Gabriela ha decidido acampar en la antigua recova, en el patio del Ayuntamiento de Arrecife, para protestar por su situación. El próximo 2 de junio está fijado el lanzamiento de la vivienda en la que vive junto a su hija y su madre, que tiene una discapacidad del 5%.
Su situación empezó a complicarse en agosto, por desavenencias con su casera, y ha acabado con esta orden de desahucio. Gabriela señala que no encuentra una casa que pueda pagar, ante la escasez de viviendas en el mercado de alquiler.
Este lunes por la mañana la apoyaban en su protesta los concejales de Ganemos, Leticia Padilla y Somos, Borja Rubio. Gabriela dice que se niega a meterse “de okupa” en una casa. “Yo voy a estar aquí, si alguien me quiere acompañar, perfecto”. Asegura que el desahucio “ya no tiene vuelta atrás” y que ella ya no quiere quedarse en esa casa, “que es de la casera”.
Junto a ella, este lunes se encontraba José Carlos, que tiene dos hijos pequeños y al que le han cortado la luz y el agua. José Carlos estaba pagando un alquiler a una persona a la que el banco le había embargado la vivienda.
José Carlos logró parar el desahucio porque tiene menores a su cargo pero le han cortado la luz y el agua porque no tiene contrato de alquiler y ni la anterior propietaria ni el banco le facilitan los suministros. “Yo quiero negociar con el banco un alquiler social pero se niegan”, dice.