A todo volumen

Avicii pinchando en el set de Tomorrowland.

Alexandra R. Cifre

Las Palmas de Gran Canaria —

Si en los años 70 le hubieran dicho a los pinchadiscos que en el siglo XXI serían aclamados como auténticas estrellas de rock, más de uno se habría desmayado. Desde hace una década la música electrónica ha cogido carrerilla hasta acaparar las listas de éxitos de todo el mundo, los mp3 de todos los jóvenes –y muchos adultos– y los altavoces de todas las discotecas. Provenientes sobre todo de Países Bajos, Inglaterra, Francia y Alemania, los mejores DJs y productores recorren continentes enteros con su portátil y su mesa de mezclas en la maleta para hacer vibrar al público al ritmo de sus creaciones. A una escala menor en cantidad pero no en calidad, la cantera de jóvenes DJs canarios también viene pisando fuerte.

Con 19 años recién cumplidos, Javier García Ramos –o Javi Row, como es conocido en las cabinas– ya es DJ y productor de sus propios temas, algunos disponibles en iTunes y Spotify. Este joven grancanario puede presumir de haber pinchado en algunos de los locales más importantes dentro del panorama de la música electrónica, como son el Blue Marlin de Ibiza o el Rondel Bern Club en Suiza y ha participado en una fiesta organizada por la MTV en Zúrich. ¿Con tan sólo 19 años? “Sí, sé que soy muy joven, pero llevo desde los 14 años metido en este mundillo y gracias al trabajo constante he logrado ir metiendo el pie poquito a poco”, reconoce. Antes de mover su portátil y su mesa de mezclas por diferentes ciudades, Javi Row intentó dar sus primeros pasos en su isla natal colaborando con Radio Faro del Noroeste, hasta que en 2011 lo llamaron para pinchar en el carnaval internacional de Maspalomas ante ocho mil personas. Gracias a un vídeo que le grabaron durante su intervención en uno de los mogollones principales, que posteriormente fue difundido por las redes sociales, empezó a forjar su propio nombre como DJ.

Sin embargo, pronto sus inquietudes empezaron a dirigirse hacia un tipo de electrónica que en Canarias no es tan aceptada: “Aquí tenemos un ocio basado en la música comercial y la electrónica es más cerrada, por lo que me he enfocado hacia otros escenarios donde se valora un estilo más underground, que es el que a mi me realmente me gusta”. De esta forma, el joven DJ se ha centrado en conseguir visibilidad en otros países europeos como Inglaterra, Suiza y Alemania donde se siente “más a gusto” con un público que “va más allá del reguetón y lo comercial”, por lo que ahora apenas pincha en las Islas.

El que sí se está dando a conocer bastante a nivel regional es Cristian Perera Moray. Otra joven promesa de 20 años que, bajo el nombre de DJ Moray, lleva tiempo colaborando en diversas fiestas y eventos por toda Gran Canaria, además de producir sus propia música electrónica orientada a los ritmos houseros y eléctricos. Asegura que su pasión por la música le viene desde pequeño cuando bailaba al ritmo de las canciones de Michael Jackson, y que con los años fue despertando dentro de él un interés por la música electrónica y todas sus influencias. El año pasado trabajó como residente en el evento Fashion Loves Music celebrado durante el verano en el sur de la Isla, y además es uno de los pinchadiscos más solicitados en el Mojo Club, las Salinas, Marea Baja, la Marina y Monte 70.

En muchas de esas fiestas ha coincidido con Dara Ortega, una publicista que llegó “de rebote” al mundo de los ritmos electrónicos, según cuenta. Después de varios años ganando experiencia en su profesión fuera de Gran Canaria, volvió a su isla donde empezó a compaginar sus dos actividades favoritas: la publicidad y la música. Aunque es consciente de que no producir “es una limitación profesional”, señala que lo que realmente le gusta es pinchar: “Soy una persona muy inquieta y me canso de las cosas rápido, me volvería loca si tuviera que estar trabajando sobre una melodía o base rítmica más de dos semanas. Por eso me gusta pinchar, porque puedo cambiar de tema cada tres minutos”. Dara se enfrenta a una realidad dentro de este mundo prácticamente dominado por hombres, ya que ella es una de las pocas mujeres que pincha en Gran Canaria, pero a nivel internacional también hay muy pocas DJs femeninas que logren alcanzar la fama. Sin embargo, confiesa que se sintió aliviada cuando un promotor le aseguró que la contrataba porque ponía buena música y sabía levantar al público, no por ser mujer: “Ha sido uno de los mayores cumplidos que he recibido como DJ, me alegra saber que no soy vista en la cabina como un adorno”.

