“Nerviosísima, pero contenta”. Así se mostraba Pino Sosa, representante de la Asociación por la Memoria Histórica de Arucas, tras “pedir justicia” en su declaración de este miércoles como testigo de la defensa en el jucio que se celebra en el Tribunal Supremo contra el ex magistrado de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón por investigar los crímenes del franquismo.
Según ha relatado a este periódico, Sosa comenzó su intervención ante el Alto Tribunal con la lectura de un manifiesto que había preparado, en el que expresaba que el procedimiento abierto contra el magistrado “no interferirá” en la lucha que ella y la asociación que representa emprendieron hace años para conocer dónde están los desaparecidos.
Sosa, de 75 años, ha explicado que interpuso la denuncia ante la Audiencia Nacional en el año 2006 y que solo conoce a Garzón “por los periódicos y la televisión”. En su intervención, ha recordado los esfuerzos por encontrar a su padre, al que capturaron cuando su madre estaba embarazada de ella . “Mi madre no quería una declaración de fallecimiento porque decía que se lo llevaron vivo, y vivo lo reclamamos”, ha subrayado.
“Se los llevaron de casa, los apalearon, los tuvieron presos... Se llevaron el pan y la sal de nuestras casas. Mi madre murió enferma tras su desaparición”, ha añadido Sosa.
En el juicio también han declarado María Martín López, de la Asociación Nuestra Memoria Sierra de Gredos, y Ángel Rodríguez Gallardo, de la Asociación Pola Memoria Histórica do 36 de Ponteareas. Tres de los siete magistrados que juzgarán a Garzón se han mostrado partidarios de anular el juicio por irregularidades en la instrucción.