Los favores del candidato de CC alcanzan al expresidente del Cabildo de Tenerife

El candidato de Coalición Canaria a la presidencia del Gobierno autonómico, Fernando Clavijo, ha sido imputado por su intermediación para conseguir trabajo a un vecino; por fraude en las ayudas públicas al alquiler de viviendas, o por hacer la vista gorda y retrasar el precinto de una discoteca, pero en el sumario del caso, los favores del alcalde de La Laguna alcanzan a mucha más gente sin que el juez Pamparacuatro haya visto indicios de delito, desde conocidos empresarios como Ambrosio Jiménez hasta el expresidente del Cabildo de Tenerife y hombre fuerte de su partido, Ricardo Melchior.

Así lo recoge, por ejemplo, un atestado policial obrante en el sumario de la pieza separada del caso Corredor que afecta al nacionalista, en la que los investigadores dan por hecho “la clara influencia que Ricardo Melchior ejerce sobre Fernando Clavijo”, tras una llamada del entonces presidente del Cabildo al alcalde lagunero para que intercediera por un familiar de un militante de CC al que el ayuntamiento le había abierto un expediente de sanción por realizar obras ilegales en su vivienda.

La conversación grabada por la Policía se produjo el 26 de noviembre de 2010, según consta en el sumario al que ha tenido acceso este periódico. Melchior, al que Clavijo llama “jefe”, se pone en cotacto desde el teléfono fijo de su despacho del Cabildo con el móvil del alcalde, para contarle el caso de un conocido que “es una persona, nuestra es poco, o sea es súper nuestra en todo y con todas sus cosas, ¿no?”, al que funcionarios municipales “le dijeron que lo que tenía que pedir era una licencia de obra menor y tal que no sé...que la multa era pequeña y que no se preocupasen y tal, pero que están súper nerviosos, ¿no?”.

En el atestado policial en el que se señala al alcalde por este otro tráfico de influencias, los investigadores recogen de la conversación que “queda claro que la resolución que Ricardo Melchior espera de Fernando Clavijo es beneficiar económicamente al denunciado, pues no duda en mencionar que la máxima preocupación es que la multa era pequeña...”.

No sólo Ricardo Melchior figura entre los políticos que llaman al teléfono intervenido del alcalde de La Laguna aquellos años de 2010 y 2011. Aurelio Abreu, por entonces senador del PSOE y vicepresidente del Cabildo tinerfeño, intercede también en favor de otra persona para su contratación en la empresa Acciona, aunque esta no necesitara en esos momentos a delineantes, como la recomendada por los políticos. “Que la pongan a mirar, a echarle una mano a la aparejadora que lleva el tema, ¿entiendes?”, llega a decir el alcalde.

Del mismo modo, las conversaciones que mantiene el alcalde con el conocido empresario Ambrosio Jiménez son abundantes, por aprovechamientos urbanísticos en la zona conocida como Montaña Pacho, que el propietario de Promociones Horneras pretendía entregar al ayuntamiento sin la construcción de una vía que figuraba en el acuerdo. En una de esas conversaciones, Jiménez se enfada con Clavijo y le llega a advertir con “hablar en público” de los acuerdos alcanzados con su antecesora en la Alcaldía, la diputada nacional Ana Oramas.