Cuando la partitura es obra de ellas

Nanda Santana

Las Palmas de Gran Canaria —

Hildegarda von Bingen, Lili Boulanger, Francesca Caccini, Celia Torrá… ¿Suenan sus nombres, su vida, su obra? Ciertamente no. Son perfectas desconocidas. Sin embargo, si se lee sus apellidos en el índice de un libro junto a otros más ilustres como Mendelssohn o Schumann, se empieza a vislumbrar que la cosa va de música, de mujeres que amaron las notas y el sonido, de artistas ignoradas, como hace unos años ya denunciara Ángeles Caso en el ensayo de divulgación histórica Las olvidadas: Una historia de mujeres creadoras. Casualidad o no, casi a la vez que recibí de regalo un volumen de mujeres compositoras me llegó la noticia de un evento sobre ellas en Canarias. 

Arrecife y la fábrica de melodías es un libro diferente porque no solo invita a leer sino también a escuchar. Y no música cualquiera, sino una selección de la que hicieron mujeres compositoras a lo largo de la Historia. “Siempre que he asistido a un concierto de música clásica, he escuchado obras escritas por hombres. Cuando estudié la asignatura en el colegio, el instituto o la universidad, siempre me hablaban de los mismos nombres, todos varones por supuesto. Y yo pensaba: ¿es que no ha habido ninguna mujer a lo largo de la Historia que haya compuesto música? Entonces me puse a investigar”, cuenta en el prólogo su autora, la maestra y musicóloga Patricia García Sánchez.

Los resultados de su búsqueda, editados en formato cuento por Bookolia en 2016, nos permiten ahora conocer a algunas de esas fabricantes de melodías que dan título a la historia, como Hildegarda von Bingen, abadesa del siglo XI, escritora, médica, profetisa y única mujer medieval de la que se conservan casi cien obras musicales. Y a otras como Gracia Baptista, autora en el siglo XVI de la primera pieza musical escrita por una mujer documentada en España; Amy Beach (1867-1944), niña prodigio que con 4 años ya componía valses y que debutó muy pronto como solista con la Sinfónica de Boston; la parisina Lili Boulanger (1883-1918), pionera al recibir, con tan solo 21 años, el prestigioso premio Prix de Rome, que ya habían obtenido Berlioz y Bizet. Y también directora de orquesta, una faceta ésta especialmente difícil para las féminas, como cuenta el compositor malagueño José Carlos Carmona en su deliciosa novelita Olor a canela. O la londinense Ethel Smith, que cierra la selección con broche de oro. Pues para Smith, su pasión por la música corría paralela a su activismo feminista, que vivía intensamente como líder de la lucha por el derecho femenino al voto en Gran Bretaña. En apoyo a la causa compuso y estrenó la Marcha por las mujeres, que pronto se convirtió en el grito de guerra de las sufragistas. Años después, ya cumplidos los 64 años, obtuvo reconocimiento en vida, al recibir del rey Jorge V el título honorífico de Dama del Imperio Británico por su labor como compositora.

Un evento con trasfondo educativo

Con espíritu similar al de García Sánchez, Alejandra San Juan, presidenta de Las MAS Mujeres Activas por la Sociedad, y en verdad mujer polifacética y luchadora, se propuso a sí misma un nuevo reto. A título personal y también desde la asociación decidió unirse a una tarea ingente, aún sin término, que iniciaron hace décadas investigadoras feministas de todas las disciplinas artísticas y científicas: sacar de la cuneta del olvido a mujeres brillantes que patriarcado y libros de Historia sepultaron o relegaron a un muy secundario lugar. Y hacerlo con hechos, con gestos tangibles. Para ello inició el año pasado el proyecto Mujeres en el Tiempo, implementado en el Museo Elder de Las Palmas de Gran Canaria a través de tres Encuentros sobre científicas, empresarias y compositoras, respectivamente, en los que representantes actuales de estos tres ámbitos rescataban y glosaban la figura, vida y obra de mujeres que, habiendo destacado en sus áreas, no han sido públicamente conocidas ni reconocidas.

