El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha vuelto a comparecer en el Congreso de los Diputados este miércoles para explicar el cambio de postura respecto al Sáhara Occidental y ha instado al resto de partidos a “mover posiciones” al respecto como ya ha hecho el Gobierno, al tiempo que ha dejado claro que la españolidad de Ceuta y Melilla no está en cuestión y así se lo ha dejado claro a Marruecos.
Ante el pleno, Sánchez ha defendido una vez más que el plan de autonomía marroquí para el Sáhara es “la base más sólida, creíble y realista” para resolver el conflicto y así lo ven cada vez más países, entre los que ha citado a Francia, Estados Unidos y Alemania.
Aunque ha dicho respetar que “algunos puedan pensar de otra manera”, ha considerado que sería engañarse no reconocer “una obviedad, que hay que desencallar un conflicto que dura ya demasiado tiempo”. “Después de tantas décadas de conflicto cada vez más países están reconociendo cuál es la posición más realista”, ha subrayado.
En este sentido, ha sostenido que “47 años deberían ser suficientes para entender que tenemos que mover nuestras posiciones”, en un mensaje dirigido al resto de grupos, que han criticado el giro del Gobierno respecto a la tradicional posición sobre el Sáhara, a quienes ha animado a “evitar activamente un agravamiento del conflicto y favorecer un marco de diálogo para una solución política acordada”.
“España tiene un interés especial en la resolución de este conflicto y no cabe seguir gestionándolo como una espera indeterminada”, ha afirmado. “Se trata de resolverlo y, sobre todo, en el contexto geopolítico actual”, ha incidido.
Sánchez ha dejado claro que “España no se ha desentendido de la causa del pueblo saharaui”. Al contrario, ha insistido, “hemos situado el debate donde creemos que debe estar, en la búsqueda activa de una solución política mutuamente aceptable dentro del marco de Naciones Unidas”.
También ha asegurado que se mantiene la solidaridad con los saharauis, para quienes España representa el principal donante de ayuda humanitaria, y ha adelantado que este año volverá a celebrarse el programa Vacaciones en paz del que se beneficiarán miles de niños saharauis.
Nueva etapa con Marruecos
Por otra parte, ha aprovechado para poner de relieve la nueva etapa abierta en la relación con Marruecos tras su viaje a Rabat del pasado 7 de abril, durante el que se reunió con el rey Mohamed VI y se firmó una declaración conjunta que será la hoja de ruta a partir de ahora.
El balance en los dos meses transcurridos, ha afirmado, “aunque provisional, podemos calificarlo de positivo”, destacando la reactivación de algunos grupos de trabajo sectoriales ya existentes, como el relativo a temas migratorios o el que busca delimitar las aguas territoriales en la fachada atlántica, y la creación de otros nuevos con vistas a reforzar la relación y preparar para antes de final de año la Reunión de Alto Nivel.
Sánchez ha destacado el compromiso por ambas partes en que la nueva fase se rija por los principios de “transparencia y comunicación permanente, con un canal abierto entre ambos siempre para aclarar cualquier malentendido y preservar la confianza”, así como en la vigencia de todos los acuerdos pasados y los que se puedan negociar en el futuro.
Además, ha destacado, “hemos asumido un compromiso de respeto mutuo” que se traduce en el hecho de que “en nuestro discurso y práctica política vamos a evitar todo aquello que sabemos que ofende a la otra parte”.
Críticas de los diputados nacionalistas canarios
La diputada de Coalición Canaria, Ana Oramas, en su turno, afirmó que nadie, ni siquiera el propio PSOE o los socios de investidura de Sánchez, comprenden el cambio de rumbo respecto al Sáhara y afeó que el ministro de Exteriores haya dicho recientemente que el encuentro en Rabat ya esté dando “sus frutos”, ya que, según Oramas, la llegada de migrantes a Canarias se ha incrementado un 52% en lo que va de año.
La diputada preguntó directamente al presidente Sánchez “si está negociando, ha negociado o tiene intención de negociar con Marruecos el reparto del aprovechamiento de los recursos mineros que se encuentran en los suelos marinos de las aguas cercanas a Canarias”.
En cuanto al diputado por Nueva Canarias, Pedro Quevedo ha mostrado la preocupación de su partido respecto a “las acciones unilaterales del Gobierno de Marruecos en contra de nuestros intereses, por ejemplo, en la delimitación de las aguas y en materia migratoria”.
Quevedo ha insistido en que su partido no rechaza las razones de buena vecindad con ningún país, incluido Marruecos, y ha reconocido ciertos cambios en los matices del discurso de Sánchez, al mencionar, por ejemplo, la carta de las Naciones Unidas, lo cual ha considerado un paso adelante.
Sin embargo, ha recordado que informaciones de los propios servicios de inteligencia españoles han afirmado que la presión migratoria y los pasos dados por Marruecos para apropiarse de aguas territoriales canarias, entre otras acciones, eran acciones únicamente dirigidas a conseguir que España cediera en su postura respecto al Sáhara, cediéndole al reino alauí su soberanía.
Quevedo ha reiterado que la única vía legítima en este proceso es reconocer el derecho del pueblo saharaui a la autodeterminación y que, mientras esto no se dé, no habrá estabilidad en la región, a solo 100 kilómetros de las costas canarias.
Críticas, también desde UPN, Foro Asturias, PCR, Navarra Suma y Teruel Existe
Por otro lado, el diputado de Navarra Suma Carlos García Adanero ha preguntado este miércoles al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, si “ha vendido” y “dejado a los pies de los caballos” a los saharauis porque está siendo “extorsionado” con datos que pudieran obtenerse con el 'pinchazo' de su teléfono móvil con el programa 'Pegasus'.
El navarro, expulsado de UPN, ha advertido a Sánchez de que no cuenta con mayoría parlamentaria para “rendir pleitesía” a Marruecos.
“¿A cambio de qué ha vendido al pueblo saharaui'”, ha preguntado: “¿Tenemos un presidente que está siendo extorsionado, secuestrado o cualquier otra cosa por los datos que contenía el espionaje a su teléfono?”.
También ha criticado el giro de postura sobre el Sáhara el diputado del Partido Regionalista de Cantabria (PRC), José María Mazón, quien ha reconocido “decepción”. “Con Marruecos lo más probable es sea pan para hoy y hambre para mañana”, ha advertido.
Por su parte, el diputado de Foro Asturias, Isidro Martínez Oblanca, ha afeado al Gobierno la situación económica de España y ha incidido en los problemas que sufren las regiones con mayor envejecimiento o despoblación.
También Tomás Guitarte, de Teruel Existe, ha reclamado al Ejecutivo que los terrenos de la España vaciada que acogerán la implantación de energías renovables eólicas reciban parte de los beneficios y se respeten sus patrimonios culturales y naturales. “¿Se están vendiendo los terrenos de la España vaciada al resto de Europa a cambio de los fondos europeos?”, ha preguntado.