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Lucas Bravo de Laguna sobre el caso del exgerente del Gran Canaria: “Suena a venganza”

Iago Otero Paz

Las Palmas De Gran Canaria —

Lucas Bravo de Laguna no se lo puede creer. El exconsejero de Deportes del Cabildo de Gran Canaria opina que todo lo que está ocurriendo en torno a su amigo y persona de confianza Alberto Miranda, exgerente del Club Baloncesto Gran Canaria, “suena a venganza”. No señala a nadie en concreto y le han molestado especialmente las filtraciones a la prensa.

Bravo de Laguna, actual portavoz suplente del PP en el Cabildo de Gran Canaria, siempre confió en Alberto Miranda. Primero lo nombró entre 2011 y 2013 asesor externo del Club Baloncesto Gran Canaria, perteneciente a la institución insular, del que Bravo era vicepresidente. Y luego, desde 2013, lo designó director gerente del club, cargo en el que estuvo hasta finales de 2015. Fue en los últimos meses de su gestión dentro del Granca cuando Miranda realizó una compra de muebles de segunda mano que resultaron inservibles a la empresa de su pareja y a otra de la que él era administrador. La compra alcanzó unos 33.000 euros, motivo por el que el club ha puesto los hechos en manos de la Fiscalía.

Bravo de Laguna defiende que el pasado lunes, día que el Patronato de la Fundación Canaria del Deporte, del que es miembro, acordó remitir el escrito con este caso al Ministerio Público para que abriera diligencias informativas y determinara si existen indicios de malversación de caudales públicos, estafa u otros delitos, los miembros del consejo “se comprometieron a respetar el buen nombre del club y del propio afectado hasta ver si había algún indicio de delito o no”, por lo que desde su punto de vista le parece “una auténtica gamberrada” que 48 horas después este tema haya saltado a la prensa.

Tanto el político del PP como su padre, José Miguel Bravo de Laguna, expresidente del Cabildo y actual consejero por Unidos por Gran Canaria, fueron los únicos miembros del consejo que se abstuvieron, mientras que los representantes de Nueva Canarias, PSOE, Podemos y Coalición Canaria votaron a favor de que el escrito se elevara al Ministerio Público.

Cuestionado por el motivo de su inhibición, el político popular explica que en ningún momento se le dio acceso al informe jurídico. “Si no tengo el informe no tengo forma de pronunciarme en ningún sentido ni en otro, y eso que lo pedí. Por eso me abstuve”, subraya.

Así mismo, entiende que el consejo debe primero preguntar por el caso al propio afectado para que este dé su versión. “Una persona que ha sido gerente del club durante años, con además superávit durante todas las temporadas, con una gestión que allí (en el consejo) se dijo que fue muy muy buena y ahorrando mucho dinero al club, que se lleve (el escrito de los servicios jurídicos del Cabildo) al consejo de administración sin tener su propia versión de los hechos y sin facilitarnos el informe, a mí me parece que como mínimo había que hablar con él antes”, comenta Bravo de Laguna, que también añade que para “llevar temas a Fiscalía y al juzgado siempre hay tiempo, lo que me parece peor es que antes de hablar con él se haya filtrado a la prensa como se ha filtrado, cuando allí se dijo que el tema se iba a llevar con total discreción”.

Bravo de Laguna incide en la filtración a la prensa de este caso porque desde su punto de vista “suena un poco a venganza de alguien”. “No me gusta cómo se está llevando el tema, pero eso no obvia que yo no esté ni defendiendo ni atacando la actuación porque la desconozco, pero desde luego no es lo que se dijo en el consejo de administración del Gran Canaria, por lo menos parte de lo que ha salido publicado, y se garantizó confidencialidad hasta que el fiscal se pronunciara”, recalca.

Por otro lado, preguntado por si se sentiría decepcionado en caso de ser ciertas las acusaciones del Gran Canaria a Miranda, Bravo de Laguna es tajante: “Si fuera cierto ya no es que me dolería, me sorprendería muchísimo porque Alberto, hasta donde yo sé, si por algo se ha distinguido en estos años ha sido por el rigor a la hora de llevar las cuentas del club, insisto en que en todos los resultados económicos que él ha gestionado ha habido superávit para el club, muy sorprendido si algo de esto es cierto, pero hay que escuchar las explicaciones de él”.

Antes de las elecciones municipales de 2015, que significaron el cambio de gobierno al frente del Cabildo de Gran Canaria, el consejo de administración del Club Baloncesto Gran Canaria decidió renovar a Alberto Miranda y al director deportivo Berdi Pérez, un hecho que fue duramente criticado en una rueda de prensa por el entonces candidato de Nueva Canarias y hoy presidente del Cabildo, Antonio Morales, quien llegó a decir que esta decisión hipotecaba el futuro del club y censuró la forma de entrar al club de Miranda “amigo del consejero, que realizaba trabajos de asesoría con el Ayuntamiento de Santa Brígida (del que Lucas fue alcalde)”.

Bravo de Laguna respondió a Morales diciéndole que el Gran Canaria “no podía parar ni esperar a la llegada de una próxima corporación, sea cual sea, para seguir funcionando” y lamentó el “desconocimiento” que desde su punto de vista demostraba el partido nacionalista sobre el trabajo del equipo.

Tras la entrada de Nueva Canarias, PSOE y Podemos en el gobierno del Cabildo, y después de que Miguelo Betancor fuera nombrado presidente del Granca en septiembre de 2015, el exgerente fue cesado de su cargo a finales del mes de octubre del pasado año.

Este periódico ha intentado ponerse en contacto durante la jornada de este jueves con Alberto Miranda, pero las reiteradas llamadas no han obtenido respuesta.