Una treintena de dirigentes socialistas, entre ellos los ministros en funciones Carme Chacón y Francisco Caamaño, los exministros Juan Fernando López Aguilar, Cristina Narbona y Josep Borrell y el expresidente del Senado Javier Rojo han publicado este martes un documento en el que llaman a que del próximo Congreso Federal salga “un nuevo proyecto”, así como un liderazgo “democrático y colegiado”, que “habrá de integrar generaciones y sensibilidades”.
Estos dirigentes subrayan que el PSOE tiene ahora por delante el reto de “recuperar la credibilidad” y que eso “no se logra con bruscos giros basados en cálculos tácticos” ni tampoco “con un mero cambio de caras”, sino con “coherencia” entre sus ideas y sus “actos”. Los firmantes del texto, recogido por Europa Press, atribuyen la “pérdida de credibilidad y coherencia” del PSOE a la “erosión” de sus “mecanismos democráticos” y a su “aislamiento social progresivo”.
Así, apuntan que en la última legislatura el PSOE ha perdido “parte” de su credibilidad por no reconocer la crisis y por tomar medidas “ajenas” a su orientación ideológica sin “equilibrar los esfuerzos y sacrificios que dichas políticas imponían a los sectores más débiles” por la vía de impuestos “a los más poderosos”.
Sin embargo, creen también que contribuyó a restarles crédito el haber limitado sus “prácticas democráticas internas con el argumento de las dificultades”, en lugar de ver la participación de los militantes como una “vía de solución” a sus problemas. Aluden así a las primarias que no llegaron a celebrarse el pasado mes de mayo para elegir candidato a la Presidencia del Gobierno, cuando Chacón renunció a competir después de que el PSE reclamase un Congreso del partido.
El texto, bajo el título “Contribución abierta al debate en el socialismo español”, ha sido publicado en la web “muchopsoeporhacer.com”. Entre quienes lo han difundido está la cuenta de la red Twitter @ahorachacon, una plataforma que apoya a la ministra como futura secretaria general del PSOE.
Hasta 30 dirigentes
El documento lo han firmado a título personal, entre otros, la presidenta del PSM, Delia Blanco; el ex ministro Josep Borrell, el alcalde de Sabadell, Manuel Bustos; el ministro de Justicia en funciones Francisco Caamaño; la ex alcaldesa de Palma Aina Calvo, la ministra de Defensa en funciones Carme Chacón y el portavoz del PSOE en Europa, Marco Ferrara.
También están la diputada Patricia Hernández; el secretario general del PSN Roberto Jiménez; el exministro Juan Fernando López Aguilar; el alcalde de Soria, Carlos Martínez Mínguez; la exministra y colaboradora en el programa electoral de Alfredo Pérez Rubalcaba Cristina Narbona; el diputado por Castellón Ximo Puig y el expresidente del Senado Javier Rojo.
Otros son el presidente de la Diputación de Huesca, Antonio Cosculluela; los alcaldes de Puertollano (Ciudad Real), Joaquín Hermoso, y de Benalmádena (Málaga) Javier Carnero; la secretaria general de las Juventudes Socialistas de Canarias, Estefanía Castro Chávez, exparlamentarios o candidatos al Congreso como la murciana Francisca Baraza, la exdiputada por La Rioja Remedios Elías y el exsenador por Cáceres Rafael Pacheco Rubio. Asimismo, se han sumado algunos candidatos a alcalde como Eugenia Gómez de Diego (Santander), Fernando López Gil (San Fernando, Cádiz) y la exconcejal de Hacienda de Avilés Ana Concejo Vázquez.
“Es necesario cambiar el rumbo de nuestras políticas y la forma de organización”, proclaman, con un “nuevo proyecto” que extraiga lecciones de los acuerdos y los errores. Así avisan de que “buena parte” de estos últimos se explica por “el alejamiento de la sociedad y las limitaciones en la participación interna”. Según estos dirigentes, “la democracia se mantiene viva y arraiga cuando se amplía la participación”, así que ésta debe “practicarse al máximo” en las instituciones y en la “vida interna” del partido.
