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Paseos de película por Las Palmas de Gran Canaria

Eva González

Las Palmas de Gran Canaria —

¿Qué tienen en común las películas Moby Dick, Tirma, Días Maravillosos, Mararía, La isla interior, El niño, Palmeras en la nieve o Aliados, entre otras? Todas han sido rodadas total o parcialmente en la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria. Descubrimos junto al cineasta y escritor Luis Roca Arencibia, autor del proyecto Rutas de Cine, 30 películas que han elegido esta ciudad como ambientación y escenario, además de otros muchos datos y secretos que se muestran en la guía tríptico, elaborada por la concejalía de Turismo de la ciudad y disponible en su web en español e inglés.

El punto de encuentro elegido es el parque Santa Catalina. Allí espera Luis Roca. Es el inicio de una de las rutas que propone la guía. Luis Roca Arencibia, dinámico, despierto, habla de cine, transmite la pasión que le mueve mientras relata y comenta las cientos de escenas que conoce y ha visionado sin saltarse un detalle, lo enriquece con impresiones y sin juicios personales. Muestra la gran variedad de películas que se han hecho de distintos géneros y comenta sobre otras que no aparecen, puesto que se hicieron corriendo los riesgos de una época pacata, en la que no se pudo valorar el alcance social y enriquecimiento que suponían estos documentos visuales, muchas veces restringidos a públicos especializados, sobre todo si se trataba de temas eróticos o “descarados” para la época. Documentos en los que se muestran personajes variopintos, lo que les ocurre y los conflictos en los que se ven involucrados, la problemática y las costumbres de la época, como puede ser la pesca con chinchorro en la playa de callaos del barrio de San Cristóbal. En las primeras películas, por donde comienza la charla, no hay acción ni conflictos, puesto que no ha llegado aún el cine narrativo, en los albores del cine lo primero fueron las “tomas de vistas”.

Comienza por el principio, primera mitad del siglo XX. Durante la charla avanza hasta nombrarLa tumba de los muertos vivientes, ya de 1982, del director Jesús Franco, sobre el que volveremos más adelante. Títulos de un cine que se exhibía en una época en la que “no todo cabe”, quizás es por ello también que no aparecen en la guía. Del mismo modo poco conocidas e interesantes, y mientras enlaza un escenario con otro y un sinfín de títulos de películas rodadas en la isla que no sonarían a mucha gente, -en la guía se ha limitado a destacar 17 con imágenes, aunque se nombran 30-, es divertido oírle hablar de las cintas de cine erótico que se han producido en nuestra isla, pareciera un narrador de cuentos más que un cineasta en contacto con la poco difundida cultura de cine canaria.

Este experto en cine ha publicado tres libros: Andrés Santana. El vuelo de la cometa, trata de una biografía del productor canario más importante de la historia del cine -entre sus muchos reconocimientos, sus 20 películas como productor han logrado 72 candidaturas a los Premios Goya; a título individual ha obtenido dos estatuillas de 14 nominaciones; ha estado nominado a los Oscar de Hollywood; ganado la Concha de Oro del festival de San Sebastián y el premio Ángel Azul del festival de Berlin -.El sueño del Monopol fue su segundo libro publicado y dedicado a Francisco Melo Sansó como principal distribuidor y exhibidor independiente de las islas. Su tercer y último libro se titula Perdona bonita pero Dunia me quería a mi, pendiente ahora de reedición, dedicado a la directora de cine y guionista Dunia Ayaso que falleció de forma prematura en 2014.

Desarrolla su actividad profesional en otras vertientes del mundo de la comunicación porque, “ya sabes, -asegura-, ”esto es una cuestión de supervivencia“. El proyecto Rutas de Cine contempla tres itinerarios por la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria. Guía en mano, el ciudadano puede ir paseando y leyendo la información referente a las películas que se han rodado en la zona. Una especie de clase magistral de cine canario pero sin profesor, aunque tampoco se negaría a hacer de guía si se lo propusiera el Ayuntamiento. En la guía se desarrollan dos rutas y algunas localizaciones fuera de ruta, como son el hotel Santa Catalina, Tafira o el barrio de San Cristóbal, entre otras.

