La presidenta de la Comunidad de Madrid va ganando, al menos por el momento, la batalla del relato dentro de la crisis de su partido, el PP. Al menos eso es lo que parece deducirse de lo que responden los votantes de ese partido al sondeo de Ágora Integral para Canarias Ahora cuando se les pregunta “desde su punto de vista, ¿cuál sería el mejor candidato o candidata para presidir el PP?” Las respuestas arrojan un resultado muy reñido, pero la ventaja es para Isabel Díaz Ayuso: un 45,6% de las personas encuestadas la prefieren, frente al 40,8 que se decantan por Alberto Núñez Feijóo.
Muy alejado de ambos, con un 6,8% de respuestas a su favor, aparece el actual presidente de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno Bonilla.
Es evidente que Díaz Ayuso ha colocado adecuadamente entre los votantes y simpatizantes de su partido el discurso de que ella ha sido víctima de un ataque “cruel” orquestado desde la dirección nacional del PP, con Pablo Casado y quien fuera hasta esta semana secretario general de la formación, Teodoro García Egea. No ha calado, al menos entre el electorado conservador la versión que han ofrecido estos últimos de que trataban de investigar un presunto caso de tráfico de influencias en torno a la presidenta de la Comunidad de Madrid y su hermano mayor, Tomás Díaz Ayuso, en un contrato para la compra de mascarillas que sigue bajo sospecha y que ya está en manos de la Fiscalía Anticorrupción por iniciativa de la oposición de izquierdas en la Asamblea de Madrid.
La corrupción preocupa por barrios
La corrupción preocupa mucho a los votantes de todos los partidos, de acuerdo con este sociobarómetro de Ágora Integral para Canarias Ahora. Puestos los encuestados frente a la tesitura de elegir si es más grave ese problema que la mentira, la respuesta se decanta masivamente por condenar la corrupción: el 71% de los encuestados la denosta frente a la mentira, que solo es rechazada por el 23,6%.
Pero no tienen la misma sensibilidad hacia la corrupción los votantes del PSOE (76,1%) o de Unidas Podemos (71,4), que los del PP (69,9) o los de Vox (66,7). La mentira está más castigada entre los votantes de la ultraderecha (28,6%) que entre los del PSOE (20,4).