Sobre este blog

Empecé a leer cómics a la misma vez que aprendí  a leer y, desde entonces, no he parado de hacerlo. En todas estas décadas he leído cómics buenos, regulares y no tan buenos, pero siempre he creído que el lenguaje secuencial es la mejor -y más idónea- puerta de entrada para leer tanto letras como imágenes. Ahora leo más cómics digitales que físicos, pero el formato me sigue pareciendo igualmente válido y sigo considerando el cómic un arte.

PEQUEÑAS JOYAS A DESCUBRIR EN EL SALÓN DEL CÓMIC Y LA ILUSTRACIÓN DE STA. CRUZ DE TENERIFE. UNOS MINUTOS CON ALICIA WARHOLA

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¿Cuándo empezaste a dibujar?

Esta pregunta es curiosa, porque, en las entrevistas que he leído, las respuestas suelen ser siempre muy parecidas. Y mi caso no es una excepción. Como la mayoría de dibujantes, lo hago desde pequeña, al igual que casi todos los niños, realmente. La diferencia es que unos dejan de dibujar y otros, no. Lo que sí tuve claro siempre es que quería estudiar Bellas Artes y dedicarme a dibujar, aunque no tenía claro con qué especialidad. Durante muchos años quise dedicarme a la animación, primero al “stop-motion” y luego a la animación en 3D, aunque mis contactos con esta disciplina han sido tan abruptos en el terreno laboral que se me han quitado un poco las ganas, jajaja.

Irónicamente, cuando por fin entré en Bellas Artes dibujaba muy poquito, fuera de los trabajos para clase, algo de lo que me arrepiento, porque creo que salí de la facultad con bastantes lagunas. Es algo que le pasó a bastantes de mis compañeros y por lo que creo que debería revisarse un poco el sistema educativo en lo que respecta a las enseñanzas artísticas.

Ahora que trabajo como ilustradora es cuando más estoy dibujando, tanto por proyectos como por gusto, y cuando creo que estoy aprendiendo más y más rápido.

© Alicia Warhola, 2019

¿Cuáles son tus influencias principales?

No sabría decir, la verdad. El único elemento gráfico que recuerdo haber copiado conscientemente y con alevosía son las orejas de Zipi y Zape. Aparte de eso, creo que la única referencia que tengo clara es la obra de Quino, que me encanta desde que era pequeña y que cuanto más leo, más admiro. De resto, debe ser una amalgama de cosas que me han gustado a lo largo de mi vida. Me vienen a la mente los libros de cuentos, de los que tenía varias ediciones con ilustraciones antiguas que me gustaban muchísimo, algunas series de animación, el famoso libro de las hadas de Alan Lee... Por lo general, nunca me gustaron los dibujos muy grotescos, sino prefería las formas más suaves y amables. También por edad imagino que mi trabajo puede contener trazas de manga y anime.

Ahora mismo suelo mirar referencias para cosas concretas, por ejemplo, cómo resuelve tal artista el color, la anatomía, la composición, etc. Procuro ir variando para no influenciarme demasiado.

¿Qué técnicas utilizas?

Depende de si es un encargo o un dibujo solo por entretenimiento. Los encargos los hago siempre enteramente en digital, porque así no dependo de estar escaneando y puedo controlar las medidas exactas del proyecto y llevar un flujo de trabajo más controlado. También me es más fácil para estar en contacto con el cliente, enviarle bocetos o hacer cambios si es necesario, y dado que sobre todo he hecho libros sobre la historia de Canarias es algo bastante habitual. Cuando hago dibujos solo para mí me gusta hacer los dibujos a lápiz de color y tinta, y luego escanear y pintar en digital. Otras veces utilizo rotuladores y lápices para el color, aunque hace tiempo que me gusta más utilizar Photoshop para eso.

© Alicia Warhola, 2019

¿Prefieres la nueva tecnología a la hora de trabajar o eres más de la vieja escuela?

