El grupo político de Podemos en el Cabildo de Gran Canaria ha dado un paso más en su desvinculación de los dos consejeros tránsfugas que han permanecido en el pacto de gobierno con Nueva Canarias y Partido Socialista, María Nebot y Miguel Ángel Rodríguez, en contra de las directrices del partido en Canarias.
La formación morada ha renunciado a la asignación económica que le corresponde como grupo por esos dos consejeros, 5.036 euros al trimestre, ya que entiende que ha pasado de tener cuatro cargos electos en 2015 a estar integrado por solo dos desde el cese de Juan Manuel Brito y el abandono de Nebot. En cuanto al sustituto de Brito, Miguel Ángel Rodríguez, nunca ha llegado a integrarse en el grupo.
Podemos entiende que Rodríguez y Nebot deben ser considerados consejeros no adscritos. De ahí que no tenga derecho a percibir asignaciones económicas por ellos, solo por los dos consejeros que siguen bajo su disciplina, Miguel Montero e Ylenia Pulido, ambos destituidos de sus funciones de gobierno por el presidente, Antonio Morales (NC), durante la crisis desatada por la destitución de Brito.
La condición de no adscrita de Nebot la fundamenta el partido por el que ganó su acta de consejera en sus ausencias a las reuniones del mismo, además de su clara relación como dirigente en otra organización como es Sí se Puede en Gran Canaria, y que sólo se vincula políticamente al programa de gobierno con NC y PSOE.
Pero fundamentalmente, la decisión de Nebot el lunes 28 de febrero de no aceptar las directrices de Podemos en el reparto de áreas decidido internamente después de la salida de Brito del gobierno por su expulsión de Podemos, es el detonante ya definitivo para considerar esa fecha como la del abandono del grupo político en el Cabildo por parte de la ahora consejera de Igualdad y Participación Ciudadana.
Con respecto a Miguel Ángel Rodríguez, el planteamiento de Podemos al Cabildo de Gran Canaria es que ni siquiera llegó a formar parte de su grupo político en la Casa Palacio. El partido se quedó con tres consejeros el 8 de febrero, día de la dimisión en forma de cese por decreto presidencial de Juanma Brito, y con dos consejeros, el 28 de febrero, cuando Nebot rompe con las instrucciones del partido a la hora del reparto de áreas. Pero Rodríguez nunca entró para salir: fue nombrado consejero de gobierno por el presidente Morales sin el consentimiento de su partido.
De ahí que la formación morada maneje una lectura de la Ley de Cabildos en la que se especifica la consideración de miembros no adscritos de la corporación insular en su artículo 88. En su punto 1 se detalla que serán no adscritos los “que no se integren en el grupo político insular que se constituya por quienes formen parte de la candidatura electoral por la que fueron elegidos, los que abandonen su grupo de procedencia, y los que sean expulsados de la formación política que presentó la correspondiente candidatura”.
El argumento jurídico de Podemos ya está encima de la mesa de la Secretaría de la institución insular. Además, la línea roja que separa a Nebot y Rodríguez de Pulido, Montero y la dirección de Podemos alcanza también al deseo de estos de sentarse en ubicaciones separadas durante los plenos mensuales en la Casa Palacio.
Este viernes el Cabildo de Gran Canaria celebra su sesión plenaria de marzo, y antes de esa cita se espera que los servicios jurídicos de la administración insular y su secretaría den una respuesta, en principio negativa, a las pretensiones de Podemos de desvincularse de sus dos consejeros tránsfugas tanto en lo físico como en lo administrativo. Una respuesta positiva sería conceder a Nebot y Rodríguez la condición de consejeros insulares no adscritos a grupo político alguno.