Recorremos la Ruta 2 junto a él. Comenzamos desde el Parque Santa Catalina, escenario habitual en muchísimas películas. Quizás más, -explica Luis-, por las circunstancias de la época y su localización, junto al Puerto de La Luz, que por ser un emplazamiento elegido a conciencia. “Hasta los 60, la mayoría de personas que llegaban a la isla lo hacían por barco. Muchos de los personajes entraban y salían de la isla por vía marítima, y al ser el primer punto en el que desembarcaban ha sido reiteradamente filmado”-comenta Luis Roca.

Un poco de historia

La primera película de la que hay imágenes de esta localización (Zona Puerto y Parque) pertenece a un tipo de filmaciones sobre lugares que los Lumière llamaron panoramas. Pronto recibirían el nombre de travelogues y vistas de paisajes. Los travelogues eran breves impresiones asociadas a un viaje, a menudo tomadas desde un tren o un barco, que se limitaban a reflejar la mirada del espectador como turista. Lumière supo explotar durante bastante tiempo el filón que proporcionaba la vista de estos lugares. “Imagínate, -comenta Luis Roca-, cuando esas películas se exhibían en París, era la primera vez en la vida que esos ojos tuyos veían una góndola en Venecia, el Taj Mahal de la India, el Kilimanjaro, calles de la India, la cordillera de Los Andes, etc”. Era un acontecimiento sin precedentes.

Una de las productoras coetáneas de los Lumière -quienes terminarían abandonando la producción en 1905- fue la firma francesa Gaumont. La empresa fundada por León Gaumont, la más importante de las europeas junto con la gran Pathé-Frères durante lo que se considera los orígenes del cine -1896-1914-. Gaumont continuó retratando y difundiendo ampliamente los lugares de cierto renombre y fama del planeta, dedicando a las Islas Canarias cuatro documentales en la temprana fecha de 1909. Uno de ellos fue rodado íntegramente en la Islas Canarias,Voyage aux îles Canaries. La cinta contiene una panorámica del Puerto de la Isleta en la que se ven numerosas barcas, falúas, algunos veleros y el dique al fondo. “La verdad es que al visualizar la escena llegas a dudar si es o no una imagen fija, -explica el cineasta-, por la quietud del mar y la ausencia de grandes barcos, pero al final de la panorámica la quietud que transmite la imagen al pasar por las casetas y cajas apiladas del Muelle de Santa Catalina, se ve a lo lejos una tartana en movimiento que sale del muelle y todo empieza a cobrar vida. Ahí es cuando dices, qué maravilla de plano, esto es real, es una filmación de verdad”.

Zona puerto: el lugar donde más se ha rodado de Gran Canaria

Y en otras muchas cintas aparece el Muelle y la zona del Parque Santa Catalina. El escritor hace referencia a Canary Bananas, una cinta muda de unos 10 minutos de duración, cuyo director, Richard Leacock, rodó en 1935, contando tan sólo con 13 años de edad. Es un documental que revela cómo se cultiva el plátano en la década de los 30. Canary Bananas no solo se focaliza en el cultivo sino también en otras fases de producción como la manufacturación, empaquetado, el transporte y su posterior embarque en el Puerto. Richard Leacock tuvo la oportunidad de grabar las labores a las que se dedicaba su familia y los empleados que trabajaban para ellos. Leacock padre fue uno de los más importantes productores de plátanos que ha existido en Gran Canaria.

Estando aún en el Parque Santa Catalina como escenario, citó La hija del mestre (1928), primer largometraje de ficción de cine mudo hecho en Canarias que, aunque está grabado en el barrio de San Cristóbal, para situar la peli introducen panorámicas también del Muelle Santa Catalina y el Puerto de la Luz en general.

