La ilegalizada Batasuna tampoco consideró que el proceso “esté roto” y apuntó que no hay ninguna constancia expresa de que el alto el fuego haya sido suspendido, porque ETA no lo ha hecho constar así en un comunicado. El portavoz de esta formación Joseba Alvarez añadió que “nadie” imaginaba que se iba a producir un atentado como el perpetrado en Barajas, aunque el proceso había entrado en crisis debido a que el PSOE no ha dado los pasos necesarios.
Aunque Batasuna ha dado muestras de “sorpresa” por el atentado de Barajas, sigue sin condenarlo y el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, recordó a la formación abertzale que si quiere ser legal tiene que “cumplir las reglas democráticas” y desaprobar previamente esta acción terrorista.
“Aplicación de la ley con la máxima contundencia”
En cuanto al proceso de diálogo, la mayor parte de los dirigentes populares que intervinieron durante la mañana de este miércoles en la reunión del Comité Ejecutivo expresaron su máxima desconfianza hacia el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y consideraron que el jefe del Ejecutivo mantendrá su voluntad de hablar con ETA. Además, el líder del PP, Mariano Rajoy, emplazó a Zapatero a que no sólo de cuenta de su política antiterrorista, sino que también le pidió que traslade a la banda armada cuatro “mensajes” concretos, entre ellos la voluntad firme del Gobierno de impedir que Batasuna concurra a las próximas elecciones y que el Fiscal General del Estado “recibirá instrucciones del Gobierno para instar a la aplicación de la ley con la máxima contundencia”.
En respuesta a la solicitud de comparecencia de Zapatero, el portavoz parlamentario del PSOE, Diego López Garrido, pidió a Rajoy “memoria” y “coherencia” para recordar que José María Aznar “nunca” compareció en el Congreso para explicar la ruptura de la tregua de ETA en 1999, y que además “nadie” se lo exigió. Otras fuerzas políticas, como IU-ICV y ERC, rechazaron la petición de Rajoy de que Zapatero comparezca en la Cámara Baja y le acusaron de buscar “rédito político” y “confrontación” con esta iniciativa.
Tampoco se mostró favorable el portavoz parlamentario de CiU, Josep Antoni Duran i Lleida porque considera que es preferible otro marco distinto al parlamentario para abordar esta cuestión. A las críticas al PP de IU-ICV y ERC, se sumaron también las del secretario de Organización del PSOE, José Blanco, quien le exigió que abandone “el interés partidista” o las del PSC, cuyo portavoz, Miquel Iceta, dijo esperar que este partido sea “castigado” en las elecciones generales por su actitud partidista “de la peor especie”.
Sobre el proceso de paz se pronunciaron este miércoles, entre otros, el presidente del PNV, Josu Jon Imaz, quien aseguró que las bases sobre las que se sustentaba son “inexistentes”; y el vicepresidente de la Generalitat, Josep Lluis Carod Rovira, que afirmó que ETA “no tiene derecho a poner fin a la gran esperanza colectiva” de paz. No obstante, ambos apostaron por no deshacer el frente que se había tejido entre las fuerzas políticas, salvo el PP, para buscar una fórmula que acabe con la violencia y, en concreto, IU consideró necesario que el Congreso “resuelva” la situación que supone la ruptura del proceso de paz por el atentado.
El Gobierno reiteró su llamada a la unidad en la lucha contra el terrorismo etarra y remitió a las reuniones que Rubalcaba mantendrá la semana próxima con los portavoces parlamentarios ante la posibilidad de impulsar un Pacto Antiterrorista que incluya a todas las fuerzas democráticas.