Ellos tres son un ejemplo de todos los jóvenes que están abriéndose camino entre las inmensas posibilidades que ofrece la música electrónica. Los hay que rozan la treintena y en tan sólo un par de años han dado a conocerse, como Marco Márquez, Pablo y Guille Rojas, Javier Freniche, pero también algunos que llevan un largo recorrido a nivel regional, nacional e, incluso, internacional, de entre los que destacan Héctor Couto, Javier Carballo, Frank García y Andrés La Rocka, uno de los organizadores de eventos de música electrónica más populares de Canarias.

Mamá, quiero ser DJ

Mamá, quiero ser DJLa revista británica DJmag, la publicación de referencia para productores, promotores, aspirantes a DJ y amantes de la música dance en general, elabora anualmente el ranking de los 100 mejores DJ del mundo. Según la Top 100 DJ Poll de 2013, los dos primeros puestos los ocupan los neerlandeses Hardwell y Armin van Buuren, les sigue de cerca el sueco Avicii que con 24 años es el pinchadiscos más joven que ha logrado entrar en el top 10 de la lista, en el cuarto lugar se sitúa el sueco Tiësto y en el quinto el archiconocido David Guetta. El francés, autor de temas con los que ha conseguido el número 1 en las listas de todo el mundo –When love takes over, I gotta feeling, Titanium o su último single Shot me down, son solo un ejemplo de la larga lista de éxitos del DJ y productor–, ha impulsado la electrónica al nivel de música de masas, siendo también sus sesiones unas de las más cotizadas, con un caché de 120.000 euros por dos horas y media de sesión.

Ante este panorama no es de extrañar que muchos jóvenes hayan abandono la idea romántica de convertirse en jugadores de fútbol para centrar su sueño en triunfar en el mundo de la música electrónica. Un mundo que hasta hace unas décadas parecía estar reservado a unos pocos, pero que con los avances de la tecnología ha puesto a disposición de casi cualquiera, ya que con un ordenador y un programa informático se puede pinchar y producir música tanto en una discoteca como en tu propia casa. Así han empezado la mayoría de DJs que hoy en día se postulan como gurús de la música electrónica a nivel mundial. Y así han empezado también muchos de los jóvenes que pretenden seguir sus pasos.

Ante el creciente interés de formarse en este ámbito, el Ministerio de Educación ha impulsado el ciclo medio de Videodeejay y sonido que se ha estrenado en este curso 2013-2014 en el Instituto Politécnico de Las Palmas de Gran Canaria. El profesor Alberto Cartagena, que imparte la asignatura de planificación de sesiones de videodeejay, explica que con este ciclo pretenden darle la categoría y seriedad que merece la profesión de DJ y formar a los alumnos para que puedan desempeñarse en varios horizontes laborales, no solo para trabajar en una discoteca o en una boda, sino también en una emisora de radio o como auxiliares de cámara y sonido en eventos. “Con estos estudios los futuros DJ no solo se dedicarán a pinchar música, sino que serán capaces de crear todo un espectáculo audiovisual”, subraya Cartagena.

Muchos podrían cuestionarse qué valor añadido ofrece estudiar dos años este ciclo cuando hasta ahora todos los jóvenes que están sobresaliendo en el panorama regional y nacional han sido autodidactas. Dara Ortega reconoce que una base teórica no es “absolutamente necesaria”, pero que le parece una forma “genial” de iniciarse y ver todas las posibilidades que ofrece la profesión. Moray también apoya la idea y lo ve como “un punto a favor”, pero opina que los DJs que aprenden solos y salen para adelante tienen mucho más mérito por todo el esfuerzo que conlleva.

El profesor Alberto Cartagena coincide en que la formación autodidacta tiene muchas ventajas, sobre todo porque se trata de gente que lo hace porque está muy motivada a aprender, pero señala que a su vez estas personas tienen muchas carencias. Además, resalta que aquellos que realicen el ciclo medio de Videodeejay contarán con un título oficial y homologado a nivel europeo y que, además, en el instituto ponen a disposición de los alumnos todos los medios técnicos necesarios para que puedan desarrollarse como profesionales.

¿Una profesión de ensueño?

