El presidente del Cabildo de Gran Canaria, Antonio Morales, ha exigido este martes a la Fiscalía de Medio Ambiente, al Seprona y al Gobierno de Canarias que actúen “de una manera más contundente” para evitar que en Tenerife se sigan vertiendo diariamente al mar 57 millones de litros de aguas sin depurar.
“Como se ve, se trata sin duda de un hecho grave que afecta a todos los canarios. No ha tenido mucho eco aquí en esta isla, pero no nos imaginamos lo que hubiese pasado si eso estuviera pasando en Gran Canaria, arrojar al mar 57 millones de litros de agua sin depurar cada día”, ha apuntado el político grancanario, quien ha recalcado que “es imprescindible que se impliquen todos los que se tienen que implicar para hacer un seguimiento y controlar este tema”, en alusión a la Fiscalía de Medio Ambiente, al Seprona y al Ejecutivo canario.
Así, Morales sostiene que si en Gran Canaria “se vierte una bacinilla ya tenemos un expediente en Fiscalía”, mientras que dejó caer que con Tenerife las administraciones que pueden sancionar están haciendo la vista gorda, aunque reconoció las sanciones de la Unión Europea a España por las depuradoras de Valle de Guerra y el Valle de Güímar. “Es un problema muy serio, muy grave, que demanda respuestas”, sentenció y añadió que sus declaraciones no buscan generar “controversia” con Tenerife si no todo lo contrario, “tenemos que remar todos juntos”.
Morales considera que las consecuencias de los vertidos de aguas fecales en Tenerife son gravísimas porque afecta a la salud pública y a la flora y fauna del mar de Canarias, que en cuarenta años ha perdido el 90% de sus peces. Se trata de “sanear, no de contaminar”, acentuó, teniendo en cuenta que la industria turística también depende del mar y genera el 35% del PIB de forma directa e indirectamente al 80% de la economía isleña.
El político grancanario subraya que la “nefasta política de vertidos en el Archipiélago no es igual en todos los rincones de las Islas” y pone de ejemplo que en el caso de Gran Canaria más del 99% de las aguas que se vierten están depuradas ya que en la isla que preside se sigue la normativa “y se ha verificado que no hay ningún tipo de agresión a las aguas”, exceptuando casos puntuales como accidentes o algunos núcleos poblacionales aislados que realicen vertidos no controlados.
Morales enumeró que el Consejo Insular de Aguas de Gran Canaria invierte cada año 11 millones de euros en la gestión de depuradoras (16 en toda la Isla), 180.000 euros en controles analíticos y 100.000 euros en el control de los vertidos al mar. La entidad encargada del agua en Gran Canaria gestiona, según dio a conocer el presidente autonómico, un volumen anual de 22 millones de metros cúbicos de agua, de los que cuales 13,5 son aguas depuradas. “6,68 millones van tratados al mar y la otra mitad se destina a la agricultura, pero ojalá pudiéramos consumir la totalidad de los 13 millones”, indicó Morales.
Así mismo, el líder de Nueva Canarias recordó que en estos momentos el Cabildo grancanario tiene más de 45 millones de euros en vías de ejecución para mejorar los servicios de depuración y reutilización de las aguas, entre ellos la mejora de los emisarios submarinos como el de Boca Barranco en Gáldar, donde el agua no se está echándose al mar a 1,5 kilómetros. De todos maneras, admitió que existen necesidades y hay que modernizar las plantas porque la tecnología avanza.
Pide al Gobierno un informe definitivo sobre las microalgas
La rueda de prensa dada por Antonio Morales también sirvió para tratar el tema de las cianobacterias Trichodesmium erythreaum, comúnmente conocidas en Canarias como microalgas. El político de Agüimes ha pedido públicamente al Gobierno de Canarias que elabore un informe científico “definitivo” creado a partir de “una gran mesa de debate” en la que se dé voz a todas las versiones y que se extraigan conclusiones generales sobre si estas afectan a la salud humana o no, y si las aguas fecales contribuyen a potenciarlas o no.
“Existe controversia científica, por lo que hay que pedir un informe definitivo por encima de todos, que yo no cuestiono porque una investigación científica tiene varias derivaciones y puede tener distintas interpretaciones de un mismo hecho, pero lo que sí pido es un informe consensuado por todas las partes”, agregó Morales.
El presidente advierte que las cianobacterias han generado una “alarma social” y que además tienen repercusiones internacionales que pueden afectar al destino turístico de Canarias.
Además, Morales reclama que se pongan en marcha en Canarias mecanismos de control y seguimiento para las microalgas ya que tiene claro que en los próximos veranos volverán a aparecer debido al calentamiento del agua y la modificación de los alisios. “La aparición de las microalgas es un debate muy importante que vamos a volver a vivirlo el próximo año y ha trasladado, o nos ha descubierto, que existe otro problema importante en Canarias, el de los vertidos de aguas residuales”, acentuó.
“Es necesario que se pongan en marcha los medios necesarios para paliar esta situación: control, seguimiento y eliminación. La repercusión internacional no ha sido tan nimia, muchísimos países y medios de comunicación se han hecho eco de las microalgas y los relacionan con los vertidos, y hablan en general de Canarias, muy pocos medios se refieren a la isla de Tenerife”, expresó Morales, quien también plantea que se pueden buscar soluciones para luchar contra ellas.