A quienes usan habitualmente Facebook les sonará la fanpage AC/DC, que, jugando con el acrónimo del famoso grupo australiano de rock, se presentaba como Área Cultural Diego Casimiro y proponía todo tipo de exposiciones y experiencias artísticas a visitantes y seguidores. Meses después de iniciada esta aventura, su creador sigue en activo y los años no le quitan energía para alimentarla, sino más bien todo lo contrario. Recién cumplidos los 70, parece un dandy de libro con sus elegantes corbatas y pajaritas, su barba bien cuidada y una sonrisa cálida que invita al visitante a entrar en la sala.
Lejanos quedan sus 9 años y el inicio precoz de la vida. Eran otras épocas, frecuente el trabajo infantil y escasas las posibilidades de estudiar. Lo salvó la lectura, en la que se inició pronto gracias a la Librería Selecciones. De formación autodidacta, con 26 años crearía su primer negocio de heladería artesana e iniciaría su carrera como agente comercial. Pero no solo de pan vive el hombre y Casimiro se aficionó pronto a los tableros. Campeón de España de ajedrez y socio fundador del Club Islas Canarias, en la década de los 80 descubrió finalmente su pasión por el arte y dio sus primeros pasos como coleccionista. Prejubilado en 2010, desde entonces vive para proyectar, dirigir o presentar eventos culturales como curador y agente independiente, actividad que hace fácilmente compatible con su otra gran pasión: hacer amigos.
Urdidos estos mimbres, Casimiro nos recibe gentilmente en su casa de Ciudad Galdós (Las Palmas de Gran Canaria), un pequeño museo que habitan en armonía las personas y las obras de arte, cuadros en abrumadora mayoría. Después de una intensa vida profesional, este jubiloso jubilado protagoniza una nueva etapa llena de actividad, de sentido y trascendencia, quizá más apasionante aún que las anteriores. Una etapa que muchos, erróneamente, ven como el ocaso cuando en verdad es el culmen, la cima, la guinda. La etapa en la que se posee, si uno se lo ha trabajado, la sabiduría de la experiencia y el fruto del esfuerzo por convertir las derrotas en lecciones y atesorar la humildad del conocimiento propio, con sus luces y sus sombras. La etapa donde se hace verdad eso de que un amigo es un tesoro. Con el apoyo de sus incondicionales, con el trabajo y la profesionalidad propios, Casimiro llevó al CICCA el pasado noviembre una muestra sobre Tapies y poco antes otra sobre Miguel Hernández en el 75 aniversario de su muerte. Anteriormente, fue el turno de la colectiva Mujeres en la Novela de Galdós, en el Espacio Digital de Ciudad Galdós en Schamann. El 2018 lo inauguró en La Palma, adonde le llevó, cómo no, una nueva exposición, Tendencias del colombiano Edison Muñoz. En estos momentos, libre de horarios laborales, el tiempo juega a su favor para hacer de la gestión del arte su modus vivendi.
¿Es para usted el arte una experiencia sanadora? ¿Lo concibe como una herramienta terapéutica, al igual que ocurre con la música?
Para mí el arte es belleza y considero que la belleza es la terapia más sanadora que tiene el ser a su alcance, tanto la belleza de la creación divina como la belleza creada por los humanos. Y no me refiero solamente a las Artes más tradicionales como la pintura, escultura, arquitectura, música, danza o la literatura, sino también al cine, el teatro, la fotografía, el ajedrez, los arreglos florales, la gastronomía o la papiroflexia… Las Artes nos hacen libres, más libres. Siempre dentro del respeto, la moral y la ética, tanto a la Naturaleza como a la otra persona. En definitiva, para mí el arte es la belleza y el acontecer de la verdad.
¿Cuándo y por qué decide convertirse en gestor de experiencias estéticas, de hacerse curador?
En los años noventa ya proyecté y dirigí una docena de torneos internacionales de ajedrez, entre ellos el Primer Torneo Lark Gran Canaria de categoría 16, declarado el mejor torneo del mundo del año 1993. También recuperé La Gran Simultánea de Ajedrez Escolar en la calle Triana. Ya en este siglo presenté en el Club Prensa Canaria tres conferencias: sobre Arte por el pintor Emilio Machado; Economía, por Jerónimo Barrera, y Ajedrez, por Leontxo García. En los últimos ocho años, tras las exposiciones en Estocolmo de Emilio Machado y Juanjo Domínguez; la de Margarita Barreto en el Club Náutico y una pequeña de mi colección, Estelas del Mare Nostrum en la Sala S/T, recibí la propuesta de Paco Lezcano y otros artistas para que organizara exposiciones ante las dificultades que los artistas encontraban para exponer. Esto me ha llevado a proyectar y dirigir más de 50 exposiciones colectivas e individuales en Las Palmas de Gran Canaria, Playa del Inglés, Santa Brígida, Los Llanos de Aridane, Holguin (Cuba)… con una participación de unos 250 artistas de más de 30 países.
¿En qué se diferencian los conceptos de curador y comisario?
Ambos términos son adecuados para definir al profesional que ejerce la labor de responsable de exposiciones u otros eventos artísticos, el que se encarga de toda la labor previa que hace posible presentar al público una exposición o evento ya listo para visualizarlo. Un trabajo que va desde la selección de las obras y la sala a la selección de las mismas, la disposición del lugar, la colocación (altura y separación) de las piezas. Su tarea también incluye fijar o negociar precios, la venta de la obra; la gestión de cartelas, carteles y catálogos, la información, tanto dentro de la sala como al público a través de los medios, la organización del acto de inauguración y el cóctel de bienvenida… Un trabajo, como ves, intenso, pero que a mí me apasiona.