SOS Pacífico (1959) de Guy Green, película inglesa de cine negro, en la que interviene el actor Eddie Constantine, se ambienta en la Polinesia francesa pero se rueda en Gran Canaria y es otra de las películas en las que aparece La zona del Parque Santa Catalina en escena. “Fascina la escena del hidroavión que ameriza en la bahía de la ciudad y luego, los pasajeros son llevados en barca hasta el Muelle Santa Catalina, siempre recomiendo esa película”, -reitera Luis Roca. “Así podríamos nombrar muchas más: Cuando nos bañamos en Tenerife, por ejemplo, un musical realizado para captar turistas alemanes”.

A estas alturas de la peli, se nos exige ya un cambio de plano. Avanzamos en dirección a la calle Secretario Artiles: “Jesús Franco es el director de cine que más películas ha rodado en Gran Canaria”, -asegura Luis Roca mientras nos alejamos del Parque, de donde le cuesta salir sin continuar citando títulos y escenas que han tenido lugar en las inmediaciones. El tío Jess, como se le conocía a Jesús Franco a partir de su autobiografía Memorias del tío Jess llevada al cine, en formato de corto por Víctor Matellano, era tío de Ricardo Franco, director de “Después de tantos años, documental sobre la familia Panero, familia de poetas. Se dedicó al cine de serie B. Empezó a rodar en los 60, aunque llevaba en contacto con el cine español desde los 50. Pero mientras la mayoría hacia un cine más social o ligado a los temas del franquismo, Jesús iba a contracorriente. ”Hacía un cine muy barato, en algunos aspectos cutre. Hay una leyenda conocida sobre él, aunque él lo desmiente, que decía que podía rodar tres películas al mismo tiempo, es decir, que podía contar con los mismos actores para rodar tres películas a la vez“, sostiene el cineasta. Fue distinguido con el Goya de Honor de 2008 de la Academia Española de Cine tras una trayectoria de 188 películas, -de las cuales al menos 15 se rodaron en Gran Canaria-, todas ellas en la frontera entre lo cómico y lo siniestro. ”Hizo películas “del destape” en la época, siempre con un punto picantón, le pegó a todo, le encantaba el jazz…“-recuerda Luis Roca, quien tuvo la oportunidad de entrevistarlo en 2006. Aunque nació en Madrid hizo mucho cine en Gran Canaria, porque, -como él decía-, aquí se le abrieron todas las puertas y rodó entre otras, Ópalo de Fuego: Mercaderes del sexo (1978) con Lina Romay, actriz de cine erótico y esposa del director y La tumba de los muertos vivientes(1982), que se desarrolla entre Londres y el Sáhara y que se rodó parcialmente en Gran Canaria. El salón Rojo del Gabinete literario, con sus retratos de los prohombres canarios, aparece como si fuera Londres en la época victoriana y convirtió el mercadillo del puerto en un zoco marroquí y la dunas y el oasis de Maspalomas en el desierto del Sáhara.

Pasamos por la calle Secretario Artiles, concretamente en el número 105 donde se grabaron los interiores de la casa en la que se desarrolla la mayor parte de la trama de La isla interior(2010). Ya al final de la ruta, y con vistas al Confital, tenemos la oportunidad de ver la Casa Roja, la casa que aparece como la vivienda familiar en la película. Una propiedad del ayuntamiento, antigua estación de bombeo de agua de mar, ubicada en la prolongación de la misma avenida de Las Canteras a la altura de Los Nidillos. Desde aquí se ve también el mar por el que avanzaban las circo barcas balleneras comandadas por el capitán Ahab en la obsesiva persecución de la ballena blanca. Sin duda, hablamos de Moby Dick (1956), película que causó un gran revuelo durante su rodaje en la isla.

