Jueves 28 de septiembre de 2023, nueve y media de la mañana. El presidente de Canarias, Fernando Clavijo, preside en Las Palmas de Gran Canaria las segundas jornadas Islas Canarias: oportunidades y retos de la Transición Energética, organizadas por la Fundación Repsol y la Asociación para el Progreso de la Dirección. Allí, delante del poderoso Antonio Brufau, director general de la petrolera, lanza un guiño a una persona que estaba entre los presentes: su antecesor en el cargo y secretario general de los socialistas canarios, Ángel Víctor Torres: “Yo quería felicitar también al Gobierno anterior porque esta iniciativa viene del Gobierno anterior (...) ya saben que los políticos vivimos en el corto plazo de los cuatro años, pero les puedo garantizar que, a veces, a pesar de lo que sale en los medios, hablamos, nos entendemos y a las cosas importantes le damos continuidad”.
Era la primera vez que el secretario general de CC y presidente de la Comunidad Autónoma tenía un gesto de consideración hacia el PSOE, ganador de las elecciones, y hacia su secretario general y candidato frustrado a la presidencia. Su Gobierno ha presentado helicópteros contraincendios, inaugurado institutos, entregado viviendas… que venían heredados de su antecesor y hasta ahora no ha tenido ni siquiera la gentileza de cursar al menos una invitación de reconocimiento para que los precursores de lo que se divulgaba tuvieran su protagonismo.
Hasta que llegó la investidura fallida y el portavoz del PNV, el socio preferencial de CC en toda España, pronunció la fatídica frase: “Entre Feijóo y la independencia, preferimos la independencia”.
Coalición Canaria había empezado a negociar con el PSOE desde el momento en el que dieron comienzo las conversaciones entre los dos grandes partidos políticos españoles tras las elecciones del 23 de julio. Desde el principio, en la dirección de CC se apostó por un clásico marca de la casa: estar en misa y repicando, apostar al rojo y al negro por lo que pueda ocurrir. “No tenemos ideología”, sostienen en ese partido sin sonrojo, “apoyaremos a aquel que nos garantice el cumplimiento de la agenda canaria”.
Y con esos mimbres la única diputada de CC, Cristina Valido, se presentó en la Carrera de San Jerónimo para la elección de la Mesa de la Cámara, un órgano pactado que su jefe de filas, Fernando Clavijo, llegó a pretender fuera presidido por alguien del Partido Nacionalista Vasco (PNV), un imposible que llegó a circular por los mentideros políticos de Madrid gracias a una entrevista que le concedió a Enric Juliana para La Vanguardia. Nada de eso iba a ser posible, y ya desde ese instante los 178 votos que luego tumbaron la investidura de Núñez Feijóo se sabía que se iban a abrir paso para nombrar a Francina Armengol presidenta de la Cámara Baja.
Para mantener su equidistancia entre ambos partidos con opción de Gobierno, Clavijo se había comprometido con Félix Bolaños a emitir un voto de abstención: ni Cuca Gamarra ni Francina Armengol, pero incumplió su palabra y Valido votó por la candidata del Partido Popular. Primer escollo a la negociación. En Ferraz le pusieron una cruz, pero había que seguir intentándolo.
Al PSOE le interesa mucho el voto de Cristina Valido, no tanto para la investidura, como para el resto de la legislatura. No es lo mismo sacar leyes con el voto favorable de Junts que tener que conseguir de ese partido un voto abstencionista. Y justo es un escaño lo que marca esa diferencia.
Así que los negociadores del PSOE han entendido que la traición en la votación de la Mesa y el voto afirmativo e innecesario a Feijóo en la fallida investidura forma parte de la parafernalia de los regionalistas canarios, siempre dados a contentar a todo aquel o aquella que pueda proporcionar alguna ventaja política.
Clavijo es presidente de Canarias gracias al PP, con el que mantiene un pacto que desplazó al PSOE, primera fuerza política en las elecciones de mayo. Por lo tanto, tenía que tener el gesto con su socio hasta agotar las posibilidades de Feijóo.
Pero ahora el escenario ha cambiado y CC va a acercarse nuevamente a las tesis del PNV, con el veto expreso a la amnistía que reclaman las fuerzas independentistas catalanas. Al menos esa era una línea roja en este partido hasta que hace un par de días Cristina Valido dejó caer en Madrid que una eventual tramitación parlamentaria de una ley de amnistía no sería rechazada de plano por el partido canario, que lo consultaría a sus bases. De ser cierto ese anuncio, sería la primera vez que CC somete a la consulta de sus bases un acuerdo de investidura, de legislatura o de tramitación parlamentaria de una ley. Lo más parecido fueron las únicas y últimas primarias que se recuerdan, las que en 2015 descabalgaron al anterior líder, Paulino Rivero, y auparon al actual, Fernando Clavijo, en unas votaciones en las que fue decisivo el siempre traído y llevado voto de la diáspora.
El alma más izquierdista del partido, el que encarna Asamblea Majorera, no se resigna a la preponderancia de los principales dirigentes de la organización mayormente los tinerfeños, con Ana Oramas como gran inspiradora. Y Oramas se ha encargado estas últimas semanas de proclamar en todas las emisoras de radio y en las cadenas de televisión en la que se ha convertido en tertuliana de cabecera, que CC jamás aceptará la amnistía para los independentistas catalanes.
Pero hasta eso puede cambiar.
Y no cambiaría solo porque lo pudieran decir las bases del partido en las ocho islas, es por lo que empiezan a decir las encuestas de manera muy amenazadora. Las que manejan algunos partidos políticos canarios dibujan un panorama de repetición electoral que, en el caso concreto de Canarias, se llevaría por delante a la única diputada de CC. Su escaño, el escaño obtenido en la provincia de Santa Cruz de Tenerife, se lo llevaría Vox, justo el que la fuerza de ultraderecha no obtuvo por no concurrir por una disputa interna. Y CC no se puede permitir bajo ningún concepto qie esta sea la primera legislatura nacional de sus más de 30 años de historia en las que no tuviera representación en el Congreso de los Diputados.
Por eso Clavijo hace carantoñas a Ángel Víctor Torres; por eso la amnistía será consultada con las bases para poder modificar la posición adoptada por la dirección regional; por eso Coalición Canaria aceptará que baste con la misma agenda canaria que firmó Feijóo para comprometerse a firmar un pacto entero de legislatura con Pedro Sánchez.