Canarias acelera hacia el 28-M: así está siendo la campaña en la era de las redes sociales y la inmediatez
Las colegios electorales y las urnas se abren este domingo, 28 de mayo, para una veintena de candidaturas que optan a la presidencia del Gobierno de Canarias y más de 1,6 millones de electores que apuran los últimos días de campaña en medio de un crisol de propuestas, eslóganes y pugnas entre bloques ideológicos.
“El balance por ahora es el de una campaña desabrida”, expone a Europa Press José Adrián García Rojas, profesor de Derecho Constitucional, Ciencia Política y Filosofía del Derecho de la Universidad de La Laguna (ULL), que, en la época de las redes sociales, la inmediatez y el titular llamativo, reivindica con cierta nostalgia el papel de los programas electorales.
En su opinión, “no siempre es fácil” encontrar los programas de los partidos políticos, ni siquiera en las webs corporativas, hasta el punto de que si un ciudadano va a una sede y lo pide pueden pensar “qué persona más rara, que pide el programa”.
Además, critica que un programa “no son frasecitas” agrupadas en un díptico, y vincula la escasez en el desarrollo de las propuestas al “reflejo” de los liderazgos actuales que hay en la política que, “salvo honrosas excepciones, son francamente muy mediocres”.
García Rojas carga contra el “jueguito infantil” que hay en las redes sociales y que hace que predomine este tipo de mensajes, al tiempo que cuestiona los debates con cinco o seis candidatos porque no se visualizan bien los temas o se usa el “cajón de sastre” de las políticas sociales, por ejemplo. “Los debates ricos son a dos”, precisa.
El profesor alerta de que las elecciones municipales se están configurando como una “primera vuelta” de las Generales de diciembre, lo que hace que muchos mensajes de política nacional se cuelen en campaña cuando se debería hablar de las calles, la movilidad o los servicios.
En parecidos términos se expresa Samuel Toledano, profesor de la Comunicación y Trabajo Social de la Universidad de La Laguna, quien señala que “se repite la misma dinámica de las campañas”, con algunos temas que “tienen más peso”, caso del turismo, “pero en el fondo es lo mismo”, con el “simbolismo” de los carteles y la creciente influencia de las redes sociales.
En esa línea, indica que las campañas “se han convertido en un ritual” y “lo que podía ser algo novedoso” para dar a conocer el programa ha evolucionado hacia “discursos mercantilistas, de consumo, muy publicitarios”, con la paradoja de que “puede ser irónico” que se hagan propuestas que van en contra de lo que se ha defendido en los últimos cuatro años.
“La ciudadanía ya no quiere leer”
Así, apunta que la ideología “se ha desplazado” en favor de la “tendencia espectacular” de las campañas y la propia política, “que es permanente”, con mucho “ruido y espectáculo”, cargadas de “consignas y frases” que después “se amplifican en las redes”.
Toledano expone que este modelo de comunicación “no da juego al debate y la reflexión” y es muy propio de la sociedad actual en la que “la ciudadanía ya no quiere leer, no quiere reflexionar, no se va a poder comparar programas, solo quiere reafirmación y en las redes se reafirma”.
En ese sentido comenta que “la campaña no es diferente” a lo que se practica en los medios de comunicación y la publicidad, con mensajes cortos que buscan “enganchar” y generar viralidad y así “simplificar el discurso al máximo”.
Toledano detecta también cómo crece “el peso” de algunos candidatos sobre los propios partidos hasta el punto de que “se convierte en una estrella y arrastra”, como puede ocurrir con Alberto Rodríguez, al frente de una formación de nuevo cuño como Drago Verdes Canarias y que le lleva a poner su imagen en las papeletas.
Si un candidato “tiene un rol muy potente” también se empiezan a fomentar “valores de connotación personal” como la empatía, la simpatía o la humanidad, algo que en esta campaña están explotando desde el PSOE con el eslogan “Ya me conocen, soy Ángel Víctor”.
En esa línea entiende que todos los candidatos buscan un discurso de cercanía a la sociedad, por eso proliferan los vídeos con ciudadanos, pero “es un producto ficticio” ya que “la prueba del algodón” es comprobar qué han hecho o han dicho los partidos durante la legislatura “y no solo en campaña”.
“Es una especie de estrategia de publicidad, el candidato se ha convertido en un personaje y en un producto y el ciudadano va votando por simpatías o antipatías y no piensa en ideas ni programas de forma más reflexiva”, apunta.
“Gomerismo o socialismo”
Al igual que sucede a escala nacional Canarias no escapa a la lógica de bloques entre izquierda y derecha con la particularidad de si en Agrupación Socialista Gomera (ASG) “pesa más el gomerismo o el socialismo”, remarca García Rojas.
En principio se detecta un “marcado carácter ideológico” a la hora de determinar el voto y lo que suele ocurrir es que los partidos buscan “retener a los suyos” y captar a los indecisos pues “es muy difícil” que un votante de derechas vote a la izquierda y viceversa.
Por ello, apunta, “la competencia se da dentro de los bloques”, es decir, un votante se decanta por otro partido que esté en el mismo bloque, que en el caso de Canarias se reproducen en el actual 'Pacto de las Flores', con PSOE, Unidas sí Podemos y NC-BC, y otro con CC y PP, más la incógnita de VOX y qué papel juega la ASG de Casimiro Curbelo, con tres diputados prácticamente amarrados.
García Rojas cree que el cambio en el sistema electoral --con diez diputados más, una lista regional y bajada de topes-- “no modifica nada sustancial” pues la “única preocupación” era dar un diputado más a Fuerteventura debido a su aumento de población.
Además, y aunque se rompieron los equilibrios entre las islas periféricas y las centrales, Tenerife y Gran Canaria, con el 85% de la población, aún solo eligen al 49% de los representantes. “Es un parche que se diluye con un poco agua”, ha explicado.
En esa línea, no vincula la pérdida de centralidad política de CC al sistema electoral sino a la aparición de nuevas formaciones en el tablero regional como ASG o Unidas Sí Podemos que “configuraron un marco distinto” de alianzas y ahora se vive una etapa de “transición” para comprobar si las nuevas fuerzas se mantienen o se extinguen, como parece que le puede ocurrir a Ciudadanos (CS).
Votar hasta cuatro cosas distintas
Sobre la abstención apunta que Canarias es una de las comunidades que está en cabeza y en estas elecciones se puede medir el efecto de la pandemia, si va a generar desafección a la hora de votar o, al contrario, supone un espaldarazo a quienes la gestionaron.
Después, prosigue, “está lo de movilizar a los tuyos, pues puede haber un abstencionismo crítico, me quedo en mi casa porque quiero castigar, y otros ven el aliciente de mandar a los que están a su casa”.
La otra particularidad del sistema canario, indica, son las cuatro urnas y la lista regional con los candidatos a la Presidencia y se dan “votos bastante extraños” porque “se puede votar cuatro cosas distintas”.
Incluso señala que en las últimas elecciones, cuando se inició el nuevo sistema, hubo más votantes a la circunscripción insular que a la autonómica.
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