La también profesora titular de Ingeniería Cartográfica, Geodésica y Fotogrametría en la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC) recalca que más allá del evento en sí, lo importante es su dimensión pedagógica, esto es, que los paneles con la historia y la lucha de cada una de las féminas rescatadas se han puesto a disposición de la Consejería de Educación del Gobierno de Canarias con esa finalidad ilustrativa, docente. “Ya a finales del curso pasado comenzaron su viaje los de las científicas y este año, a lo largo del curso escolar, las restantes seguirán visitando centros educativos de la isla, para que los estudiantes las puedan conocer. Para que las historias que cuentan se conviertan en referencias para otras chicas, y por supuesto, para conocimiento de los chicos, que tienen que aprender a deconstruir los estereotipos machistas; ésos que inevitablemente se les cuelan en mente desde la más tierna infancia durante los procesos de socialización”, explica.

Kane: “El rap machista no representa a este género musical”

El III y último Encuentro, celebrado a finales de enero y colofón final del ciclo, reunió a dos compositoras de música clásica, Laura Vega y Dori Díaz Jerez; a otra de jazz-pop, Erika López y a la rapera Patricia Kane. Experticia les sobra a todas, no en vano llevan aquéllas desde muy jóvenes entregadas al placer del estudio constante, la investigación y el estar al día de novedades y tendencias, la enseñanza, y, por supuesto, la composición. Las más jóvenes suplen con entusiasmo una trayectoria aún corta. Preguntada al respecto, Laura Vega reconoce no haber sentido la discriminación por razón de género en su carrera profesional, pero sí reclama que quiénes dirigen conservatorios y escuelas de música y quiénes programan los grandes festivales y eventos musicales sean personas -no necesariamente mujeres- con formación y enfoque feminista. En este Encuentro, su elegida fue la también instrumentista María Luisa Ozaíta. “Tuve dudas sobre qué compositora rescatar. Inicialmente pensé en alguna de las hermanas Nadia y Lili Boulanger pero luego me decanté por María Luisa, en primer lugar por ser española y haber fallecido recientemente, después porque tuve la suerte de conocerla en persona pero sobre todo la elegí por ser pionera en España en la difusión de la música creada por mujeres, por su empeño en hacer algo similar a lo que estaba ocurriendo en otros países en este ámbito hasta que logró fundar en 1989 la asociación Mujeres en la Música, de la que fue presidenta durante 20 años”.

Díaz Jerez, por su parte, se decantó por la finlandesa Kajja Saariaho, cuya influencia en su propio estilo de composición reconoce abiertamente. A cargo de Erika López corrió la tarea de explicar quienes fueron Vainica Doble, el dúo español de pop independiente de los años 70 y 80, tan populares e influyentes que muchos las consideran las madres del pop patrio. Formado por Carmen Santonja y Gloria Van Aerssen, entre 1970 y el año 2000, en que murió aquella, publicaron 11 discos, además de bandas sonoras y sintonías de espacios televisivos.

Por último, cerró el ciclo la rapera Kane (Patricia Fuentes), quien reivindica con orgullo haberse decantado por un género manchado de connotaciones sexistas. “Lo que muchos consideran rap machista en verdad es una vertiente de éste llamada trap, que es mucho más comercial y no representa mayoritariamente a la cultura hip-hop. Aun así, habrá muchos hombres que utilicen el rap para ejercer el machismo, como utilizan también el resto de las cosas”, concluye. Kane, que propone seguir haciendo eventos como estos Encuentros por el trasfondo pedagógico que tienen, si asegura haber notado “ese techo de cristal blindado sobre mi cabeza. Dado que es una realidad, creo que las mujeres tenemos la obligación de hacer y ejercer nuestro derecho a ser y estar en donde deseemos, mostrando trabajo y profesionalidad, valía y capacidad de creación en las mismas condiciones que los hombres pues no somos menos que ellos”.