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Gran Canaria extrema

Skydive en Gran Canaria con el Teide de fondo. | SkyDive GC

Alexandra R. Cifre

Las Palmas de Gran Canaria —

Si de algo pueden presumir las Islas Canarias es de sus grandes y bellas extensiones de terreno donde poder disfrutar del paisaje y el medio mientras algunos aprovechan para ponerse en forma. El abanico de actividades y zonas es tan amplio como personas que buscan diferentes opciones para mantener un estilo de vida saludable, especialmente para aquellos que buscan la cara más atrevida y extrema del deporte.

Para los amantes de las emociones fuertes, Gran Canaria se presenta como el escenario perfecto donde poder sumergirse y descubrir el inmenso océano que la rodea, recorrer su orografía de norte a sur o disfrutar de su redondo perfil desde el aire. Diferentes empresas establecidas en la isla se han especializado en ofrecer actividades consideradas como deporte extremo para saciar las ansias de estos adictos a la adrenalina, entre las que engloban aquellas que comportan un cierto grado de peligrosidad y dificultad por las condiciones en las que se practican y que implican también cierta dosis de exigencia física y mental.

Una isla para los más aventureros

A principios del siglo XX el escritor grancanario Domingo Doreste, conocido como Fray Lesco, describió a su isla natal como un “continente en miniatura” debido a la enorme variedad de ambientes y contrastes que presenta. Ha pasado más de un siglo desde que el también discípulo de Miguel de Unamuno rebautizara de esa forma a la tercera isla más grande del archipiélago canario, y con el paso del tiempo dicha afirmación ha ido cobrando vida en todos los sentidos. Su excepcional clima, con temperaturas suaves y estables a lo largo de todo el año, y su variada orografía hacen de Gran Canaria el mayor pabellón deportivo al aire libre donde practicar un sinfín de deportes de aventura. Con sus 200 kilómetros de litoral costero y una extensión de casi 80 kilómetros de diámetro, cada año miles de deportistas profesionales y noveles buscan vivir nuevas aventuras aprovechando al máximo los recursos naturales que ofrece la isla redonda: barrancos, cuevas subterráneas y submarinas, senderos entre montañas, terrenos escarpados...

Jacob Cabrera, coordinador y monitor de WalkCAN Discovering Canaries, afirma que “definitivamente, la isla de Gran Canaria, dada su característica orografía, clima, sistemas de comunicación, tiendas de material técnico, diversidad alojativa y servicios complementarios se presenta como un destino y lugar perfecto para la práctica de deportes de aventura”. Como muchas otras empresas en la isla, el equipo de WalkCAN se ha especializado en satisfacer los deseos de locales y turistas que buscan vivir nuevas e intensas emociones en entornos completamente diferentes, “de mano de personal cualificado que les transmitan confianza y seguridad”, añade Cabrera.

Seguridad y confianza, dos términos que deben ir implícitos a la hora de practicar este tipo de actividades que conllevan un cierto grado de riesgo o peligro. Así lo asegura Cristian Fernández, técnico deportivo de Aventura en Canarias: “Contando con la experiencia, la instrucción y el material adecuado, se logra disminuir los riesgos al mínimo para extraer de este tipo de deportes toda la adrenalina que tu cuerpo necesita y convertirlos en pasatiempos divertidos y saludables”. Coincide también con Jacob Cabrera en que Gran Canaria es el lugar perfecto para las personas que quieren experimentar la adrenalina en estado puro y poner a prueba sus propios límites, pero lamenta que “no hay facilidades y los permisos son siempre un problema”. Según el instructor de Aventura en Canarias, existe una especie de “vacío legal” en cuanto a la realización de algunas de estas actividades deportivas y que muchas veces no saben a quién tienen que pedir permiso, o si deberían hacerlo, a la hora de preparar el material sobre laderas, puentes y demás infraestructuras para hacer escalada o puenting, por ejemplo.

Tanto en disciplinas practicadas en montaña como aquellas que se realizan a vista de pájaro, todas tienen diferentes niveles en cuanto a exigencia física, técnica y de conocimientos. “Las actividades ofrecidas normalmente son para personas que buscan un primer contacto, por lo que la dificultad y exigencias físicas son relativamente bajas. Los usuarios normalmente sólo deben de preocuparse de disfrutar de la actividad tras recibir unos conocimientos básicos, ya que en las situaciones más técnicas siempre estarán asegurados por el personal técnico presente en la actividad”.

