La secretaria general de Podemos en Canarias, Meri Pita, ha acusado a Sí Se Puede de mentir y de utilizar al partido que dirige Pablo Iglesias “como un trampolín para encaramarse a las instituciones”, para después tratar de hacerse con las riendas de la formación morada en el Archipiélago.
Pita considera, en una carta enviada a la militancia de Podemos en las islas, como una “obviedad” que la entrada a las instituciones públicas de varios cargos de Sí Se Puede “solo fue posible gracias a su presencia en Podemos”. Una presencia que, recuerda, “nosotras aceptamos a cambio de que Sí se Puede se integrase totalmente en nuestro proyecto político hasta funcionar como una sola organización”.
Sin embargo, Sí Se Puede aseguró que nunca se comprometió a disolverse y anunció su intención de extenderse en Gran Canaria y Fuerteventura.
Para Pita, resulta normal que muchos de los inscritos en la formación morada “perciban con desconfianza las acciones de un colectivo que dice una cosa y luego hace la contraria, de un partido que no quiere ser Podemos, pero tampoco dejar de serlo”.
“Ha llegado la hora de asumir la realidad. Compañeros y compañeras, Si se Puede nos ha mentido”, manifiesta.
La secretaria general de Podemos en Canarias ha preferido comunicarse directamente con la militancia a través de una carta ante la “abrumadora campaña mediática puesta en marcha contra Podemos por parte de determinados medios de comunicación, centrada en los últimos meses en dar una visión interesada de lo que sucede en nuestra organización”.
“Mi intención es que conozcan la información que las televisiones, la prensa escrita y las radios del poder no cuentan sobre la supuesta crisis que vivimos en las Islas. Después, que cada cual saque sus propias conclusiones”, dice.
Un hecho insólito
Pita recuerda que meses antes de las elecciones de mayo de 2015 los partidos de izquierdas de Canarias asistieron a un hecho insólito, en referencia al nacimiento de Podemos. Un partido que en poco tiempo “agrupó a muchísima gente, barruntando la posibilidad de poner por primera vez en jaque al Régimen del 78 en unos comicios”.
Un “esperanzador panorama” que fue recibido de tres diferentes formas por sectores cercanos: Gente que se comprometió sinceramente con el proyecto y participó activamente en él; personas valoraron la aparición de la formación morada y decidieron trabajar conjuntamente de “igual a igual”, “manteniendo actitudes respetuosas con la identidad de cada formación y su estructura interna”, como la Plataforma por la Defensa de las Pensiones Públicas, la Plataforma por un Nuevo Modelo Energético, EQUO e Izquierda Unida; y por último Sí Se Puede.
Sobre ésta recuerda que entonces solo tenía implantación en unos pocos municipios de nuestra tierra, y que después de esta fecha logró obtener representación en varios ayuntamientos, cabildos insulares y también en el Parlamento de Canarias.
Pita afirma que, pese a que su objetivo era hacerse con las riendas de Podemos, Sí Se Puede no lo ha conseguido “gracias al trabajo y la honestidad de la gente que ha comprendido que Podemos es un proyecto mucho más amplio, concebido para sumar mayorías y no para reproducir viejas luchas de poder”.
“Solo por eso algunos de sus miembros le han declarado la guerra a Podemos. La guerra desde dentro, instrumentalizando los consejos ciudadanos en los que están presentes. Y la guerra desde fuera, trabando peligrosas alianzas con los medios de comunicación al servicio de la vieja política para trasladar una visión irreal de lo que sucede en nuestra organización con la esperanza de debilitarnos día a día, más y más”, sostiene.
Asegura haber solicitado al partido un encuentro para abordar “el problema” de la doble militancia y el hecho de que haya personas en la formación morada que “deban obediencia a dos partidos a la vez”. Pese a haber tratado con compañerismo a los cargos electos provenientes de dicha formación, haciendo un esfuerzo para que se integren, la única respuesta que lamenta haber recibido son “todo tipo de descalificaciones y ataques constantes”.
“Estoy convencida de que pronto estos problemas van a acabarse”, indica Pita, quien confía en que “ha llegado la hora de superar el falso debate que se ha generado acerca del futuro de un partido que por fin ha decidido lo que quiere y lo que no. Y está claro que lo que no quiere es formar parte de Podemos”.
Ante la “dura etapa” que se avecina, con la amenaza de nuevos recortes sociales, concluye que “vamos a necesitar de toda la inteligencia, de todo el entusiasmo y toda la fuerza de las personas que sentimos Podemos como la mejor herramienta para seguir defendiendo nuestro programa político en las instituciones y en las plazas, para construir una Canarias más justa y sostenible, más libre y al servicio de toda nuestra gente”.
A Podemos se le ha abierto en Canarias, por otro lado, la mayor crisis conocida desde su aún corta andadura, algo que así se puede afirmar tras conocerse este jueves la dimisión casi en bloque de los integrantes del Consejo Ciudadano Insular (CCI) de Tenerife, con catorce abandonos esta mañana de 21 integrantes, entre ellos el de la secretaria general insular, María Coll Álvarez.