Diría que soy más “de la vieja escuela”, aunque, como dije, los encargos los hago digitalmente por temas de eficiencia. La verdad sea dicha es que disfruto muchísimo más utilizando técnicas tradicionales. Además, me parece que el resultado queda mucho más interesante. Se ha avanzado muchísimo en herramientas digitales que imitan a los resultados tradicionales, pero yo de momento no he conseguido la misma frescura que creo que tienen mis dibujos a tinta. Tengo pendiente descubrir una manera efectiva de poder trabajar a mano profesionalmente, sin que me suponga un engorro, empezando por comprarme un escáner decente, jajaja. También quiero incorporar a mis proyectos otras técnicas como el grabado y el gouache, que me interesan mucho.

¿Cuáles son tus temas preferidos?

Como dije antes siempre me han gustado mucho los cuentos, así que mis temáticas favoritas son de corte fantástico, tales como elementos mágicos, bosques, brujas, etc. Me gustan mucho las historias que combinan la ternura con ciertos toques de “macarrismo”, que no tratan a su público con condescendencia y se permiten meter elementos más crudos, cínicos o irónicos. Es algo que creo que antes era más fácil de encontrar que ahora y que me encanta. Afortunadamente no ha desaparecido, un ejemplo para mí es la reciente serie “Over the garden wall”, o la saga de libros “Una serie de catastróficas desdichas”.

¿Qué formato prefieres y, además, te encuentras más cómoda?

Ahora mismo diría que el álbum ilustrado, que es el que más he trabajado. Tengo pendiente hacer más cómics. De momento me suponen tanto tiempo y esfuerzo por página que los disfruto menos.

¿Cuánto tardas, de media, en terminar un proyecto?

¡Pues depende de muchos factores! Del proyecto en sí, del tiempo que da el cliente... Además, algunos trabajos se atragantan más que otros, ya sea por la temática, por la complejidad, porque te pillan en un mal día, etc. Por lo general siempre paso por una fase de “madre mía, ¿cómo saco esto adelante?” que a veces dura más y otras menos, pero una vez superado ese escollo suelo desenvolverme con facilidad.

© Alicia Warhola, 2019

¿Qué personaje gráfico dibujarías si pudieras escoger el que tu quisieras?

relacionado con La Historia Interminable, uno de mis libros favoritos desde siempre, del que he hecho un par de páginas de cómic por cuenta propia. Tampoco pondría pegas a ilustrar algún libro de Roald Dahl, de Daniel Pues, más que personajes concretos elegiría libros. Por ejemplo, me encantaría participar en algo Handler, o algún cuento clásico... Cualquier proyecto de literatura juvenil con una buena historia y preferiblemente de temática fantástica me parece estupendo. Y bueno, para ceñirme a la pregunta, me viene a la mente el oso Paddington. ¡Por qué no!

¿Si alguien estuviera interesado en pedirte, por ejemplo, una ilustración, qué debería hacer?

Lo primero, investigar un poco qué es lo que hago y valorar si mi estilo de dibujo se adecua o no al encargo. Por ejemplo, hace unos meses me escribió una chica por internet para pedirme que le diseñara un puñal para tatuárselo en el brazo. A poco que veas mis dibujos creo que entiendes que igual no soy la persona más adecuada para eso...jajaja. Tampoco hago retratos realistas, ni caricaturas, que es lo que más me suelen pedir. Si después de echar un vistazo esa persona considera que soy la adecuada para el encargo no tiene más que escribirme, por mis redes sociales o al correo. Seguro que llegamos a un acuerdo.

Alguna cosa más que añadir

Solo agradecerte que me hayas dedicado un huequito en tu sección. ¡Nos vemos en las viñetas!

© Eduardo Serradilla Sanchis, Helsinki, 2019

© Alicia Warhola, 2019

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Empecé a leer cómics a la misma vez que aprendí  a leer y, desde entonces, no he parado de hacerlo. En todas estas décadas he leído cómics buenos, regulares y no tan buenos, pero siempre he creído que el lenguaje secuencial es la mejor -y más idónea- puerta de entrada para leer tanto letras como imágenes. Ahora leo más cómics digitales que físicos, pero el formato me sigue pareciendo igualmente válido y sigo considerando el cómic un arte.

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