Alberto Rodríguez ha presentado este lunes el proyecto Drago, la herramienta política “de obediencia canaria” con la que pretende concurrir a las próximas elecciones autonómicas y locales. La presentación se produce justo cuando se cumple un año desde que perdiera su escaño en el Congreso. “Somos un espacio con clara vocación de incidencia social y política, con gente de toda Canarias y confederal. De carácter archipielágico, que entienda que Canarias no es solo Tenerife y Gran Canaria”, aseguró en una rueda de prensa en Las Palmas de Gran Canaria convocada esa misma mañana. “Sin ninguna duda estaremos en la contienda”, dijo en referencia a los próximos comicios.
Rodríguez ha invitado a las personas que lo deseen a sumarse a esta iniciativa que acababa de colgar su página web: proyecto-drago.info. “Había una cierta urgencia por el empuje de colectivos y gente de calle para que saliéramos ya y lo anunciáramos”, dijo el exdiputado. En esa página, aseguró que se han recogido los principales debates de la sociedad canaria como “el modelo económico que queremos”. También se habla en ella de otros grandes temas que considera que deben centrar el debate actual como el acceso a la vivienda, la protección de los recursos naturales, la capacidad de carga del Archipiélago, el reto demográfico, el paro juvenil o la diversidad LGTBI, entre otros muchos.
Se trata de un partido que aún está en fase de formación y que aún no ha decidido la fórmula en la que concurrirá a las próximas elecciones y si contará con otras plataformas progresistas que se están constituyendo como Sumar, de Yolanda Díaz. Pero no está cerrado a dialogar siempre que se respete esa “obediencia canaria” que es que las cuestiones que atañen a Canarias sean decisiones que se tomen en el Archipiélago.
Sobre su relación con su antiguo partido, Podemos, remarcó que el proyecto Drago nace “sin sectarismos, intentando no fijarnos en el pasado con cosas que han ocurrido e intentando sumar lo máximo posible”. Así mismo, añadió que el objetivo es que “la mayor cantidad de gente participe en esto y es importante recalcar que circunscribiéndonos no solo al ámbito de los partidos políticos, que tienen sus limitaciones, sino que la aspiración es que este espacio tenga una amplia incidencia social y política y eso incluye hablar con cualquiera siempre que sea desde el respeto mucho, se respete la obediencia canaria y el espacio de diálogo respete el carácter diverso y diferenciado de las ocho islas del Archipiélago”.
Ha preferido no hacer alusión a su batalla para recuperar el escaño, que sigue pendiente del Constitucional. “Hoy estamos aquí presentando una iniciativa colectiva, que no es mía, de mi perfil, por muy conocido que sea”, dijo en referencia a una pregunta en este sentido. “Por respeto a los compañeros que están aquí trabajando, lo que es la figura de Alberto Rodríguez y con todo lo que ha pasado a pesar de que se cumpliera un año, hoy la idea no es hablar de eso, sino hablar de todo este proyecto”, añadió.
El proyecto ha sido presentado junto a Héctor Morán asesor del Ministerio de Trabajo, Mar Domínguez y Sara Hernández, que lo integrarán junto a otras personas. Durante meses, la formación se ha ido nutriendo de colectivos y ciudadanía que apoya el proyecto. Este lunes ha preferido no dar a conocer otros nombres (aunque no declinó que hubiera otras personas de relevancia pública) sino lanzar la iniciativa que contará con participación en cada una de las islas.
Auge de las movilizaciones en Canarias
Rodríguez había anunciado este verano su intención de formalizar un proyecto político de “obediencia canaria”, una expresión en la que hizo hincapié varias veces durante la rueda de prensa, insistiendo en que “Canarias no es más, pero tampoco menos que nadie”. “Aquí vivimos más de 2 millones de personas, más la población flotante, y yo creo que somos una sociedad con la suficiente madurez política para tomar nosotros las decisiones aquí y por eso para nosotros es fundamental”, remarcó.
A la pregunta de si esta insistencia en que las decisiones se tomen en Canarias se debe a malas experiencias con partidos con su órgano de decisión en Madrid, aseguró que el equipo de proyecto Drago considera “firmemente y es unánime en el espacio que (la obediencia canaria) es una cuestión de democracia básica. Hay muchas experiencias vividas en el pasado de que cuando los asuntos afectan a Canarias y los espacios de toma de decisión están a miles de kilómetros de aquí, pues esos asuntos digamos que no adquieren la misma prioridad que si las decisiones y espacio de poder están aquí, en el archipiélago”.
Desde que se vio obligado a dejar su escaño de diputado, ha continuado su batalla legal y paralelamente ha seguido vinculado a los movimientos sociales. Este mismo fin de semana participó en las protestas convocadas en Canarias en contra de los megaproyectos.
Este lunes recordó que el Archipiélago está viviendo un momento de auge de movilizaciones y que existe preocupación ciudadana por el modelo económico. Un modelo, dijo, que es el que lleva liderando en los últimos años y produciendo “destrucción del territorio, paro y precariedad”.
“El anuncio de hoy va a servir para catapultar muchísimos debates”, dijo el exdiputado, que insistió en que el grupo de personas que se encuentra construyendo este espacio junto a él, lleva meses realizando un trabajo sigiloso y de respeto. “Esto no es el proyecto de Alberto Rodríguez, Alberto participa en él y mediáticamente es una herramienta que usamos, como es lógico, pero es un proyecto colectivo y lo decidiremos tomaremos las decisiones colectivamente”, resumió.