A vista de pájaro

Francisco Romero, instructor de paracaidismo de SkyDive Gran Canaria, asegura que “muchos desean con locura realizar un salto al menos una vez en la vida, otros consideran que es un riesgo que no deben tomar y los hay que son unos auténticos adictos a este deporte que lo practican con frecuencia. Lo cierto es que provoca sentimientos encontrados y la emoción de saltar al vacío le quita el sueño a más de uno”. Romero explica que el paracaidismo siempre ha sido visto como uno de los deportes más arriesgados y peligrosos que existe, sobre todo porque el aire es el único medio que no controla el ser humano de forma natural, pero que hoy en día gracias a la fiabilidad de los equipos y los altos niveles de control en los que se realizan los saltos se ha convertido en una práctica muy segura. “Cualquier riesgo que pueda haber es por no respetar las normas básicas de seguridad”, añade.

Una de las actividades más solicitada en Gran Canaria es el paracaidismo, bien sea en caída libre con el paracaídas cerrado o, al contrario, lanzándose con el paracaídas ya abierto. Esta práctica, que en sus inicios fue pensada para uso exclusivamente militar, ha ganado popularidad con el paso de los años no sólo por las emociones fuertes que uno consigue vivir al sobrevolar la isla redonda en este caso, sino también porque los avances tecnológicos han permitido que haya cada vez más seguridad en su realización así como mejores materiales para la fabricación de los paracaídas que permiten tener un control absoluto.

Francisco Romero cuenta que la mayoría de usuarios que contactan con SkyDive Gran Canaria para contratar sus servicios suelen ser noveles. Para las personas sin experiencia se organizan los saltos en tándem, de forma que el aficionado se equipa con un arnés que se engancha al paracaídas del instructor para realizar la caída libre juntos. Por poco más de 200 euros uno puede experimentar la sensación de caer al vacío superando los 200 kilómetros por hora en apenas 10 ó 12 segundos. “Sabemos que es una de las actividades más caras de las que se practican actualmente en la isla, pero hay que tener en cuenta la calidad que necesitan los materiales y todos los dispositivos de seguridad. Además, las vistas privilegiadas que tenemos desde allá arriba y las sensaciones que se viven no tienen precio”.

En lo alto de la montaña

Con su forma de pirámide truncada, Gran Canaria no puede presumir precisamente de contar con grandes alturas en su peculiar orografía frente a islas más altas como Tenerife o La Palma, llegando casi a los 2.000 metros en el Pico de las Nieves, su punto más elevado sobre el nivel del mar. Sin embargo, eso no echa para atrás a los amantes de la montaña y las alturas, bien sea para subirlas escalando o para saltar de ellas.

“Gran Canaria se presenta como un verdadero paraíso ante escaladores de todo el mundo que dan buena cuenta de las maravillosas vías presentes en nuestras islas”, asegura Jacob Cabrera de WalkCAN. Para aquellos que desean iniciarse en esta práctica, su equipo les permite practicar primero en rocódromos artificiales antes de salir al campo. Siendo de origen volcánico, la isla es un manantial de formaciones rocosas de toda forma y tamaño, “de una calidad inmejorable que satisface todo tipo de gustos, especialmente para los más profesionales de esta práctica”, señala el monitor de WalkCAN.

Algunos podrían pensar que subir una pared de roca atado con cuerdas a unos pocos metros del suelo no entraña un gran riesgo. Sin embargo, la escalada se convierte en un auténtico deporte extremo cuando se realiza a varios cientos metros de altura en paredes que no cuentan con agarres o, incluso, sin estar asegurados por cuerdas desde lo más alto. En este caso, la escalada extrema está solo reservada a los más avanzados en su práctica, ya que las condiciones físicas y mentales se ponen al límite del deportista.

