El diputado del Partido Popular por Las Palmas Guillermo Mariscal se ha sumado a las voces críticas que, con eufemismos, están reclamando al presidente regional de ese partido que dimita para evitar la creación de una gestora en Canarias. Mariscal se alineó este martes con las recientes declaraciones del secretario general de su formación, Teodoro García Egea, llamando también a abrir “una reflexión porque se ha generado una situación de malos resultados y de capacidad negociadora que no es la deseable”.
Mariscal ha insinuado en varias ocasiones a lo largo de unas declaraciones a la cadena Cope en Canarias que los resultados obtenidos por su partido en las recientes elecciones autonómicas aconsejarían revisar “si tenemos el equipo adecuado”, en clara referencia al que encabeza el presidente regional del PP, Asier Antona.
El diputado criticaba de este modo que el PP perdiera en las recientes autonómicas un 20% de los votos con respecto a los obtenidos en 2015, es decir, 135.000 sufragios frente a 169.000. Pero se da la circunstancia de que en las elecciones generales del 28 de abril, el PP perdió la mitad de los votos en la circunscripción de Las Palmas, que precisamente encabezaba Guillermo Mariscal. En concreto, los populares pasaron de 170.000 votos en 2016 (un 34%) a 88.000 en 2019 (un 16%), lo que supuso la pérdida de un acta de diputado y ser superados por el PSOE y Unidas Podemos.
Junto a Mariscal, otras voces como el exsecretario general del PP canario Manuel Fernández, han proclamado públicamente su posición favorable a desplazar de la presidencia del PP canario a Asier Antona. Un planteamiento que el propio Fernández ha admitido que es el que defiende el antecesor de Antona, el exministro de Industria José Manuel Soria, del que fue número dos.
Todos ellos han criticado abiertamente que el PP no haya aprovechado la ocasión que le brindó Coalición Canaria de un gobierno regional presidido por los populares en alguna de las dos fórmulas que llegaron a plantearse: una primera que Antona rechazó por colocársele como “presidente florero”, según él mismo explicó, y una segunda en la que directamente se imponía que se apartara para que la presidencia la ocupara su secretaria general, María Australia Navarro. La respuesta también fue negativa.
Guillermo Mariscal es portavoz adjunto del Grupo Popular en el Congreso de los Diputados, y por lo tanto, del núcleo duro de Pablo Casado, a cuya candidatura apoyó en el último congreso nacional del partido, como hizo el exministro Soria. Tanto Asier Antona como la dirección regional del PP, por el contrario, se alinearon con la exvicepresidenta del Gobierno Soraya Sáenz de Santamaría.