Los tres diputados de la Agrupación Socialista Gomera (ASG) de Casimiro Curbelo, en conjunción con los cuatro obtenidos en las elecciones del domingo por Vox, se han convertido en esta ocasión en más decisivos que nunca. Los necesita ineludiblemente el posible pacto entre Coalición Canaria y el Partido Popular para sumar mayoría absoluta, establecida en el Parlamento canario en 36 votos, y esquivar un hipotético bloqueo institucional si, en el caso de no sumarse, Vox votara en contra de esa fórmula encabezada por Fernando Clavijo.
El reglamento del Parlamento de Canarias establece que la persona candidata a presidir el Gobierno de Canarias ha de superar en la primera votación para su investidura la mayoría absoluta de la Cámara, en este caso 36 votos. De no conseguirlo, a las 48 horas se celebraría una segunda votación en la que solo sería necesario que obtuviera más síes que noes, es decir, mayoría simple.
En el caso de tampoco alcanzarlos, quien presidiera la Cámara se vería en la obligación de convocar elecciones nuevamente, exclusivamente para el Parlamento, naturalmente.
La distribución de diputados y diputadas que arrojaron las urnas el pasado domingo permitiría a Coalición Canaria (19 actas) y al PP (15) formar Gobierno con la ayuda de la Agrupación Herreña Independiente (1), si a ellos se sumaran las 3 de ASG. Pero en caso de que Casimiro Curbelo no accediera a respaldar al eventual Gobierno de Fernando Clavijo, el bloque de derechas sumaría 35 diputados, es decir, la mitad exacta de la Cámara. Bastaría entonces con que los cuatro diputados de Vox se abstuvieran porque los noes serían solo 31 (los 23 del PSOE, los cinco de Nueva Canarias y los 3 de ASG).
Pero si Vox votara en contra de un eventual Gobierno presidido por Fernando Clavijo, este obtendría 35 diputados a favor frente a los otros 35 en contra, lo que desembocaría en la repetición de las elecciones si en el plazo de dos meses a partir de ese momento no se produjera un desbloqueo.
Sin embargo, el escenario parece alejar bastante esta posibilidad dado que Casimiro Curbelo ha mostrado total disponibilidad a dar su apoyo a un Gobierno de derechas, que ya apoyó en la VIII Legislatura (2015-2019), precisamente con Clavijo al frente. Y, por otro lado, Vox ya ha manifestado por boca de su líder local, Nicasio Galván, en una entrevista a La Provincia este martes, que la formación ultraderechista estaría dispuesta a apoyar a un Gobierno presidido por un nacionalista que, precisamente, solo lo ha vetado a él.
Tales negociaciones se van a desarrollar en un clima preelectoral provocado por el adelanto de las Generales anunciado este lunes por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Y no solo en Canarias sino en otras muchas autonomías y ayuntamientos donde el concurso de Vox será necesario para que prosperen gobiernos presididos por el Partido Popular, lo que ineludiblemente tendrá también traslación a Canarias.
Todo ha de estar despejado el próximo 27 de junio, cuando se constituirá la Cámara autonómica canaria, momento a partir del cual la persona que sea designada presidenta producto de las negociaciones previas entre las fuerzas políticas representadas, habrá de evacuar las protocolarias consultas para proponer al candidato al pleno parlamentario.