Al igual que algunos trepan hasta llegar a la cima de una montaña o de una ladera, hay otros que desean hacer totalmente lo contrario: saltar desde ella. El equipo de Aloextrem se ha especializado en los últimos años en los deportes de cuerda para ofrecer a sus usuarios noveles y avanzados la oportunidad de poder saltar y experimentar de primera mano la auténtica adrenalina que recorre el cuerpo de cabeza a los pies cuando saltas al vacío. La práctica más asidua en Gran Canaria es el puenting, que consiste en lanzarse desde un puente atado de cintura o piernas para experimentar la caída libre y la sensación de vacío y terminar colgado de la cuerda con un movimiento pendular. Además del salto básico, existen otras modalidades sólo aptas para los más atrevidos, como el superman, el cristo invertido, el mortal atrás o al frente y el tirabuzón.

El puenting es una de las actividades más atractivas y demandadas de los últimos años, pero que está siendo desplazada por una nueva modalidad que ha aterrizado en Gran Canaria hace unos meses de la mano del equipo de Aloextrem. Se trata del rope jumping, la modalidad de salto encordado “más impresionante y de mayor descarga de adrenalina”, según cuenta Carlos Arocha. “Está totalmente dirigido a aquellas personas que en su día probaron el puenting y se quedaron con ganas de más. Se trata de un nuevo reto con el que podrán superar sus propios límites”, subraya. El equipo de Aloextrem, liderado por Arocha, es el único a nivel nacional con dos zonas de saltos en una misma capital de provincia en zona costera: el vuelo del Tritón, al final de la playa de La Laja en Las Palmas de Gran Canaria, y el vuelo del Cabezón Grande en Costa Ayala, también en la capital. Siendo pioneros en esta práctica en Canarias, en menos de un año ya han realizado más de 460 saltos, “¡y subiendo!”, destaca el presidente de Aloextrem.

Descubriendo nuevos caminos

El origen volcánico del archipiélago canario hace de sus islas uno de los territorios más bellos y extraños, pero sobre todo perfecto para ser descubierto a través de prácticas como la espeleología. Gracias a esta actividad se pueden explorar los rincones más ocultos de las islas, como cavidades subterráneas, simas, tubos volcánicos y cuevas. “Hay todo un mundo por descubrir en cada isla, y la espeleología ofrece grandes atractivos tanto deportivos como científicos, lo cual hace de esta actividad una experiencia muy completa”, destaca Jacob Cabrera.

Y si las cuevas resultan atractivas para los que buscan sensaciones extremas, los barrancos aún más. “Los barrancos de Gran Canaria y Tenerife son muy especiales y divertidos”, afirma Cristian Fernández de Aventura en Canarias. El barranquismo consiste en descender el cauce de un barranco combinando diferentes ejercicios físicos como caminar, saltar, destrepar, nadar y rapelar, en el que se utiliza una técnica resultante de la mezcla de espeleología y alpinismo. El técnico deportivo asegura que la mejor época para realizar esta actividad es en la época de lluvias, porque es mucho más divertido recorrer el cauce del barranco a favor de su corriente y disfrutar al mismo tiempo de cascadas, riachuelos y toboganes naturales.

Otra forma de descubrir los lugares más salvajes de la isla es a través del coastering, una actividad multiaventura en la que se utilizan equipos de escalada, barranquismo y apnea para ir recorriendo la costa. Para conseguir una experiencia completa y de lo más divertida, el equipo de Aventura en Canarias pone a disposición de sus grupos zonas ya preparadas para hacer rapel y tirolina a parte de superar los distintos obstáculos que se interponen de forma natural. “La costa de Gran Canaria tiene un sinfín de lugares ocultos y de difícil acceso, y la mejor forma de descubrirlo es a través del coastering”, resalta Fernández.

Y según los expertos en emociones fuertes, otra de las actividades que no puede faltar en el currículum de un buen aventurero es la vía ferrata. Consiste en progresar por una montaña, casi siempre sobre roca pura o a través de piezas metálicas previamente colocadas para las partes más verticales o difíciles de recorrer, yendo en todo momento asegurados con un cable de acero diseñado para frenar una caída, en caso de que ocurriese. “Este deporte es muy seguro practicándolo de forma correcta y muy peligroso si no se hace adecuadamente”, subraya el monitor de Aventura en Canarias. “A diferencia de la mayoría en el resto de Europa, nuestras vías no fueron creadas por necesidad si no por diversión y por lo tanto están pensadas con este objetivo, divertirse”, concluye. En Gran Canaria cuentan con un gran número de vías ferratas, desde nivel principiante dirigidas a los más novatos, hasta vías más duras sólo aptas para los más experimentados en las que se recorren grandes techos y desplomes.

