El presidente de Radio Televisión Canaria, Santiago Negrín, ha elegido la modalidad más rápida para resolver por la vía expeditiva y discrecional el concurso de los servicios informativos de Televisión Canaria, dotado con 144 millones de euros para un periodo de ocho años. A la vista de los reparos y las dudas jurídicas manifestados recurrentemente por la mesa de contratación en sus últimas reuniones y la exigencia de esta misma semana de que anulara el concurso por alguna de las vías legales, Santiago Negrín ha optado por declarar nula la licitación pública que abrió el año pasado y, en su lugar, convocar un concurso negociado sin publicidad para consagrar lo que hasta ahora había intentado revestir de cierto aroma de legalidad: adjudicarlo a dedo.
En una resolución cargada de argumentación jurídica que se remonta incluso a dictámenes de 1999 de la Junta Consultiva de Contratación Administrativa del Estado (JCCA), Negrín informó este viernes a las tres empresas licitadoras (Videoreport Canarias, Nuntium y Liquid Media, que declaraba desierto el concurso admitiendo que la ambigüedad , la incongruencia y el oscurantismo del pliego de condiciones condujeron a que las concursantes traspapelaran entre los tres sobres datos que solo debían estar en el tercero de ellos (mejoras). Ambigüedades, incongruencias y oscurantismo que no solo se localizan en las bases iniciales sino también en las posteriores aclaraciones que el órgano de contratación, es decir, Negrín, fue emitiendo a requerimiento de los licitadores que aun así, terminaron equivocándose.
A disipar las dudas tampoco contribuyó mucho una consultora externa contratada a dedo por Santiago Negrín en contra del criterio de la mesa de contratación. En su reunión del pasado 1 de febrero, la mesa acordaba la contratación de Anatel Consultores para el análisis de la documentación presentada por los licitadores, y lo que finalmente decidía el presidente de RTVC era contratar a DataCDFox Communications. Algunas de sus actuaciones despertaron de inmediato los recelos de la mesa de contratación. Uno de sus miembros alerta en la última sesión del pasado día 21 de cómo esta consultora certificó en falso que una de las concursantes, Videoreport Canarias, actual adjudicataria participada por la editora de Canarias7, había cometido una irregularidad en la presentación de una de sus ofertas. Advertida de ese error por ese técnico, la consultora dio marcha atrás de inmediato.
Los miembros de la mesa llegan a hablar a lo largo de las reuniones mantenidas de “irregularidades jurídicas” que a juicio de la mayoría de los presentes debían haber desembocado hace tiempo en la suspensión del concurso mediante la fórmula administrativa de “desistimiento”. Una de las dos que la mesa, en su última reunión del pasado día 21, propuso a Negrín en unión de la que finalmente éste ha adoptado, la de declarar desierto el concurso.
No era esa precisamente la recomendación que le hizo el doctor en Derecho y abogado del Estado en excedencia Emilio Jiménez Aparicio, al que Negrín recurrió el pasado día 12 a la desesperada para tratar de encontrar una fórmula jurídica que le permitiera seguir adelante con el concurso tal y como lo habían diseñado él mismo y su mano derecha, la directora de Relaciones Institucionales de RTVC, Daida Rodríguez. El experto jurista cumplió meteóricamente con su cometido y en 48 horas dictaminó que las irregularidades detectadas por la mesa de contratación no merecían en absoluto la suspensión del concurso. Y lo considera así Jiménez Aparicio precisamente por los mismos motivos que venía detectando la mesa de contratación: la oscuridad de las bases del concurso que sitúa en la causa del error cometido por las licitadoras. Por lo tanto, al no ser atribuibles a los concursantes las irregularidades cometidas y sí al órgano contratante, nada aconsejaba declarar nula la licitación. Eso sí, el experto jurista salva a su cliente declarando “ajustados a Derecho” los pliegos de condiciones.
Antes de que mayo llegue
Antes de que mayo llegueEl informe, que era esperado por Daida Rodríguez como agua de mayo el 14 de marzo no cubría las expectativas y por eso no fue abordado por la mesa de contratación hasta el pasado día 21, pero con el resultado de su práctico total rechazo. Porque la decisión que se tomó fue la de elevar al órgano de contratación unipersonal, es decir, a Negrín, su determinación de que diera por finiquitado el concurso por cualquiera de las fórmulas legales permitidas. Y eso es a lo que se ha visto obligado Negrín.
Pero como su empeño es el de dejar adjudicado este concurso de 144 millones de euros antes de que expire su mandato el próximo mes de mayo, el presidente de RTVC ha decidido dar una vuelta de tuerca más a su trayectoria como gestor de este ente público poniendo en marcha un concurso negociado sin publicidad al que solo invitará a las tres empresas licitadoras que concurrieron al concurso ya anulado. Esta modalidad le permitirá a Negrín interpretar personalmente las bases del concurso (que habrán de ser otras), valorar las ofertas (que no se sabe si serán otras) y, finalmente, adjudicar. Todo ello sin someterse a las enojosas opiniones que en una mesa de contratación puedan manifestarle los técnicos o la secretaria del consejo rector, hasta ahora muy crítica con todo el procedimiento desde sus inicios. Esta modalidad no le obliga a publicar la convocatoria en ningún sitio (sin publicidad) a pesar de su cuantía y de su duración. Podemos ya ha anunciado que solicitará la semana que viene la comparecencia del presidente de RTVC ante la comisión de control en el Parlamento de Canarias.