Sistemas democráticos no trucados
En este sentido, advierten de que “los ciudadanos progresistas exigen que el sistema de representación política y la vida interna de los partidos no estén trucados, que se ajusten a reglas democráticas efectivas como la proporcionalidad en la representación, la rendición de cuentas de los elegidos ante los electores y la máxima participación de los ciudadanos”.
En su opinión, el PSOE se alejó de los ciudadanos antes de que estos le diesen la espalda en las urnas, cuando lo cierto es que un partido “gana en eficacia cuando gana en democracia y en participación de todos sus militantes” y “cuando capta mejor el pulso de los ciudadanos” y lo transforma en acción política.
“Lealtad mal entendida”
De este modo, hacen autocrítica por la “concentración en las tareas institucionales”, el “ensimismamiento orgánico” y una “lealtad mal entendida” que ha evitado críticas que eran “necesarias”. “También eso debe cambiar. Necesitamos un liderazgo democrático y colectivo que integre generaciones”, añaden.
Para ello, esperan que el 38 Congreso del PSOE que se celebrará en febrero abra una nueva etapa de “debate profundo y sereno” y que continúe después del propio Congreso incluso con “más energía”. Y llaman a todos los socialistas a tomar posiciones “más allá de cualquier cálculo personal”, pensando en el “futuro” de su causa, “libremente, en conciencia, con respeto a todos los compañeros”.
Por eso precisan que su documento pretende aportar ideas para el debate, no agotarlo, y adelantan que algunos firmantes aportarán próximamente ideas específicas sobre municipalismo y socialismo, crisis europea y política socialdemócrata, organización internacional de los socialistas, relación partido-sociedad y mejoras en la democracia.
Los firmantes reconocen la “severa derrota” del PSOE en las elecciones del 20N y en las municipales y autonómicas de mayo y avisan de que el poder recabado por la derecha “amenaza con convertir su hegemonía política en una hegemonía social y de valores.
A su juicio, el PSOE no debe “minimizar” la derrota, ni “simplificar o tergiversar sus causas”, pero tampoco “renegar” de los logros de los Gobiernos de José Luis Rodríguez Zapatero: “revolución en derechos civiles”, desvinculación de España de la “ilegal intervención en Irak”, “erradicación definitiva del terrorismo etarra”, “avances democráticos” como el “fin de la sumisión partidista de RTVE y ”extensión de derechos sociales“ para dependientes, perceptores del salario mínimo y aumento del poder de las pensiones, en particular las ”más modestas“.
“Enderezar el rumbo”
Además, dicen que la derrota es “una oportunidad para enderezar el rumbo” porque hay “millones” de afiliados y simpatizantes que esperan “una respuesta sincera y una rectificación clara”. Por eso, creen que lo importante para el futuro no es “quién” se ha equivocado, sino “en qué y por qué”. “Esos errores, en mayor o menor medida o por acción u omisión ya forman parte de nuestra trayectoria colectiva”, admiten.
El texto, que reconoce también los “aciertos” de los gobiernos de Felipe González y de los Ejecutivos autonómicos socialistas, admite que la pérdida de apoyos que ha sufrido el PSOE no se debe sólo a la crisis sino a sus propios “errores”, entre ellos “algunas” políticas, “equívocos” sobre su “orientación ideológica” y también la forma de organización del partido.
Como parte del nuevo rumbo, piden una “política económica progresista” para poder hacer una política social “progresista”, defienden el “diálogo” acompañado de “energía para poner freno a los poderes no democráticos” y reivindican la “diversidad de España como fuente de riqueza colectiva”. Hacen también autocrítica por la falta de acción europea y el “declive” de la Internacional Socialista.