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El sí a Aznar, el no de Oramas a Sánchez o los vetos a Sumar y Vox: así ha variado la posición de CC desde 1993

La diputada electa de CC, Cristina Valido (2d), junto a la parlamentaria Ana Oramas (d) y al presidente del Gobierno de Canarias, Fernando Clavijo (2i) el pasado 23J. EFE/ Miguel Barreto

Jennifer Jiménez

Las Palmas de Gran Canaria —

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“Ni de izquierdas ni de derechas, nacionalista”. Así se define Coalición Canaria y así lo remarcó su actual secretario general, Fernando Clavijo, durante la campaña electoral. Unas semanas después, pactaba con el PP para desbancar del poder al partido más votado, el PSOE, y se hacía con el Gobierno de Canarias. La alianza marcaba la pauta de la posición que tendría este partido de cara a las elecciones generales. La fuerza de los nacionalistas canarios en el Congreso ha ido en decadencia desde la constitución de este partido en el año 1993, cuando tuvo hasta cuatro representantes en la Cámara. Ahora, solo cuenta con una diputada electa, Cristina Valido, pero en tiempos de pactos y de negociaciones para alcanzar una mayoría que permita gobernar, la posición de cualquier fuerza política cobra relevancia, en especial si se atiende al clima político que se ha polarizado en los últimos años tras la llegada de la extrema derecha, volviendo a abrir debates ya superados. Los vetos del líder de CC a apoyar gobiernos integrados por Vox o Sumar limitan sus posibilidades de ser clave en una investidura tanto de un candidato de izquierdas como de derechas. No obstante, el presidente del PP, Álberto Núñez Feijóo, se muestra convencido de que recabará su apoyo. 

Tras las elecciones del 28 de mayo, el mapa político en el Archipiélago y tantas otras comunidades autónomas giró a la derecha. Una ola a la que se subió CC sellando un pacto que ha hecho presidente de Canarias a Clavijo y vicepresidente a Manuel Domínguez (PP), con el que ha compartido parte de las líneas programáticas y del discurso electoral. Por ello, todo apuntaba a que daría también el sí al candidato popular para presidir el Gobierno estatal al que las encuestas daban mejores resultados de los cosechados. Fue precisamente esta posibilidad, entre otros motivos, lo que impidió una candidatura conjunta para estas elecciones generales con la otra formación nacionalista con fuerza en las Islas, Nueva Canarias. El partido de Román Rodríguez pretendía que, al igual que ocurrió en la pasada legislatura, cada formación actuara de forma independiente en la Cámara, pero CC imponía la “unidad de voto”, lo que significaría apoyar al candidato propuesto por su socio.

La posición de Coalición Canaria con respecto a las alianzas ha ido variando a lo largo de los años. El partido se impulsó precisamente tras una moción de censura al socialista Jerónimo Saavedra y en sus inicios en la Cámara Baja, en 1993, votó en contra de la investidura de Felipe González. Precisamente, el discurso inicial de este partido fue muy duro con los socialistas, partido que se encontraba en el poder. Después, en 1996, también con cuatro diputados en el Congreso, respaldó la investidura de José María Aznar (PP). Para ello, el que era en aquel momento presidente de Canarias, Manuel Hermoso, firmó un acuerdo con el entonces líder del PP con compromisos para las Islas como un nuevo modelo de financiación autonómica. Eran tiempos en los que la recién nacida coalición de partidos tenía grupo propio en el Congreso a pesar de no llegar al mínimo requerido de quince o de cinco siempre que hubiera obtenido el 15% de los votos en su circunscripción o un 5% de los votos del conjunto del Estado. Los partidos con más representación entonces “prestaban” alguno de sus diputados.

Coalición Canaria también contó con grupo propio en el año 2000 y volvió a votar a favor de la investidura de Aznar, con quien reeditaba el acuerdo. Por entonces, era diputado en las Cortes Paulino Rivero y Román Rodríguez, presidente de Canarias. Las relaciones con el PP se desgastaron con la decisión de Aznar de invadir Irak. “Desgraciadamente, empezamos a tener razón la gente que dijimos que esa guerra de invasión iba a generar más odio, más violencia, más inseguridad”, dijo Rodríguez en unas declaraciones recogidas por Efe. 

