Los tres principales partidos de la oposición (PSOE, PP y Podemos) han acusado este martes a la consejera de Hacienda del Gobierno de Canarias, Rosa Dávila, de haber hecho “política partidista” y utilizar “argucias” para criticar la gestión del ex consejero socialista de Sanidad, Jesús Morera, y así “depojarse” del PSOE como socio en el Ejecutivo regional. Unas tesis que no ha compartido la titular de las arcas canarias, para quien ahora, con José Luis Baltar al frente de las políticas sanitarias, “hay mejor gestión presupuestaria, económica y mejores resultados” que hace un año.
Dávila ha insistido en que se han reducido las listas de espera quirúrgicas, se han llevado a cabo más pruebas diagnósticas y se han consolidado nuevas aperturas asistenciales. “La lista de espera quirúrgica era de 1.900 pacientes menos a 30 de junio, un descenso del 18% respecto a 2016; la espera media se ha reducido en 7,5 días, se hicieron más de 2.000 operaciones quirúrgicas más y más de 309.000 pruebas diagnósticas”, argumentó.
En cambio, en 2016, con más recursos, hubo que hacer “un cierre presupuestario anticipado para atender a las facturas impagadas y hubo que minimizar el desvío presupuestario, dos meses después del plan de choque nos pusimos por debajo del plazo legal del pago a proveedores”.
Muestra de que “este Gobierno ha tenido como prioridad absoluta a la Sanidad pública”, Dávila ha recordado que se ha destinado más de 8.209 millones de euros desde 2015, unos “datos que son indiscutibles” aunque, sin embargo, “los problemas no se solucionan destinando más recursos, sino con mayor eficacia y eficiencia”.
Dávila fue replicada no solo por el portavoz socialista, Ignacio Álvaro Lavandera, sino por el conservador Zacarías Gómez y Juan Márquez (Podemos), para quienes el discurso de la consejera de Hacienda solo intenta tapar que la Sanidad se usó como escenario de una batalla política y partidista.
“Enfangar”
“Usted se olvida de que con el PSOE en Sanidad se sustituyeron las bajas del personal, se abrieron nuevos centros sanitarios o se dispensaron fármacos como el de la Hepatitis C para universalizar la Sanidad, mientras que ahora el nuevo consejero, por ejemplo, no ha ejecutado ni el 11% previsto para infraestructuras sanitarias”. dijo Lavandera.
Para el socialista, tanto Dávila como el presidente Fernando Clavijo se dedicaron en verano de 2016 a “enfangar” la gestión del consejero Morera para poder “justificar” la salida del PSOE del Gobierno, cuando hubo menos desvío presupuestario que en 2015 y el problema del pago a proveedores “es del atasco que existe en Hacienda con esas facturas”.
“Las necesidades crecen y los recursos no se incrementan. Basta ya de recortes y que sea normal no tener ni infraestructuras ni personal necesarios a cambio de conseguir ser los primeros de la clase en austeridad”, concluyó Lavandera.
Por su parte, el portavoz de la formación morada destacó que “un año después de que protagonizara unos titulares valorando la Sanidad por su gestión ahora dice lo contrario, pero es que con la Sanidad no podemos hacer política partidista, y eso hicieron el pasado año para atacar al PSOE en una batalla pública para desgastarlo, con un uso torticero de los Presupuestos”.
“¿Dónde está la diferencia para cambiar de actitud ahora cuando hay peores datos que en 2016?”, concluyó Márquez.
“Verdades a medias”
Y en parecidos términos, el conservador Gómez dijo que Dávila había “manifestado verdades a medias”, y ya en 2016 dijo que el “cierre presupuestario no iba a tener consecuencias para la Sanidad”. Sin embargo, “las listas de espera fueron peores que nunca el 31 de diciembre”.
“Usaron argucias para despojarse del PSOE del Gobierno, pues es palpable la falta de resultados, antes y ahora, ya que somos el farolillo rojo en listas de espera.Vamos a ver si este año vuelven a cerrar el presupuesto o si presupuestan una cantidad de real para la Sanidad”, remachó.