Isaac Castellano. Ése es el nombre del que este lunes se ha convertido en el nuevo consejero de Turismo, Cultura y Deportes del Gobierno de Canarias en sustitución de María Teresa Lorenzo, cuya destitución lleva fraguándose hace meses y se ha confirmado este lunes. Castellano es destacado militante de Coalición Canaria en Lanzarote, con lo que queda garantizada la cuota de esa isla en el Consejo de Gobierno. Pero a diferencia de muchos de sus antecesores en el cargo, tiene formación académica específica: es licenciado en Economía por la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, Máster Oficial en Dirección y Planificación del Turismo por la misma Universidad.
Su currículo académico se completa con un curso en Consultoría de Innovación, completando el Programa de Formación de Gestores de la Innovación de la Agencia Canaria de Investigación, Innovación y Sociedad de la Información del Gobierno de Canarias (ACIISI) con diversos cursos y talleres.
Su carrera política también es dilatada a pesar de su edad (38 años) y la inició por el que fuera el partido predominante de Lanzarote durante décadas, el Partido de Independientes de Lanzarote (PIL), del que fue líder indiscutible Dimas Martín, actualmente en prisión por diversos asuntos relacionados con la corrupción.
Por el PIL fue diputado regional en la sexta legislatura, y ya con Coalición Canaria en la octava. Ha sido portavoz adjunto del Grupo Parlamentario Nacionalista Canario, presidente de la Comisión de Industria, Comercio y Consumo, y asesor de la Presidencia en el Cabildo de Lanzarote. Desde enero ejerce como viceconsejero de Relaciones con el Parlamento. Tomará posesión este martes en Las Palmas de Gran Canaria, según fuentes gubernamentales.
Su salida del PIL fue muy traumática y tiene que ver con la corrupción porque Isaac Castellano colaboró con su padre en denunciar la trama corrupta que dirigía el Ayuntamiento de Arrecife en lo que luego supuso una rama del caso Unión. José Antonio Castellano tenía una pequeña empresa de limpieza a la que el Ayuntamiento le llegó a deber más de un millón de euros. Concejales de ese consistorio llegaron a pedirle mordidas para agilizar el pago de esa deuda, lo que fue puesto en conocimiento de la Guardia Civil, que intervino teléfonos y grabó conversaciones que desembocaron en detenciones e imputaciones judiciales.
Isaac Castellano sustituye a María Teresa Lorenzo, una consejera que ha vivido una etapa agridulce al frente de su departamento. Frente a constantes récords en visitas turísticas gracias fundamentalmente al cierre de mercados directamente competidores del norte de África, su gestión cultural ha sido desastrosa. El último acontecimiento que avalar esa expresión fue la edición número 33 del Festival de Música de Canarias, un certamen que gozaba de gran prestigio internacional que este último año ha sido repudiado por una gran parte de sus tradicionales abonados.
A la dudosa calidad de la programación se unió una estrepitosa caída de público y de recaudación, lo que inexorablemente desembocó en un déficit que según algunas fuentes ronda ya el medio millón de euros. Y la trigésimo cuarta edición sigue en el aire mientras el departamento autonómico celebra una selección internacional de candidatos y candidatas para nombrar director del festival tras haber despedido con cajas destempladas y con escasas explicaciones a la directora Candelaria Rodríguez, que lo dirigió en los años anteriores a la debacle de 2017.