En 2004, los nacionalistas negociaron con Zapatero más “autogobierno” para Canarias a fin de apoyar su investidura y contar con buenas relaciones bilaterales. “Coalición Canaria fue protagonista de un acuerdo de legislatura que propició seguir avanzando en los objetivos que se había marcado desde que tuvo presencia en las Cortes Generales. Un nuevo incremento a la subvención al transporte de pasajeros y mercancías, la capacidad normativa sobre el IGIC o la Ley del Mar de Canarias siguieron engrosando los logros de los nacionalistas en Madrid”, recordaba recientemente en su blog Paulino Rivero. Durante esa legislatura, también contó con grupo en el Congreso, donde obtuvo tres representantes. Entonces, era diputado Román Rodríguez, que en 2005 pasó a constituir Nueva Canarias. 

En 2007, el grupo CC-NC quedó disuelto después de que Rodríguez se pasara al mixto. Lo hizo cuando se firmó el pacto entre Paulino Rivero (que dejó su acta de diputado en el Congreso y le sustituyó en la lista Ana Oramas) y el PP de José Manuel Soria para gobernar Canarias. En ese año mismo año se produjo una crisis en este partido nacionalista cuando el diputado Luis Mardones votó a favor de los Presupuestos Generales del Estado del ministro de Economía y Hacienda Pedro Solbes, y Coalición Canaria le abrió un expediente de expulsión el entender que no se podían apoyar las cuentas del PSOE y gobernar en las Islas con el PP. 

Ya en las elecciones de 2008, CC perdió más peso en el Congreso al obtener solo dos diputados por Santa Cruz de Tenerife y ninguno por la de Las Palmas. Se trataba de Ana Oramas y José Luis Perestelo. Mardones abandonó entonces la actividad política. Los nacionalistas canarios se abstuvieron en la investidura de José Luis Rodríguez Zapatero. Fueron los años de la crisis económica que finalmente precipitó el 15M, un adelanto electoral y la victoria de Mariano Rajoy (PP). 

El no a las prospecciones del PP 

En 2010, se rompe el pacto de Gobierno entre Rivero y Soria. En las elecciones de 2011, los nacionalistas pactarán gobernar en Canarias con el PSOE. En ese mismo año, Mariano Rajoy gana las elecciones generales y Coalición Canaria- Nueva Canarias obtiene dos diputados: Ana Oramas y Pedro Quevedo. CC se abstenía en su investidura y la diputada nacionalista pedía más compromisos con las Islas, como un nuevo Régimen Económico y Fiscal. Las relaciones entre CC y PP se encendieron con la intención del Gobierno de Mariano Rajoy de iniciar prospecciones petrolíferas en las costas canarias, que contó con el rechazo del Gobierno regional y de la sociedad. 

CC obtuvo solo el escaño de Oramas en 2016 y Pedro Quevedo conseguía el suyo al concurrir en la lista del PSOE en alianza con su partido. Fue entonces cuando los nacionalistas canarios de ambos partidos volvieron a ser decisivos en una investidura. Oramas mostró pronto su disposición a alcanzar un acuerdo con el PP y firmaron una “agenda canaria” con la intención de conseguir más votos. Quevedo se convirtió entonces en un diputado clave y finalmente votó en contra. “No nos podemos fiar de usted”, le dijo. Rajoy fue investido con las abstenciones de todos los diputados del PSOE, menos 15. 

La legislatura sí se caracterizó por las negociaciones entre el PP con ambos nacionalistas por separado para aprobar los presupuestos. Ya en 2018 se evidenciaron aún más sus diferencias en la votación de la moción de censura a Rajoy; CC primero anunció que votaría en contra ya que Clavijo llegó a asegurar que su partido no iba a “improvisar” y no prestaría su apoyo a la moción de censura para no ser “cómplice” de “radicales e independentistas”. No obstante, después cambió el sentido de su voto y se abstuvo, mientras que el diputado de Nueva Canarias votó a favor de la censura que aupó al poder a Pedro Sánchez. 

