La nueva Unión de Guardias Civiles de Canarias (UGC), adscrita al sindicato UGT, denunció este martes la falta de efectivos y planificación del cuerpo en el Archipiélago y criticó el modelo de policía autonómica que propone el Gobierno canario por nutrirse de la policía local.
El secretario general de la Unión de Guardia Civiles, Manuel Mato, expresó su perplejidad por el hecho de que un único agente se encargue de la vigilancia exterior de la cárcel de La Palma, con 70 reclusos, y los cien efectivos del cuerpo destinados en una localidad de Lanzarote dispongan de sólo dos coches patrulla. Así mismo, sólo dos guardias civiles se encargan de la seguridad del Aeropuerto de La Palma, que recibe al año cerca de un millón y medio de pasajeros, señaló Mato en una rueda de prensa para presentar el nuevo sindicato, en la que se aprovechó para recordar a los dos agentes asesinados por ETA el pasado fin de semana en Francia.
Mato indicó que la falta de efectivos es un problema general de todo el Estado y señaló que la asociación, que es la segunda en importancia por el número de guardias civiles asociados, les permitirá acceder a los “foros vetados” a través de la UGT, pues el “cuerpo sigue sin poder opinar” en España. Las nuevas leyes de asociación y de régimen disciplinario aprobadas por el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, con las que los guardias civiles podían haber conseguido igualar sus condiciones a las de la Policía Nacional, fueron calificadas como “retrógradas” por el secretario federal de la Federación de Servicios Públicos-UGT, Fernando Cabezuelo.
Según Cabezuelo, estas normas impiden situar al colectivo en el marco democrático que le corresponde, pues el cuerpo de la Guardia Civil es el “más desfasado” de los que constituyen las fuerzas de seguridad del Estado.
“Inquietud” ante la propuesta del Gobierno
En cuanto a la creación de la policía canaria, el miembro de la UGC José Juan González expresó la “inquietud” que existe en el cuerpo porque entre el 80 y el 90% de los efectivos que integran el sector de la Guardia Civil de Tráfico son canarios y con el modelo que se propone, que prescinde de estos agentes, temen acabar destinados en la Península.
Además, destacó la experiencia y formación de la sección de tráfico y defendió que constituye el personal mejor formado para la futura policía, con la que agregó Cabezuelo sí se contó, al igual que con los agentes de la Policía Nacional, para nutrir a los Mossos de Escuadra de Cataluña. Mato apuntó también el alto coste que supone formar a un agente de tráfico y que cifró en unos 10.000 euros, y consideró que sería un “mal Gobierno el de Canarias si permite que estos canarios tengan que emigrar de su tierra y desperdicia una plantilla especializada como la que dispone”.
El secretario de la FSP-UGT en Canarias, Luis Fernández, afirmó que el Gobierno canario “no sabe lo que quiere y no ha evaluado” un proyecto serio de policía autonómica, que se anuncia desde la época en que el alcalde de Santa Cruz de Tenerife, Miguel Zerolo, era consejero de Turismo del Ejecutivo canario. A su juicio, tanto el presidente del Gobierno canario, Paulino Rivero, como el consejero de Presidencia, Justicia y Seguridad, José Miguel Ruano, aún desconocen cómo y qué materias abordará la futura policía y emplean esta cuestión para desviar la atención de los ciudadanos sobre otros problemas.
Fernández consideró que el Gobierno canario lo que debe hacer es potenciar a las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado.