En los últimos años se han publicado en España numerosas guías de lenguaje no sexista y han sido innumerables los debates sobre cómo el lenguaje machista, firmemente arraigado en la sociedad a través de refranes y frases hechas, perjudican gravemente las políticas que buscan conseguir una igualdad plena entre mujeres y hombres.
Y uno de esos debates ha sido protagonizado por tres mujeres en el Parlamento regional, cuando la consejera de Empleo, Francisca Luengo, consideró un “insulto grave” la acusación que había recibido por la conservadora Aurora del Rosario de “ser conocida por ser un conflicto subido a unos tacones”.
Luengo, que ya la pasada legislatura fue víctima de unos desafortunados versos machistas de dudoso gusto por parte del diputado conservador Miguel Cabrera Pérez-Camacho, lamentó que una diputada de una Cámara legislativa “use expresiones con connotaciones despectivas desde la perspectiva de género”, por lo que exigió excusas públicas y que quedara retirada la expresión del Diario de Sesiones.
“Desde mis tacones, y para zanjar esta polémica, retiro la expresión si usted la ha considerado ofensiva”, contestó Del Rosario, lo que Luengo agradeció al considerar que la conservadora “entra en la vereda de la cortesía parlamentaria”.
Para culminar este enfrentamiento sobre el lenguaje políticamente correcto que protagonizaron Del Rosario y Luengo, la presidenta socialista, Dolores Padrón, puso el broche al mismo recordando que “la primera persona que se puso unos tacones fue el absolutista Rey Sol, para parecer más alto que el resto de sus súbditos”.
Padrón, que hace años también fue objeto de una frase hecha por parte de la entonces consejera Mercedes Roldós cuando la espetó que “ni con tacones llega a mi altura”, culminó su razonamiento afirmando que el presidente Mariano Rajoy “ni siquiera dá la talla subido a unos zancos” en lo que se refiere a defender los intereses de Canarias.