El diputado regional y presidente de Unidos por Gran Canaria (UxGC), Lucas Bravo de Laguna, recuerda que “el Parlamento de Canarias cuenta con 70 diputados; de los que nueve son elegidos en lista autonómica y los restantes 61 por circunscripciones insulares, con la siguiente distribución: 15 por Gran Canaria, 15 por Tenerife, La Palma, Lanzarote y Fuerteventura con ocho cada una, cuatro por La Gomera y tres por El Hierro.
Para Unidos por Gran Canaria (UxGC) esta modificación sólo ha servido para “aumentar el número de diputados, con el consiguiente incremento del gasto público”, ya que en la actual configuración parlamentaria no se aprecia un mayor peso representativo de las islas que aglutinan a la mayor parte de la población, Gran Canaria y Tenerife. “El gasto ingente, y superfluo, no sólo en salario de los nuevos diputados, sino también en dietas, billetes de avión, asignaciones a los partidos con representación y el coste añadido al proceso electoral, por el hecho de sumar una nueva urna con la papeleta de la Circunscripción Regional, retrata una reprobable lejanía de la realidad social del Archipiélago, con miles de personas bajo el umbral de la pobreza”, han indicado en una nota de prensa. Además, al incremento de diputados se ha sumado “la rebaja de los topes insulares, facilitando la creación de partidos en las islas menos pobladas, acentuando la diferencia del valor del voto de unos ciudadanos y otros, y dificultando la gobernabilidad”.
Según el criterio del presidente y portavoz de UxGC, “lo lógico sería volver a un Parlamento con 61 diputados -que son los actualmente vigentes por la distribución de la circunscripción de cada isla con representación-, y eliminar el tope insular de acceso al Parlamento, estableciendo un único tope regional del 3%”.
Por último, Lucas Bravo de Laguna anunció que “en el próximo Pleno del Cabildo de Gran Canaria se debatirá una moción para que se emita su criterio favorable a que, en la necesaria Ley electoral que debe aprobar el Parlamento de Canarias por mayoría de 3/5, se acepte la supresión, por innecesaria políticamente, de la circunscripción regional, con la consiguiente reducción del número de diputados a 61, y con la misma distribución insular que establece la Disposición Transitoria Primera del Estatuto de Autonomía, y, a la vez, se simplifique el criterio de las barreras electorales, limitándose al 3% de los votos emitidos en la suma de las islas”.
De este modo, no solamente “se produciría un ahorro millonario”, sino que, además, los electores podrán volver a elegir a los diputados regionales a través de una urna -y no de dos, como sucede desde la entrada en vigor del nuevo Estatuto de Autonomía-, “con lo que se facilitaría el voto al ciudadano”, concluyen.