La Ley del Suelo rompe el Parlamento de Canarias en dos bloques
La ponencia parlamentaria que ha elaborado la Ley del Suelo y de Espacios Naturales Protegidos ha concluido este miércoles igual que como se inició hace meses, con la división total en dos bloques respecto al núcleo esencial del texto. Por un lado, y pese a las mejoras introducidas con enmiendas parciales, se sitúan CC, PP y ASG y en el otro están PSOE, Podemos y Nueva Canarias (NC), que insisten en denunciar la creación de “figuras peligrosas que se saltan” el planeamiento vigente“, como ha asegurado Luis Campos.
Una tesis que rechaza de plano el portavoz del Grupo Nacionalista, José Miguel Ruano, para quien las enmiendas aprobadas “han acotado los supuestos que pueden ser considerados de interés a casos excepcionales”. Una excepcionalidad que, además, Ruano vincula a que debe ir aparejada de “informe municipal previo si la iniciativa es privada”, además de que no se permitirán “proyectos alojativos turísticos”.
Ley desarrollista
Ley desarrollista“Sigue siendo una ley claramente desarrollista que antepone una visión municipalizada frente a un proyecto común de Canarias al aprobar la derogación de la mayoría de las directrices generales de ordenación del territorio”, insistió Campos al concluir la ponencia, no sin reconocer que “si el espíritu desde el primer día hubiera sido el que hemos encontrado en la ponencia, con personas como Ruano, los puntos de partida no habrían sido tan distantes” y existiría un mayor acercamiento.
Al respecto, Ruano ha negado que existan dos bloques, pues hay artículos que se aprobarán por unanimidad, otros por 48 votos y otros por 33, por lo que pidió al PSOE que valore, de cara a la aprobación del informe en Comisión el próximo 9 de junio, “los avances que se han producido fruto del acuerdo de noviembre del pasado año en relación con el Órgano de Evaluación Medioambiental que sustituye a la actual Cotmac.
Monofásica contra bifásica
Monofásica contra bifásicaPero no es así, al menos para el PSOE, pues Nayra Alemán incide en que CC “insiste en que sea una ley monofásica, y no de dos fases, como queremos nosotros, y porque se diluye el órgano regional que debe analizar de antemano los planes”, con lo que queda en evidencia que no habrá unanimidad en los aspectos cruciales de la Ley, ni tampoco un apoyo de 48 escaños.
Pese a estas impresiones, Ruano, inasequible al desaliento, insiste en que “seguro que se pueden encontrar diferencias, pero se han mejorado y perfilado cuestiones planteadas por la oposición, de modo que, siendo un texto muy bueno el que entró, ahora es mejor”.
Un optimismo al que Natividad Arnaiz, de Podemos, ha lanzado un jarro de agua fría al insistir en que “las posiciones no se han acercado nada” y los cambios que han admitido CC, PP y ASG “no han sido sustanciales, al mantener que el suelo rústico se destine al turismo en vez de al cultivo, a costa de nuestra soberanía alimentaria”.
El núcleo del disenso
Como se recordará, el bloque opositor considera que los artículos 290.1 y 307 de la Ley del Suelo permiten que los convenios urbanísticos y los denominados programas de actuación sobre el medio urbano puedan “modificar el planeamiento existente, saltándose todos los trámites ordinarios”.
Asimismo, el Gobierno cede a los cabildos la competencia para la formulación, aprobación y evaluación ambiental de los Espacios Naturales Protegidos, pues CC, PP y ASG no admitieron las enmiendas presentadas por PSOE, Podemos y NC al artículo 164 tendentes a impedir que la Comunidad Autónoma renuncie a sus competencias y al control del patrimonio.
Por último el artículo controvertido artículo 101 permitirá el uso turístico fuera de las zonas reservadas en los planes insulares de ordenación territorial, y el artículo 104 obvia que para la aprobación de los planes insulares se necesiten informes sobre criterios de sostenibilidad y de adaptación al cambio climático por parte de la nueva Cotmac.