CRÓNICA

Cristina Valido se independiza en la investidura

Cristina Valido, la única diputada de Coalición Canaria (CC), optó por los sólidos mimbres dialécticos del veterano partido al que pertenece: reivindicación y defensa de lo propio, afirmación solidaria desde la ultraperiferia y una pequeña dosis de mojo soberanista. CC, en su solipsismo, tiene públicos variados a los que cuidar, y la diputada Valido muestra habilidad para atenderlos a todos. 

Pero el discurso de Valido fue la antepenúltima intervención de la segunda y ultima sesión de investidura. Antes había hablado Rego del BNG con la mesura y el rigor que le caracteriza: hubo anuncios implícitos y explícitos a un futuro gobierno de progreso en Galiza. Remató el diputado de Unión del Pueblo Navarro en un estilo entre faltón y trumpista. A continuación, Patxi López salió a la tribuna dispuesto a colocar algunas cosas en su sitio (al afamado diputado del PP Tellado, por ejemplo) y lo consiguió. Despidió el candidato entre ternuras, agradecimientos y reconocimiento a los suyos, que estos días lo están pasando mal (hacía unos minutos que unos espontáneos le habían lanzado huevos a tres diputados socialistas, en las proximidades del Congreso).

Abascal se fue de paseo

Pero antes de todo eso, ayer por la tarde, la extrema derecha, Vox, decidió pegarse un tiro en el pie. Sentado en las rodillas de Feijóo, Abascal rebasó sus informales formas y maleducadas petulancias, y abandonó el escaño con los suyos: a la calle, se dijo, y se fue primero a Neptuno y después, cómo no, a Ferraz. No volvió salvo para votar “no” a última hora de la mañana de hoy jueves. Parece que Feijóo tomó nota para preparar desencuentros en comunidades y ayuntamientos.

Yolanda Díaz, no tan repercutida en Concepción Arenal como acostumbra pero sí un poco en modo canción de Pablo Milanés, empezó su intervención haciendo de coche escoba con el líder del PP, recapitulando y repitiendo sus supuestas miserias políticas. Era el lote en el reparto de los dos socios del gobierno de coalición, pero como primera parte. Después había que escenificar las disidencias con el PSOE: “somos tan distintos, discutimos tanto, pero nos queremos tanto…” Almíbar retórico con cierto retrogusto. Los viejos del lugar se acordaban de los exPCE que en su día y en una situación parecida, acabaron en el PSOE en poco tiempo. Rufián, de Esquerra Republicana de Catalunya, parecía un poco contrariado ya desde el escaño. Su intervención resultó muy de oficio, quizás la mirada atenta del maestro Joan Tardá en la tribuna de invitados le disminuyó sus naturales impulsos.

Pero llegó Míriam Nogueras para cerrar la jornada y amenizar casi con provocación de taquicardias. Desde el final de la hora destinada a comer, se desataron los rumores sobre un cierto enfado de Junts con el discurso del candidato Sánchez. Nadie parecía creérselo, o nadie quería hacerlo. Mas cuando subió Nogueras a la tribuna, el enfado resultaba evidente. Si una nacionalista catalana se remonta de nuevo a 1714, el tiempo amenaza lluvia. Perece que no pasó nada y una conversación con el socialista navarro apagafuegos Santos Cerdán, puso las cosas en su lugar y sin hipérboles.

La mañana se había abierto con Bildu y su portavoz, Mertxe Aizpurua, dijo que “somos los independentistas y soberanistas quienes impedimos hoy que el bloque reaccionario llegue al poder. Que nadie lo olvide.” Al parecer de una veterana periodista parlamentaria, Aizpurua no es la mejor voz de ese grupo, pero ellos deciden: “no se sabe lo que hubieran hecho los independentistas sin los muchos votos socialistas y de Sumar” me decía también mi colega.

El PNV, Aitor Esteban, trabajó también de oficio pero con ese tono amable que te embruja, entre el espíritu del caserío y la sociedad gastronómica, siempre de Vizcaya y de Guipuzkoa respectivamente. Lo de Álava ya veremos. Su presencia transmite bonhomía lo cual se agradece en estos tiempos.

Constante los dos días de investidura, mucha reflexión sobre los peligros de la ultraderecha, empezando por la del propio candidato, ayer y hoy. Pero no queda claro si para paliar esos peligros antidemocráticos se puede hacer algo más que declaraciones solemnes en el congreso. Muchas dudas. Mientras tanto, la reacción crece en las calles. De cualquier forma, y como bien dijo Nietzsche, “todo lo decisivo surge a pesar de ”, el candidato socialista Pedro Sánchez obtuvo la confianza como nuevo Presidente del Gobierno de España, a las trece horas y catorce minutos, hora peninsular.