¿Una profesión de ensueño?Tanto si es a través de formación reglada como aprendiendo por su propia cuenta, todos tienen un objetivo común. Pinchar en Ibiza o Tomorrowland –considerado el mejor festival de música electrónica, se celebra en Bélgica con una media de más de 180 mil visitantes cada año– puede significar la cúspide para muchos de ellos, pero para llegar hasta ahí hace falta, sobre todo, “esfuerzo y mucha constancia”, asegura Javi Row. El joven DJ grancanario afirma que hay muchísima competencia por ahí fuera y gente muy buena queriendo triunfar en lo mismo, pero la única forma de sobresalir es “hipotecando tu vida a la música y luchar por tu sueño”. Además, una de las cuestiones clave son los idiomas. Javi Row ha tenido la suerte de pinchar en varias ciudades europeas y ahora mismo colabora reproduciendo sus temas y como locutor en streaming en la radio londinense Diplomatic, y reconoce que sin conocimientos de inglés no podría haber hecho nada de esto: “Un DJ que no sepa inglés lo tiene bastante crudo”, sentencia.

Dara Ortega lamenta la reputación que se le está dando a la profesión en algunos aspectos, ya que, bajo su punto de vista, la mayoría de promotores nocturnos en España no buscan alguien que ponga buena música sino que les interesa más que le llene la sala y le dé publicidad, lo que ha provocado el boom de DJs famosos “con cachés ridículamente astronómicos” como Paquirrín o Paris Hilton. En la misma línea, Moray anima a los jóvenes a probar suerte en el mundo del ocio nocturno, pero “con cabeza” ya que para él ser DJ es mucho más que “comprarse un ordenador, instalar dos programas y apretar botones”.

En todo caso, las redes sociales están siendo un gran impulso para la gran mayoría de estos amateurs de la música electrónica. Gracias a portales como Soundcloud y Mixcloud los jóvenes pueden expresarse y compartir su música con gente de todo el mundo y exponerse a las críticas, tanto buenas como malas. La constancia mezclada con una pizca de suerte podrían dar resultados muy satisfactorios para los aspirantes a DJ y productores porque, tal y como asegura Javi Row, “si te lo propones puedes conseguirlo, hay un montón de oportunidades ahí fuera que te pueden cambiar la vida, solo es cuestión de prestar atención y saber aprovecharlas”. El joven DJ destaca que el apoyo tanto de padres como amigos también es fundamental, ya que sin ellos no podría haber llegado donde está ahora. Recuerda cómo su familia al principio estaba temerosa de que su hijo se metiera tan pronto en el mundo de la noche, “y es normal porque por ahí corren muchas historias de DJ que se meten droga para poder aguantar largas sesiones pinchando, pero hay de todo, algunos sí pero la gran mayoría no”, puntualiza.

De todas formas, la fórmula del éxito no depende de una única variable, sino de miles. Para Dara Ortega hay dos tipos de personas que triunfan en este mundo: los que tienen talento musical y los que saben atraer a la gente a sus fiestas como buen reclamo publicitario. El que sepa combinar esas dos cualidades será, según ella, el DJ perfecto. Pero Moray opina que esta no es al cien por cien una profesión de futuro “incluso aunque hayas llegado a lo más alto”. Sí es cierto que la recompensa económica es más que evidente viendo los cachés que manejan los grandes productores de música electrónica, como en el caso de Tïesto, quien encabeza la lista de los pinchadiscos más ricos del mundo elaborada por la revista Forbes, con una fortuna de más de 18 millones de euros. Pero el DJ grancanario aconseja compaginar el trabajo en fiestas y eventos con estudios en algún otro campo para tener un mejor futuro. Este consejo también lo ha seguido al pie de la letra Javi Row, que aparte de centrarse en su música está estudiando la carrera de Derecho, como hicieran también en su momento David Guetta y Armin van Buuren.

Con la música a otra parte

Con la música a otra parteSe dice que nadie es profeta en su propia tierra, y esta máxima la comparten casi todos los jóvenes DJs que están ahora mismo intentando ganar popularidad en las Islas. Dara Ortega afirma que no es que sea más difícil triunfar aquí, sino que existen menos ventajas y ayudas, y lo mismo opina Moray: “Todas las oportunidades están en las grandes ciudades, esto es un archipiélago y es necesario salir fuera, además que el factor suerte en las islas es un punto muy fuerte”. Asimismo, resalta que en Canarias podrían explotarse sitios fantásticos donde poder pinchar, hacer fiestas y todo tipo de eventos, pero por razones que desconoce no se termina haciendo.

