El exdiputado Alberto Rodríguez (que se encuentra a la espera del Tribunal Constitucional para recuperar su escaño) ha anunciado este martes que concurrirá a las elecciones de 2023 en un proyecto político “de obediencia canaria”. “Si hay un espacio de obediencia canaria de carácter popular para mejorar las condiciones materiales de vida a la gente en 2023 van a poder contar con mi ayuda, en la posición que haga falta”, ha especificado en una entrevista en Radio Club Tenerife.
Rodríguez ha defendido la necesitad de contar con una formación cuya estructura se encuentre en Canarias y sostiene que los partidos con sede fuera del Archipiélago siempre se van a interesar más por lo que ocurre en una de las grandes capitales que por un tema del Archipiélago, algo que asegura que constató durante la gestión migratoria o en otros asuntos que atañen a las Islas. “El respeto a los territorios y a las diferentes nacionalidades no es escuchado, en una estructura estatal siempre va a ser imposible. Siempre va a haber un tema más importante dentro de la M-30”.
Considera que sí que existe un espacio social, político y electoral amplio para una fuerza “que sea de obediencia canaria y de carácter popular”, ya que, según ha apuntado en Canarias se han dado ejemplos de partidos de obediencia canaria pero que obedecían a los “intereses de la patronal turística o de la construcción”. Rodríguez sostiene que uno “de los hechos diferenciales de Canarias es la abstención” y cree que “si realmente queremos cambiar el modelo productivo y que la gente viva bien”, que uno pueda “alquilar un piso, una vivienda” o “una sanidad que no te den cita para dentro de años”, señala que es necesario que esas personas tengan una ilusión por ir a a las urnas.
De momento, subraya que el proyecto recién ha arrancado con personas cercanas, pero remarca que ante la pregunta que le formulan mucho en las calles sobre si estará en 2023, remarca que sí, si se da ese espacio. “Quien quiera venir a pactar y a debatir será bienvenido mientras respete que las decisiones, votaciones, recursos y representación son de Canarias”, ha insistido.
Rodríguez ha recordado que en los primeros años de democracia existía en Canarias un espacio amplio, formado por personas nacionalistas y otras de izquierda, del movimiento obrero y que logró grandes cuotas de representación que fue la Unión del Pueblo Canario (UPC). En este sentido, insiste en que es posible ese espacio.
Sobre su relación con Podemos, ha señalado lo que ya ha dicho en otras ocasiones y es que se pudo “haber hecho más” no por él, sino por la representación de 60.000 canarios y canarias que votaron por la lista que encabezaba, un escaño que sigue vacío. Rodríguez ha insistido en que fue condenado sin pruebas y en que la sentencia no recoge que deba ser privado de su acta de diputado. “Si yo no hubiera sido un diputado canario y obrero industrial ahora mismo yo seguiría en el Congreso. Si yo hubiera tenido un apellido compuesto o fuera diputado por la comunidad de Madrid o tuviera amistades más poderosas, esto no hubiera ocurrido”, afirmó.
“Se cometió una tropelía democratica contra mi figura y contra los 60.000 canarios que me votaron. Se construyó un juicio sin ningún tipo de prueba, la condena estaba escrita de antemano”, remarcó durante la entrevista en la que también afirmó que en ocasiones en Canarias “parece que gobiernan los mismos”, en referencia a la apuesta por el mismo modelo económico o a que no se hayan aprovechado los fondos europeos para diversificar la economía.