialidad y el derecho de autodeterminación, que son el núcleo del conflicto político”.
La banda advierte además de que “como resultado del proceso, la ciudadanía vasca debe tener la palabra y la decisión sobre su futuro, sin ningún tipo de injerencia ni limitación” y que “todas las partes deben comprometerse a respetar los acuerdos alcanzados y las decisiones adoptadas por la ciudadanía vasca, estableciendo las garantías y mecanismos necesarios para su implementación”.
Este alto el fuego “es el compromiso firme de ETA con un proceso de solución definitivo y con el final de la confrontación armada” y abre la puerta a que “puede ser verificado por la comunidad internacional”, una propuesta que ya ha sido rechazada en numerosas ocasiones por el Gobierno.
Bruselas y Gernika
La declaración de Bruselas, firmada por varios Premios Nobel y personalidades internacionales bajo la organización de Brian Currin pedía un alto el fuego a la banda pero además añadía que “tal declaración” tenía que ser “debidamente respondida por el Gobierno español” para permitir “que los nuevos esfuerzos políticos y democráticos avancen, las diferencias sean resueltas y se alcance una paz duradera”.
Asimismo en Gernika se recogían también varios de los planteamientos aludidos por ETA en su última declaración. En concreto, las partes firmantes de esa declaración consideraban que “en el marco de un proceso de estas características, donde se haya consolidado ese escenario de paz y normalización política suficientes será imprescindible activar espacios de dialogo y negociación política para abordar en su integridad las causas y consecuencias del conflicto”.
“Los contenidos del dialogo político buscarán un acuerdo incluyente entre todas las culturas políticas del país, sobre el reconocimiento tanto de la realidad nacional vasca como del derecho a decidir, y el respeto a la voluntad popular democrática sobre el modelo jurídico-institucional interno, y sobre el tipo de relación con los estados, incluida la independencia”, añadía la declaración.
Además en Gernika se entraba directamente a exigir cuestiones como la amnistía de los presos etarras, la derogación de la Ley de Partidos o impulsar la participación de agentes internacionales, entre otras cuestiones.
Videocomunicado de la banda
Un hombre encapuchado es el portavoz de ETA en el video, en el que la banda armada lee un comunicado que anuncia un alto el fuego “permanente y de carácter general”, que pueda ser verificado por la comunidad internacional.
En este vídeo, editado en euskera y castellano, aparecen tres miembros de la banda y únicamente toma la palabra el que se sitúa en el medio.
Los tres militantes de ETA están ataviados con pañuelos blancos que cubren su rostro y que únicamente dejan ver sus ojos. Además, visten ropa negra, incluidos guantes y boina, con un anagrama de la banda en el pecho, similar al que está colocado tras ellos, de mayor tamaño, sobre la pared, de fondo azul.
Los tres, sentados tras una mesa blanca en la que no hay ningún objeto, salvo un micrófono, están flanqueados por tres banderas, la ikurriña, la navarra y el 'arrano beltza' (insignia tradicional de la izquierda abertzale compuesta por un águila negra sobre fondo amarillo).
El video, de una duración de dos minutos y 19 segundos, finaliza con los miembros de ETA con el puño izquierdo en alto coreando los lemas “Gora Euskal Herria Askatuta! Gora Euskal Herria Sozialista! Jo ta ke independentzia eta sozialismoa lortu arte!
El comunicado llega tras meses de rumores
El comunicado de ETA declarando un alto el fuego permanente y verificable se ha conocido, finalmente, tras meses de rumores y fechas frustradas sobre su publicación. Si la mayoría lo esperaba antes de despedir 2010, ha tenido que iniciarse el nuevo año para conocer el mensaje de la banda terrorista.
La rumorología ha jugado con múltiples posibilidades sobre un comunicado de anuncio de alto el fuego después de que, en una entrevista al diario Gara el pasado 26 de septiembre, ETA expresara su “voluntad clara” de que “el próximo proceso que se abra sea definitivo” y se mostrara dispuesta a declarar un alto el fuego permanente y verificable, como le reclamaron los firmantes de la Declaración de Bruselas.
Las manifestaciones de determinados líderes políticos, supuestas informaciones policiales, así como análisis de 'entendidos' en la materia situaron en diferentes fechas la publicación del comunicado, que no terminaba de llegar.
Declaraciones del presidente del PSE, Jesús Egiguren, realizadas el 7 de noviembre a un programa de televisión y en las que afirmaba que “por Navidades veremos el comunicado final de ETA” desataron una 'batalla' de fechas, así como un aluvión de críticas al dirigente socialista.
No fue el único que 'se mojó' de forma pública y pronosticó el momento en que la sociedad vasca conocería el comunicado de ETA anunciando un alto el fuego permanente. El 'facilitador' sudafricano, Brian Currin, lo hizo en varias ocasiones, la última, el 12 de noviembre en una rueda de prensa en Bilbao. Currin aseguró que ETA declararía un alto el fuego “definitivo, unilateral y verificable” antes de diciembre.
Incluso el portavoz de la izquierda abertzale Rufi Etxeberria, el pasado 16 de diciembre, abonó las especulaciones en una entrevista en Radio Euskadi, en la que afirmó que Olentzero (que llega con los regalos el día de Navidad) “va a traer ilusión, y un compromiso para la búsqueda de soluciones democráticas para la resolución integral del conflicto político que atenaza este país durante demasiado tiempo”. Preguntado expresamente por si se refería a la paz afirmó: “Efectivamente”, concluyó.
Durante el último mes de 2010, las fechas de un posible comunicado se han sucedido: el 18 de diciembre, los fines de semana de Navidad o el mismo día Nochevieja, Año Nuevo e incluso otras más cercanas al día de Reyes se previeron como jornadas para que ETA hiciera públicas sus intenciones.