Javi Row tiene una respuesta contundente a este problema: “Lo que le interesa a los dueños de las salas es que vaya gente y no la música que se pincha o la calidad del DJ. Fuera te pagan por tu trabajo que es pinchar y estás considerado un artista, no un promotor de fiestas. Bastante curro es producir tu propia música y hacer buenas mezclas como para que encima te pidan un plus por traer gente”. También lo achaca al tipo de música que pinchan en estos eventos, ya que asegura que Canarias podría ofrecer un ocio nocturno de calidad si copiara el modelo de Ibiza, dirigido a un público más selecto y sofisticado, con una estética musical mucho más cuidada, “no limitarnos a poner música comercial y reguetón en carpas sobre suelo de tierra”. Además, recalca la importancia de conocer bien este tipo de música, ya que mucha gente habla de electrónica como un sinónimo de bakalao, cuando la realidad es que comprende multitud de géneros (ambient, electro, disco, house), subgéneros (electro punk, new rave, acid house, bakalao, techno, trance) y estilos que han ido variando a los largo de los años.

Javi Row también se lamenta de que en Canarias no se le den oportunidades a jóvenes talentos, motivo por el que terminan marchándose: “Fastidia que te valoren tanto fuera y que aquí te pongan la zancadilla”. De cara al futuro, él mismo se ve saliendo de Gran Canaria para buscar su hueco en otras ciudades o países de Europa. De momento todo apunta a que será así, ya que si gana el concurso de DJ organizado por Coca-Cola y Burn, en el que ha quedado entre los cinco finalistas, conseguirá una residencia en Ibiza para este verano donde podrá pinchar en unas de las salas más importantes y asistirá a masterclases de formación impartidas por DJs de la talla de David Guetta y David Jones. “Este es uno de esos trenes que solo pasan una vez en la vida, ¡y tengo que aprovecharlo al máximo!”, expresa el joven DJ.

Los que no se subieron a un tren sino a un avión fueron Pablo y Guille Rojas, primos, DJs y productores de 28 y 24 años, conocidos como RedFam. Hicieron las maletas y se marcharon a Berlín a perseguir su sueño después de analizar cómo estaba el panorama en Canarias. “Es verdad que todo hay que ganárselo en esta vida, pero en las Islas muchas veces se mira más quien es amigo de quien”, señala el dúo. Afirman que en Berlín se les reconoce mucho más el esfuerzo si hacen buenos trabajos, que es al fin y al cabo lo que ellos esperan de esta profesión: “No queremos ganar un pastón con todo esto, mientras nos de para vivir solo queremos pinchar y hacer música, que es nuestra pasión, y hacer que la gente disfrute con nuestras sesiones y quiera repetir”.

La isla de la música electrónica

La isla de la música electrónicaExiste un destino con el que sueñan todos los amantes de la música electrónica: Ibiza. A parte de embelesar a sus visitantes con calas de arena blanca y aguas cristalinas, la isla balear se ha convertido en la meca del ocio nocturno, donde Amnesia, Privilege y Space no son solo términos en inglés, sino lugares de culto que albergan las mejores fiestas y eventos del mundo.

Desde que en los años 60 se explotara como destino para la comunidad hippie internacional y se posicionara como el lugar idóneo para estilos de vida libres, Ibiza ha experimentado un desarrollo progresivo hacia un turismo más especializado y exclusivo. Hasta ese punto del mar Mediterráneo acuden personas de todo el mundo con la intención de pasar el mejor verano de sus vidas rodeados de gente que comparte un objetivo común: vibrar al ritmo de la música electrónica sin descanso.

Lujo y diversión se dan la mano en las fiestas más sonadas del verano, como las que se celebran en el Ushuaia Hotel Beach, un complejo hotelero rodeado por el mar que desprende diseño y ostentación en cada rincón; la discoteca Privilege, con un gigantesco aforo de 10.000 personas que la convierten en la más grande del mundo y donde tiene lugar la SuperMartXé, el evento conocido como el “Teatro de los sueños” por su atmósfera cargada de surrealismo y misticismo; Blue Marlin, uno de los locales más exclusivos de la isla dirigido a un público más elitista que destaca por sus sesiones de música electrónica chill out y experimental y por su decoración en blanco al más puro estilo ibicenco; y, cómo no, la discoteca Pachá, una de las más famosas del mundo desde que abriera sus puertas en los años 40.

Allí se dan cita DJs de la talla de David Guetta, Tïesto, Marco Carola, Karl Cox, Guy Gerber o Paul Rich para amenizar los días y las noches de los miles de visitantes que pisan cada año Ibiza. No es de extrañar que las jóvenes promesas sueñen con adentrarse en este templo de la música electrónica. “Una vez que pinches allí, obtendrás reconocimiento para toda la vida, además que es una experiencia inolvidable”, asegura Javi Row.

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