El PSOE acusó este miércoles al PP de querer privatizar Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA) “reflotándola con dinero público para luego venderla a sus amigos”, mientras que los populares consideraron que durante el Gobierno presidido por el PSOE se pretendía “regalar” el citado ente.
En el pleno del Parlamento regional el portavoz de Obras Públicas y Transportes del grupo parlamentario Socialista, Julio Cruz, lamentó que el PP renuncie a una gestión pública de todo el sistema aeroportuario, en el caso canario de sus ocho aeropuertos, y opte por la privatización de, al menos, el 60 por ciento del capital social de AENA.
Insistió en que el PP “opta por el negocio y vende el 60% de AENA, pero antes de venderla, considera que es mejor sanearla, cogiendo dinero de todos los españoles para reflotarla y, cuando esté todo bien apetecible, la vende a sus amigos, pero no en concurrencia, sino en una venta controlada”.
Julio Cruz hizo hincapié en que el PP “quiere una AENA para hacer negocio, mientras que el PSOE defiende una gestión pública de los aeropuertos por tratarse de infraestructuras elementales para la cohesión territorial y social de Canarias”.
“Desfachatez” socialista
Por el contrario, la diputada popular Astrid Pérez reprochó al PSOE “su desfachatez” al pretender que la privatización de AENA podría ser fatal para las islas, “cuando fue el anterior Gobierno socialista, respaldado siempre por CC, el que, tras dejar la empresa en la ruina, en junio de 2011 abrió el proceso de privatización que suponía prácticamente regalarla”.
“Desde que Gobierna el Partido Popular, AENA ha pasado de una deuda de 600 millones de euros en 2011, a un positivo de 850 millones de euros en 2013, lo que arroja un beneficio bruto de explotación superior a 1.600 millones”, remarcó Pérez, para añadir que la posición privilegiada y competitiva de las instalaciones canarias se debe al modelo de gestión en red.
Astrid Pérez recordó que el Consejo Consultivo de privatizaciones, configurado en junio de 2011 por el PSOE, dio luz verde a la privatización de AENA “en unas condiciones que suponían la privatización de más del 60% del capital de una empresa que ellos mismos habían llevado a la quiebra”.