La principal sorpresa en las elecciones municipales del pasado domingo tuvo lugar en Telde, el segundo municipio más poblado de Gran Canaria (102.000 habitantes) y el cuarto de toda Canarias. La localidad ha sido históricamente un bastión del voto nacionalista canario, donde siempre, salvo en 1979, la fuerza más votada era de este carácter político. Nueva Canarias desde 2007, Coalición Canaria entre 2003 y 1995 y Asamblea Canaria entre 1991 y 1983. Pero en la última llamada a las urnas, ha dado un vuelco.
El partido Ciudadanos por el Cambio (Ciuca), al que ninguna encuesta daba como favorito para ganar los comicios, sumó 10.223 votos y siete concejales, muy por delante del PSOE (6.949 papeletas y cinco representantes), NC (6.545 votos y cuatro asientos), Partido Popular (6.199 votos y cuatro concejales), Coalición Canaria (4.440 papeletas y tres ediles), Vox (2.883 electores y dos asientos) y Más por Telde (2.732 votos y dos representantes).
Las conversaciones para conformar gobierno entre Ciuca y todas las formaciones políticas, salvo Nueva Canarias y Vox, ya han tenido lugar y todo apunta a que el Ayuntamiento de Telde contará con una mayoría “holgada” para la próxima legislatura, según ha dicho el propio partido este mismo viernes.
El líder de la formación, Juan Antonio Peña, ha asegurado a Canarias Ahora que PSOE, CC, Más por Telde y PP están “predispuestos” a entrar en el gobierno. Que un ejecutivo con estas cinco fuerzas políticas “puede suceder”, pero también ha confesado que la realidad política a nivel nacional, con elecciones generales a la vuelta de la esquina y la lucha bipartidista entre PP y PSOE, hace peligrar que socialistas y populares pacten “en un municipio como Telde”, ha agregado Peña, uno de los más importantes de todo el Archipiélago.
“Existen considerables puntos de encuentros para desarrollar un plan de ciudad. Las conversaciones [están siendo] transparentes y con el único sentido de buscar un gobierno estable, cercano y que funcione en equipo, en una sola dirección”, apunta el comunicado de Ciuca.
Las únicas formaciones que no han participado en la ronda de contactos han sido Vox y Nueva Canarias. Los últimos días de la formación nacionalista en la localidad teldense han estado marcados por la renuncia a su acta en el Consistorio de la todavía alcaldesa, Carmen Hernández (NC), quien centrará sus funciones en los próximos cuatro años como diputada en el Parlamento autonómico.
Hernández fue autocrítica en la rueda de prensa celebrada este miércoles para comunicar su salida del Ayuntamiento. Reconoció que la ciudadanía lanzó un “rotundo mensaje” al perder Nueva Canarias más de 4.000 votos y la mitad de los concejales (cuatro de ocho) con los que contaba en la entidad local. Y admitió que no pudo atender los servicios públicos “como la ciudad me decía”.
La mayoría de las fuentes consultadas por este periódico coinciden en el análisis. Telde liquidó a finales de 2020 la deuda millonaria que arrastraba desde 2013, cuando debía a los bancos 133 millones de euros. Pero esa victoria del gobierno, conformado desde 2019 por NC, CC y Más por Telde, no logró el respaldo de la población. Y la cara visible del Ayuntamiento, Hernández, ha sido castigada por esto mismo y por no terminar de remontar el vuelo tras el saneamiento de las cuentas.
Los partidos del pacto de gobierno rebajaron el gasto social por culpa de la deuda, pero no fueron capaces de compensar la balanza lo suficiente en los últimos años y reeditar la coalición. Telde no se recuperó a tiempo de la parálisis. Y con esa tesitura acudieron a las elecciones los tres partidos que gobernaron entre 2019 y 2023. Nueva Canarias perdió 4.214 electores, Coalición Canaria 924 y Más por Telde 410.
“La clave está en que la ciudadanía estaba descontenta con distintas áreas de trabajo y Ciuca focalizó todo ese malestar”, afirma Héctor Suárez, alcalde de Telde entre 2019 y 2021 y candidato de CC en el municipio. “La deuda fue liquidada en 2020, pero había servicios básicos que no funcionaban bien. No hubo un cambio de ritmo y eso castigó muchísimo. El asfaltado de las calles, la recogida de limpieza, los impuestos tenían que haberse adecuado, el déficit de recursos humanos… Era una bola que ha empeorado”.
