BILBAO, 16 (EUROPA PRESS)
El exportavoz de Batasuna Arnaldo Otegi, que cumple prisión por el 'caso Bateragune', ha afirmado que ETA no retomará su actividad armada, y ha asegurado que, si lo hiciera, mostraría “su rechazo frontal”. Además, ha considerado que “España, como Estado, es un proyecto fallido”, y que la independencia vasca “es ya también una necesidad económica”.
En una entrevista concedida al periódico 'La Jornada de Mexico', recogida por Europa Press, Otegi ha señalado que hay sectores a los que le interesaría que la banda rompiera el alto el fuego y reanudara su actividad, como aquellos “que estaban cómodos en el escenario anterior y que temen que la paz deje todavía más en evidencia su absoluta falta de argumentos democráticos para seguir negando al pueblo vasco sus derechos democráticos”.
Tras mostrar su convencimiento de que eso “no va a suceder”, ha destacado que, “si ocurriera”, mostraría su “rechazo frontal en términos políticos”.
El exportavoz de Batasuna ha explicado que la decisión de ETA de “dar por finalizada su campaña armada es fruto de la decisión de las bases sociales y militantes de independentismo de izquierdas de cerrar una fase del proceso de liberación e iniciar una nueva que debe desarrollarse única y exclusivamente por las vías pacíficas y democráticas”.
En este contexto, ha considerado que “todas las partes involucradas” deben asumir sus responsabilidades “en el dolor” que han generado sus “palabras o acciones”. “El reconocimiento del dolor causado nos corresponde a todos”, ha subrayado.
En este sentido, se ha mostrado “especialmente crítico” con las declaraciones que él ha realizado y que “han podido añadir más dolor a las víctimas, aún siendo involuntarias”. Además, ha lamentado “el hecho de no haber hecho más para evitar la ruptura del último proceso de diálogo” que se mantuvo con el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero (PSOE).
ACTIVIDAD POLÍTICA
Arnaldo Otegi ha asegurado que fue el encarcelamiento de la mesa nacional de Herri Batasuna lo que le catapultó a la actividad pública y que, desde entonces, ha trabajado “para que el independentismo vasco de izquierdas hiciera una transición hacia posiciones políticas que defendieran el uso exclusivo de métodos democráticos”.
“La primera transición es la que uno necesita hacer en su propia conciencia para después trasladarla al resto. Y ese tránsito es duro, difícil y, al mismo tiempo, apasionante, sobre todo si culmina con éxito, como es nuestro caso”, ha aseverado.
A su juicio, su sentencia condenatoria sólo se entiende desde el punto de vista político como parte de la agenda “que manejan los enemigos de la paz en el País Vasco”, porque cree que, en términos jurídicos, “es una autentica aberración”.
En esta línea, se ha mostrado convencido de que “la mayoría de los integrantes de la Judicatura española están a servicio de los sectores de buscan el colapso del proceso de paz en el País Vasco”.
DISIDENTES
Asimismo, se ha mostrado crítico “en términos políticos” con los militantes de ETA que se han deslindado de la banda armada y han optado por salidas personales, aunque la respeta “en términos personales”.
“Creo profundamente que las decisiones y propuestas deben ser colectivas, aunque necesariamente después tengan que ser materializadas en términos individuales”, ha manifestado.
En su opinión, estas personas no se han adelantado a los tiempos, sino que, “al contrario”, considera “que se equivocaron en los tiempos y en las formas”. “Para mí, su posición es criticable en términos políticos, pero debe ser expresada en términos escrupulosamente respetuosos”, ha añadido.
ESPAÑA, “UN PROYECTO FALLIDO”
Otegi ha expresado su convicción de que el País Vasco será “un Estado en Europa”. “En términos económicos, nuestra renta per cápita es una de las más altas del continente (34.000 euros), nuestro tejido industrial es sólido, nuestra geografía envidiable, y frente a nosotros, tenemos una España que acaba de ser auxiliada parcialmente y corre grave riesgo de ser rescatada totalmente en los próximos meses”, ha indicado.
El exportavoz de Batasuna ha afirmado que “España, como Estado, es un proyecto fallido en términos políticos y económicos”. Por ello, ha aseverado que la independencia de los vascos “es ya también una auténtica necesidad económica”.
Tras indicar que el pueblo vasco tiene una “identidad nacional diferente a la del resto”, ha precisado que “la ecuación para el entendimiento” con el Estado español “tiene su ingrediente principal en la palabra 'respeto'” a su “condición nacional y a su derecho a decidir pacífica y democráticamente su futuro”.