ÇYa de vuelta por el paseo, desde El Confital y en dirección hacia el Auditorio, pasando por el Hotel Reina Isabel, Luis Roca destaca y recomienda Del lado del verano (2012). Macarena Gómez, Antonia San Juan o Sara Guerra son algunos actores del reparto.“ Se desarrolla en la ciudad en un ambiente de barrio. Es dura y ácida, una película interesante por su tratamiento y acento social”.

Como datos adicionales se refirió a la industria del porno, que, aunque poco conocida, ha existido en Canarias. “Parece ser que hubo en los años 80 una industria del porno en el sur de Tenerife, pero aún está por investigar”. Dentro de este género, -señaló como “curiosa” una película francesa ‘Apasionadas y coquetas’ que coincidió durante el rodaje con los carnavales de Las Palmas de Gran Canaria. “Se trata de una especie de tour, desde La Plaza Belén María hasta el Gabinete Literario, en una limusina, característica de las pelis porno. Se van intercalando las imágenes de la ciudad con lo que hacen dentro de la limusina los personajes”.

No terminó la ruta en lujuria, como Apasionadas y coquetas tampoco terminó en la guía. Luis Roca prefirió señalar el primer trabajo del director canario Elio Quiroga, este sí incluido en la guía, quien obtuvo con su ópera prima Fotos (1996), el premio al Mejor Guión y una Mención Especial del jurado en el Festival de Sitges. “Estas películas ahora casi no se pueden hacer”. Entre otras ubicaciones fue rodada en el interior del ya desparecido Bar Naomi, que estaba ubicado en el número 76 de la calle Portugal, donde muchos pudieron vivir otro tipo de películas y donde sonaba la mejor música importada de aquellos años. Cuenta la historia de un chico que hace espectáculos de travestismo, con un toque infantil y aniñado. Se enamora de una chica, y tratan de solucionar el problema que comparten: él quiere ser chica y ella, al contrario, quiere ser chico. Una historia de maltratos y cambio de roles que hace temblar las raíces culturales, para unos, y para otros, abre las ventanas de un nuevo horizonte. Y es eso lo bueno del arte, ya sea cine de lo que hablemos u otra disciplina artística; que no busca el dogma y frente a las tendencias dominantes de la época permite pensar desde la singularidad, la individualidad y el devenir.

La Ruta de Cine de Las Palmas de Gran Canaria es la primera que se edita sobre un lugar (isla, ciudad o pueblo) en las Islas Canarias. Para Luis Roca Arencibia, “que sea Las Palmas de Gran Canaria no es casual, ha sido la capital de facto del Archipiélago durante el siglo XX, su principal motor económico y social. Así, Las Palmas de Gran Canaria es el municipio donde más cine se ha rodado en la historia de las Islas, cuantitativa y cualitativamente”. Elemento destacado de esta guía es que buena parte de sus textos son fruto de investigaciones del propio autor que han sido publicados de la misma en libros y en medios de prensa. Es decir, “son textos que nunca se han publicado de forma compilada como ahora, y en algunos casos son totalmente inéditos, es la primera vez que se publican”.

Para Luis Roca, “dado que el éxito de una ruta turística se basa en buena medida en el conocimiento que de las películas, actores y directores, tenga el público, se han elegido las más populares, por un lado, y de las que no lo son tanto, se han destacado elementos que las convierten en películas de singular valor”. Así, la guía es, al mismo tiempo, “un elemento de puesta en valor del cine en Canarias y sus más destacados cineastas”, cuestión esta que centra su trabajo desde hace 25 años.

Esta guía, que ya está al alcance de todos los ciudadanos y turistas, tiene entre sus objetivos el de poner en valor películas que, quizás si bien no están hechas con los millonarios presupuestos de muchas películas norteamericanas, como es el caso de Aliados, de Robert Zemeckis, protagonizada por Brad Pitt y Marion Cotillard, y rodada entre Triana, Arenales y el Puerto, sí tienen una singularidad destacable y son clave de la cultura –y no solamente la cinematográfica-, canaria.