Un campus busca despertar vocaciones científicas entre alumnos de ESO y Bachillerato

SANTA CRUZ DE TENERIFE, 4 (EUROPA PRESS)

Una de las primeras actividades que han emanado del Campus Atlántico Tricontinental promovido por la dos universidades canarias ha sido el Campus Científico de Verano, una iniciativa destinada a alumnos de Enseñanza Secundaria Obligatoria y Bachillerato diseñada para despertar entre los jóvenes vocaciones en el ámbito científico.

Este evento se desarrollará en dos tandas de quince días durante todo el mes de julio, y fue inaugurada este lunes en la Facultad de Biología, según informó la Universidad de La Laguna.

Esta iniciativa está promovida por la Fundación Española para la Ciencia y Tecnología (FECYT), y se está organizando simultáneamente en todas las universidades españolas que han recibido la mención de Campus de Excelencia. Consiste en una serie de talleres en las que profesorado de la institución académica y de bachillerato imparte docencia sobre materias relacionadas con los ámbitos de especialización de cada proyecto.

En el caso del Camus Atlántico Tricontinental de las universidades de La Laguna y Las Palmas de Gran Canaria, sus áreas de interés eran la Astrofísica, la Investigación Marino/ Marítima y la Biomedicina para la cooperación al desarrollo.

Por ello, los talleres propuestos son “Descubriendo el universo”, que se desarrollará en el Instituto de Astrofísica de Canarias; “Cómo cooperar desde la ciencia para mejorar la salud”, impartido en el Instituto de Enfermedades Tropicales y Salud Pública de Canarias; “Mamíferos marinos: sanidad y conservación” y “Aula de oceanografía”, cuya sede será la Facultad de Biología de la ULL.

CHARLA INAUGURAL

Cada grupo de talleres tendrá una duración de quince días, que se impartirán entre el 4 y el 15 de julio y el 18 y el 29 del mismo mes, a razón de 30 alumnos cada vez. El acto inaugural se celebró en la Facultad de Biología, y contó con la presencia del vicerrector de Internacionalización y Excelencia, Rodrigo Trujillo, y el decano del centro anfitrión, Néstor Torres, quien les impartió una charla de introducción al método científico y a la concepción actual de la investigación.

Los alumnos de este primer grupo proceden de las comunidades autónomas de Madrid, Cataluña, Valencia, Murcia, Extremadura, Castilla-La Mancha, Castilla y León, Galicia, Andalucía y Canarias, y estarán alojados estas dos semanas en la Residencia Universitaria Parque de las Islas. Fueron seleccionados por su expediente académico, que debía ser de una media superior a 7,5, y mediante un cuestionario a través de Internet.

Néstor Torres explicó a los jóvenes asistentes que la ciencia es, ante todo, un método de trabajo para conocer el mundo y los seres vivos. Al contrario que el conocimiento dogmático, se caracteriza por estar sierre en proceso constante de revisión, corrección y mejora, por lo que afirmó que es “una historia sin fin”.

Explicó que la concepción actual de la ciencia se basa en la multidisciplinariedad, por lo que los equipos de investigación deben estar conformados por especialistas de diferentes áreas. Además, indicó que los propios investigadores deben ser competentes en muchas materias más allá de las propias de su ámbito de formación.

En ese sentido, Néstor Torres recordó que las matemáticas son el lenguaje de la ciencia, por lo que deben ser conocidas por todo investigador. “No se puede ser biólogo en nuestro siglo sin dominar las matemáticas”, sentenció para desesperación de alguna de las jóvenes asistentes, que reveló su deseo de ser bióloga, pero su falta de destreza con las ciencias exactas. Ante esa tesitura, Torres le recomendó constancia y que no desesperara: “El hecho de que estén ustedes aquí es indicador de que serán capaces de superar todos los retos que se les planteen”.

El decano de Biología también explicó a los alumnos del Campus Científico de Verano cómo ha variado la concepción de la labor investigadora, pues se ha pasado de un enfoque reduccionista, según el cual se dividía el objeto de estudio en partes que se analizaban independientemente, a uno holístico e integrador, en el que se pretende abarcar el comportamiento de todo el sistema en su conjunto. Es precisamente por ello que se necesita de las matemáticas y de los equipos multidisciplinares.

Torres explicó que esa figura romántica del biólogo perdido en la selva estudiando especímenes es cosa del pasado. Ahora, ese investigador pasará tanto tiempo en el terreno como en el laboratorio, introduciendo y analizando los resultados. Recordó, además, que la observación y el dato por sí solos no son válidos si no pueden integrarse en un sistema: “Una flor es sólo un estadio de algo en un momento concreto, que antes era una cosa y después será otra diferente”.