Los datos extraídos del Ministerio de Hacienda y Función Pública profundizan en esta cuestión. Entre 2019 y 2021 (aún no hay cifras de 2022), el gasto funcional del Ayuntamiento de Telde, esto es, el desembolso que engloba las partidas dedicadas a los servicios públicos básicos, actuaciones de protección y promoción social, actuaciones de carácter económico y producción de bienes de carácter preferente, fue de 542 euros por habitante, el sexto registro más bajo de toda la comunidad.
La diferencia con las otras tres ciudades canarias con más de 100.000 habitantes es notoria. En San Cristóbal de La Laguna, el desembolso fue de 710 euros anuales, en Las Palmas de Gran Canaria de 775 euros y en Santa Cruz de Tenerife de 943 euros. El candidato del PSOE en la localidad, Alejandro Ramos, ahonda en este sentido.
“Con respecto a las infraestructuras deportivas, por ejemplo, no hubo actuación. Y en el municipio caló un discurso de que Hernández estaba ausente”, señala Ramos. “El mercado municipal, el paseo marítimo, el complejo deportivo de La Barranquera… Hay muchas obras a medio hacer que, si se hubieran terminado, quizá el resultado habría sido distinto. El que entre ahora ya tendrá parte del trabajo hecho”, apuntala Leo Hernández, de la Asociación de Vecinos Meclasa.
El líder de Unidas Sí Podemos en Telde, César Santana, añade: “En general, los gobiernos de izquierda han sido castigados. Es cierto que aquí la deuda es pagada en tiempo récord, pero ha habido un mantenimiento mínimo. El pago se adelanta a costa de sacrificar asfaltado, limpieza… Y eso los vecinos no lo han entendido. Lo que necesitamos ahora es que este municipio salga adelante. Y que el que entre, no robe más”.
Después de muchos años endeudado, Telde se convirtió en un consistorio apetecible para las formaciones políticas. Sin ir más lejos, el candidato del PP, Sergio Ramos, fue arropado en el acto de presentación por el expresidente del Gobierno nacional, Mariano Rajoy, y por el exministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria, cuyas raíces familiares radican en este municipio grancanario.
Hasta 17 candidaturas recibieron la confianza de parte del electorado el pasado domingo, cuatro más que las que lo hicieron en 2019, lo que dibuja un municipio fragmentado y uno de los ayuntamientos con más representaciones políticas diferentes de todo el Archipiélago (siete partidos distintos lograron al menos un asiento).
La victoria de Ciuca sorprendió a casi todos. Pero dice Juan Antonio Peña, el líder del partido, que ellos ya habían notado las ganas de cambio en las calles. “Nuestra sede estaba cada vez más llena, hemos aumentado el número de simpatizantes [sin especificar] y sabíamos que íbamos a crecer, pero no tanto”.
Peña recalca, entre otras cosas, que la oficina del partido siempre ha estado abierta y que él mismo ha compartido su teléfono personal entre los vecinos para atender quejas y valoraciones. El líder de Ciuca “tuvo la virtud de ocupar el espacio en la oposición que no ocuparon los exconcejales del PSOE”, quienes abandonaron el grupo a finales del curso pasado y pasaron a engordar la lista de concejales no adscritos, matiza Alejandro Ramos.
El PSOE terminó la legislatura en Telde con solo dos de los seis concejales que ganó en 2019. Ciuca, por otro lado, siempre tuvo tres, mientras que el PP apenas contaba con dos ediles. Peña presume de haber liderado las tareas de fiscalización y control en el ayuntamiento. Pero el líder de Unidas Sí Podemos, César Santana, considera que esa labor estaba casi siempre basada en la crítica y no tanto en la propuesta. Entre 2022 y 2023, Ciuca no presentó ni una sola moción en el consistorio, según la documentación pública del ayuntamiento.
La todavía alcaldesa, Carmen Hernández, dijo el miércoles que esta ha sido una campaña “muy dura” para Nueva Canarias, en especial por las críticas recibidas desde la oposición. “A todo ello hay que añadir la campaña de descrédito y ataque continuo que hemos sufrido”, además de “bulos” y “denuncias falsas” ante la Justicia, remachó.
La última vez que Ciuca formó parte de un gobierno en Telde fue entre 2011 y 2013, años en los que la deuda del consistorio pasó de 68 a 133 millones de euros.
Anteriormente, también formó parte del ejecutivo municipal entre 2003 y 2007, cuatrienio marcado por el llamado caso Faycán, una trama de comisiones ilegales en la que quedó demostrado que varios miembros del consistorio, entonces liderado por el PP y la Asociación Federal de Vecinos del Valle de Jinámar (AFV-Ciuca), organizaron un “sistema de obtención ilícita”, como así describe la sentencia del caso, “con la falsa excusa de financiar al PP de Telde utilizando a tal fin los cargos que ostentaban en la corporación local”.