En las profundidades del mar

“Son pocos los sitios en Europa donde se puede practicar el submarinismo todo el año, en las Islas Canarias tenemos el privilegio de contar con un clima perfecto que nos permite realizar esta actividad prácticamente a diario. Por esta y muchas otras razones, Canarias es uno de los mejores lugares del mundo para aprender o practicar submarinismo”, opina Cristian Fernández.

Él coordina todas las actividades dedicadas a la exploración del mundo submarino, ofreciendo tanto a inexpertos como a profesionales diferentes packs y cursos con los que poder descubrir la cara más oculta de las islas. “Gran Canaria, Lanzarote, Fuerteventura, La Palma, La Gomera y El Hierro son pequeños paraísos del submarinismo y sitios perfectos tanto para aprender este deporte como para mejorar habilidades”, asegura el técnico. No sólo se trata de bajar unos metros para explorar las profundidades marinas y conocer más de cerca su vegetación y toda la fauna que habita en ella; gracias a esta práctica también pueden descubrir rincones ocultos y que encierran grandes misterios, como barcos hundidos, arrecifes y cuevas submarinas.

Dentro de las diversas variables de las prácticas bajo el mar, la apnea es sin duda la más extrema de todas ellas. Conocida también como buceo libre, esta práctica consiste en recorrer largas distancias o descender hasta grandes profundidades aguantando la respiración, es decir, a pulmón libre, sin la utilización de equipos tradicionales de submarinismo como las botellas de oxígeno. Este deporte se basa, sobre todo, en la relajación mental del individuo y permite al deportista experimentar vivencias únicas, ya que “difícilmente se puede igualar la sensación de aventura y relax que se consigue con este tipo de inmersiones”, opina Fernández.

Tierra de competiciones

Por las condiciones climáticas y orográficas que reinan en Canarias, durante todo el año se organizan numerosos eventos deportivos de resistencia en los que se inscribe un importante número de participantes llegados desde todas las islas o, incluso, de diferentes puntos del mundo.

Cada isla cuenta con sus peculiaridades y, por tanto, alberga distintas pruebas deportivas y físicas dirigidas a aquellos que buscan disfrutan de la belleza del archipiélago en su conjunto mientras ponen a prueba su resistencia y sus límites. En el caso de Fuerteventura, a finales de octubre tiene lugar FudeNaS, una prueba ciclista cívico-militar que atraviesa la isla de norte a sur, con salida en Corralejo y meta en Morrojable. Los participantes recorren la isla en bicicleta de montaña a través de caminos, pistas y sendas, disfrutando al mismo tiempo de la árida belleza que caracteriza a Fuerteventura.

A finales de octubre también se celebra otra de las competiciones más duras que tiene lugar en el archipiélago. Bajo el nombre Teide-Xtreme, Tenerife recibe a deportistas de todo el mundo dispuestos a vencer al demonio Guayota que, según leyendas guanches, se oculta en el fondo del volcán. Para ello tendrán que nadar 1,9 kilómetros, seguido de un recorrido de 90 kilómetros en bicicleta para terminar con una media maratón en un circuito de 7 kilómetros, todo ello con la sombra del pico más alto de España como telón de fondo de este triatlón. Muchos prueban primero esta competición antes de atreverse con uno de los eventos más duros y exigentes del mundo: el Ironman de Lanzarote. Este desafío físico y mental combina también natación (3,68 kilómetros), ciclismo (108,2 kilómetros) y carrera (42,195 kilómetros), y está considerado la antesala del campeonato del mundo de Ironman celebrado en Hawai.

Fuera del mundo del triatlón, La Palma alberga la Transvulcania, una carrera de larga distancia que cuenta con la participación de multitud de corredores internacionales. Sus 73 kilómetros de longitud la convierten en la ultramaratón de montaña más dura de Canarias y una de las más importantes de España. Y deportistas de todo el mundo llegan también a Gran Canaria cada año para cruzar la isla a pie de punta a punta. La Transgrancanaria es el evento pionero de estas características que se celebra en las islas desde 2003, considerado como el ultratrail de referencia en el panorama nacional y con una presencia cada vez más creciente a nivel mundial.

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