La exposición colectiva internacional de 30 pintoras La mujer en la novela de Galdós tiene como objetivo homenajear al escritor grancanario. El AC/DC y el Ateneo Ciudad Galdós presentaron 31 pinturas, una sobre cada protagonista femenina de las 30 novelas que Don Benito escribió. ¿Qué balance hace usted de esta muestra?La mujer en la novela de Galdós
Este fue un proyecto que tenía preparado desde 2015 y pensado para la Casa Museo Galdós. En 2016 mi amigo Luis Muñoz me preguntó si podía preparar alguna actividad para celebrar el aniversario de Galdós de ese año. Así que me puse a la tarea de invitar a 30 escogidas pintoras, de ocho nacionalidades distintas, a las que asigné el complejo trabajo de reflejar en el lienzo a la principal protagonista femenina de una de las novelas de nuestro genial autor. Mujeres pintando a otras mujeres, y qué mujeres. Resultó un gran acierto, tal fue así que no solo la expusimos en la sala de Espacio Digital de Ciudad Alta, sino también en el CC Las Arenas y en la Real Sociedad de Aridane en La Palma con una gran afluencia de público y venta.
¿Se puede decir que al igual que la cultura alimenta el alma y nos hace mejores seres humanos, el arte, como parte de la experiencia cultural, es un postre para los sentidos?
Desde mi perspectiva de cristiano, masón y monárquico democrático parlamentario, yo no puedo concebir la vida sin que la Cultura y las Artes estén socializadas y lleguen al alcance de todos. Yo, que me siento artista sin serlo, no concibo la vida sin las Artes, es el alimento espiritual que me mantiene. El Arte es una forma del conocimiento sintiente.
¿Han heredado sus hijos su pasión por el arte pictórico? ¿La heredó usted?
Pues sí, los tres son amantes, buenos coleccionistas y tienen criterio a la hora de elegir. Desde niños vivieron rodeados de cuadros y eso, junto con los estudios, les ha dejado, casi por ósmosis, una buena formación artística. En cuanto a mí, tuve mi acercamiento a la pintura artística a finales de los 70 a través del galerista Nano Doreste y su mujer, que casi me obligaron a visitar su recién inaugurada Galería Vegueta. Gracias a ellos, a su insistencia y a la facilidad que me dieron para adquirir las obras que me gustaban nació mi afición por coleccionar y mi embrujo por la pintura. A partir de ahí incluí entre mis aficiones literarias todo lo referente al arte pictórico.
Además de la pintura le fascinan otras expresiones artísticas…
Sí. Me gustan mucho la escultura y la fotografía, aunque como coleccionista poseo obra en menor cantidad. Aprecio mucho las piezas que tengo de Ana Luisa Benítez y José Luis de la Villa, así como las fotos de Osvaldo Cipriani. Mi colección particular también incluye grabados, dibujos y libros antiguos.
¿Cómo se le ocurrió convertir su casa en un museo? ¿Es obra solo suya o han participado otras personas?
Después de pasar la travesía del desierto familiar, como le gusta decir al escritor Luis León Barreto, pasé a vivir en un local de 30 metros cuadrados y allí comencé a rehacer mi colección. Posteriormente pasé a la vivienda actual, más amplia y donde ya pude colgar un centenar de obras y donde me siento feliz de poder recibir a mis amistades, rodeado de arte y abierta para todo el que quiera visitarme.
Y entre los de mi modesta colección pues también lo tengo complicado, pero menos. Acabamos de celebrar las navidades, así que elegiré una excelente Natividad de 1981 del gran surrealista canario Jorge López, junto a Frida y Diego de Beatriz Hidalgo, entre los Monagas, Machado, García Álvarez, Betancor, Julio Viera y Jane Millares; y algunos grabados de Miró, Tapies, Barceló, Teixidor o Solsona.
¿Crees que el amor por el arte es innato si bien cultivable, o se puede heredar, entrenar? ¿Que toda persona tiene la posibilidad de gozar y disfrutar con la experiencia artística, estética?
Todo eso y algo más. Todo espectador considero que tiene Alma, Espíritu, sentimientos, sensaciones, aunque seguramente unos más desarrollados que otros. Por lo tanto, todos estamos con capacidad para discernir lo que vemos. Otra cosa es apreciar y distinguir lo que es realmente bueno o menos bueno, e incluso malo. Para esto se necesita unos conocimientos, bien a través de personas expertas, bien por medio de estudios y experiencias, sabiendo que la subjetividad también tiene su intervención.
¿Qué opinas del feísmo en el arte?feísmo
No podemos pensar que un cuadro porque representa una linda puesta de sol es bueno por dicho motivo, como tampoco podemos pensar que la representación de unas brujas es feo por la misma causa. La obra será buena o mala según el resultado conseguido por el artista y lo que perciba o sienta el espectador al contemplarla. También es una tendencia o concepto que se da en todas las artes, incluida la literatura y la poesía. Goya, Munch, Gutiérrez Solana… en pintura; Baudelaire, Quevedo, Manuel Machado en poesía. No digamos nada en el cine. Se puede decir que es la belleza de lo feo.
Tu última exposición acaba de regresar de Los Llanos de Aridane, hace poco también llevaste al CICCA a Tapies. ¿Cuáles son tus planes para este 2018?
Pues continúo en La Palma, invitado por el Centro de Iniciativas y Turismo, esta vez en Las Tricias (Garafía), con la obra de Edison Muñoz Tendencias. Y sigo trabajando en varios proyectos: La Masonería Retratada; El papel en el Arte; Abdoulaye Diop; una colectiva dedicada a la mujer y una gran exposición de Celestino Mesa: El ensueño de los ángeles cansados.