Ante los sucesos de la última semana relacionados con el fallecimiento de una niña en Tenerife por varios errores en el diagnóstico y en la calidad asistencial, los Verdes-Grupo Verde han pedido a través de un comunicado la dimisión de la consejera de Sanidad del Gobierno de Canarias, Mercedes Roldós. La menor de 3 años murió el pasado jueves y el novio de su madre fue acusado de haberla maltratado, si bien, ahora ha quedado en libertad sin cargos.
El portavoz de la formación en Tenerife, Octavio Hernández, señaló que “lo ocurrido es una fotografía del miserable gobierno que hemos permitido los canarios, de la miseria moral y humana que se ha instalado en nuestra sociedad de la mano de unos gobernantes que hace tiempo sustituyeron las explicaciones de sus mala gestión por la lágrima fácil ante los sufrimientos de las personas”.
Hernández consideró que “la imagen de Canarias ha quedado muy degradada y alguien tiene que asumir la responsabilidad por el espantoso resultado de esta cadena de errores intolerables”. El portavoz de Los Verdes añadió que “el tratamiento informativo fue deleznable y vergonzoso en algunos medios, cuyos defectos y virtudes han quedado retratados”.
Desde la televisión pública canaria, el gobierno autonómico “es responsable de que se haya cultivado sistemáticamente la frivolidad sustituyendo la información con un constante recurso a los sucesos, y han acabado cayendo en el más espantoso ridículo siguiendo su propio guión de demagogia, con anuncios de personación judicial y minutos de silencio incluidos, haciéndose partícipes de una tremenda injusticia”, expuso.
Octavio Hernández señaló que “no podemos quedarnos solamente con la necesaria reflexión entre los profesionales de la comunicación, porque existe una responsabilidad del máximo gestor autonómico del sistema sanitario y una obligación moral de asumirla en nombre del Gobierno ante lo ocurrido”. Hernández justificó esta petición de dimisión de Mercedes Roldós “porque ha habido una cadena de fallos que apuntan a la caída en la calidad asistencial de todo el sistema público a consecuencia de una determinada política sanitaria, la muerte de esta niña pudo haberse evitado, pero puede haber muchos otros casos que quedan en el anonimato del sufrimiento privado, simplemente porque no son presa de publicidad escabrosa, sino el producto final de una determinada planificación, de un determinado concepto de gasto, de dotación presupuestaria, de gestión urgente de obras, personal y servicios en el sistema público sanitario”.
El portavoz de Los Verdes indicó que Mercedes Roldós “debe dar también la cara en nombre del Gobierno por los profesionales que se equivocaron, independientemente de la negligencia individual que les sea achacable, porque todo el sufrimiento causado es derivado de una política sanitaria que ha hecho posible una cadena de errores tan tremenda como la ocurrida”.