El expediente de Oramas 

En 2018, cuando se produjo esa moción de censura, gobernaba Fernando Clavijo (CC) en Canarias. Un Gobierno que empezó apoyado por el PSOE hasta que fueron expulsados del Ejecutivo. Coalición Canaria logró gobernar en minoría los dos años siguientes porque tenía garantizados los apoyos del PP y ASG hasta el final de la legislatura. La posición con el Gobierno de Pedro Sánchez siempre fue muy combativa. 

En verano de 2019 se consolidó la conformación de un cambio de rumbo en las Islas con el primer cuatripartito ratificado entre PSOE, NC, Podemos y ASG que elevó a la Presidencia a Ángel Víctor Torres. En ese contexto, tras la repetición de las generales de 2019, se produce la desobediencia de la diputada Ana Oramas al votar en otro sentido a lo decidido por su formación política.  

El Consejo Político de Coalición Canaria acordó en enero de 2020 que la diputada se abstendría en la investidura de Sánchez, pero finalmente Oramas decidió decir “no” generando una crisis en su partido y exponiéndose a su expulsión. “Quiero pedir disculpas a mi organización. Tenía que haber buscado la forma de que mi partido hubiera sabido previamente mi votación”, dijo desde la tribuna del Congreso.  Los sectores más progresistas afearon la decisión de la diputada y afirmaban sentirse engañados, por lo que pedían que fuera sancionada. Coalición Canaria abrió entonces expediente a la diputada y finalmente se resolvió con una multa de 1.000 euros. 

El veto a Sumar y Vox

Durante los últimos años, ha sido una constante que Coalición Canaria equipare a Podemos con Vox, siendo este último un partido que es abiertamente contrario a las autonomías y que propone cuestiones que atentan a los derechos y libertades, por las que también ha empujado el partido nacionalista en las Islas. El líder de CC, Fernando Clavijo, ponía a ambos partidos como líneas rojas de pactos en su campaña electoral. No obstante, el partido consiguió la alcaldía de Teguise en un pacto con el PP que fue apoyado por Vox desde fuera. En Güímar, es alcalde Gustavo Pérez (CC) gracias al apoyo de PSOE y Unidas sí Podemos. 

Tras las elecciones del 23 de junio, CC logró una diputada en el Congreso y NC se quedó a las puertas tras concurrir en solitario. El secretario general de CC, Fernando Clavijo, aseguró entonces que aunque aún es “muy prematuro hablar de acuerdos” su partido mantiene las líneas rojas que defendió durante toda la campaña electoral e insistió que no va a apoyar un Gobierno “del que forme parte Vox o Sumar”. “Si se articula una propuesta de Gobierno seria para España y que se comprometa con los problemas de los canarios y canarias nos sentaremos para hablar, siempre y cuando no forme parte del futuro Gobierno ninguno de los extremos”, remarcó. 

El secretario general de CC admitía en un comunicado que sí que se han iniciado los contactos con el PSOE, a través del ministro de la Presidencia en funciones, Félix Bolaños, y del candidato del PP, Alberto Núñez Feijóo, así como con otras fuerzas nacionalistas con las que asegura que ha intercambiado opinión sobre el escenario que se dibuja. El líder del PP, por su parte, que se conduce hacia una investidura fallida sí que se muestra convencido en que logrará el apoyo de los nacionalistas canarios. 

La diputada electa, Cristina Valido, también ha hecho hincapié en esa misma postura cuando le han preguntado los medios de comunicación. La nacionalista también remarca que su partido está dispuesto a “escuchar a todo el mundo” (menos a Sumar y a Vox), pero reiteró que las convicciones de su formación política son “claras” y pasan por “arrancar un compromiso” con los asuntos de Canarias por parte de quien pretenda gobernar España los próximos cuatro años.

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