El recuento final de las elecciones en Canarias, con un diputado que ha pasado del PP a Nueva Canarias casi en las últimas urnas, de madrugada, obliga al candidato de Coalición Canaria, Fernando Clavijo, a conseguir el apoyo la Agrupación Socialista Gomera (ASG) o cruzar su propia línea roja con Vox, si quiere volver a presidir la comunidad autónoma.
Hasta cerca de las 3.30 de la madrugada, el PSOE vencía las elecciones en las islas con 23 diputados, pero CC, el PP y el tradicional aliado de los nacionalistas en El Hierro, Agrupación Herreña Independiente (AHI), sumaban justo los 36 diputados precisos la mayoría absoluta en el Parlamento autonómico (19+16+1).
En el otro lado, el Pacto de las Flores que ha permitido a Ángel Víctor Torres gobernar los últimos cuatro años se enfrentaba a una debacle: el PSOE retrocedía dos escaños, NC perdía uno, Unidas Sí Podemos desaparecía del Parlamento (y con ellos sus cuatro diputados de 2019) y solo aguantaba la ola ASG, que repetía resultado, tres.
En ese primer recuento, el bloque de izquierda solo sumaba 31 escaños, lo que dejaba vía libre a CC y al PP a articular un gobierno alternativo sin necesidad de contar con Vox, partido que ha pasado de no tener ni un representante en las instituciones autonómicas y locales de Canarias a irrumpir en el Parlamento con cuatro diputados, entrar en varios cabildos y estar en los consistorios capitalinos.
Sin embargo, durante la madrugada se ha producido un trasvase de diputados en la circunscripción de Lanzarote que hace que el PP se quede con 15 escaños y Nueva Canarias pueda presumir de conservar su resultado de 2019, cinco diputados, aunque con el trauma que ha abierto en el partido que su líder, el expresidente de Canarias Román Rodríguez, todo un histórico, se haya quedado fuera del Parlamento.
Que el hipotético pacto CC-PP-AHU baje de 36 a 35 diputados abre un matiz relevante, porque una de las pocas líneas rojas que Clavijo se ha fijado públicamente durante la campaña (y desde meses antes, durante toda la legislatura) es su promesa de que no pactará con Vox.
Si no quiere cruzar esa frontera, el líder nacionalista deberá convencer al líder de la Agrupación Socialista Gomera, Casimiro Curbelo, de que es hora de formar otra mayoría, probablemente con otro signo político más acorde al que ha deparado este 28M en España.
Curbelo se ha pronunciado durante toda la campaña a favor de reeditar el pacto de progreso si los números lo hacían posible, pero siempre ha tenido buena relación personal y política con Clavijo.
Le apoyó para sacar adelante los presupuestos de Canarias durante los años en los que gobernó en minoría (2016-2019) y escuchó hace justo cuatro años su propuesta de un gobierno con el PP, hasta que el veto de Ciudadanos a apoyar a un imputado (Clavijo lo estaba entonces, hoy ya no) lo hizo imposible.
Como resultado, los 6.112 votos que sostienen a los tres diputados de ASG, el 0,69 % de los canarios que este domingo participaron en los comicios, pueden tener de nuevo la llave de gobierno en Canarias.
Para CC y PP, cerrar un pacto no solo tiene como premio automático conseguir el Gobierno de Canarias, sino que apuntala dos gobiernos de cabildos donde los nacionalistas han conseguido mayorías simples: Lanzarote (8+4 de 23 consejeros) y Fuerteventura (8+5 de 23).
Pero, sobre todo, les reporta dos premios extra de primer nivel: apartar al PSOE del gobierno del Cabildo de Tenerife y del Ayuntamiento de Santa Cruz, donde los socialistas han ganado por primera vez. En el Cabildo, sumarían 10+8 consejeros de 31, por 11 del PSOE; y en el Ayuntamiento, reunirían 9+5 ediles de 27, por 10 del PSOE.
Y todo ello, sin necesidad de contar en su ecuación con el voto de Vox para conformar mayorías absolutas en esas instituciones.