La nube de gases generada por la lava del volcán en erupción en Cumbre Vieja, La Palma, al entrar en contacto con el agua del mar no ha provocado daños humanos, según ha informado Rubén Fernández González, director técnico del Plan de Emergencia Volcánica de Canarias (Pevolca), en la rueda de prensa ofrecida como cada día para informar de los últimos datos del volcán.
Esto se ha debido principalmente al viento, que sopla con fuerza y ha mantenido la columna de gases sobre la zona afectada, sin desplazarla hacia el interior de la isla o áreas habitadas. No se ha extendido lateralmente y la zona de interacción entre la lava y el agua del mar “es pequeña”, según ha explicado María José Blanco, directora del Instituto Geográfico Nacional (IGN) en Canarias.
El delta creado por la acumulación de lava en la costa de Tazacorte, en el litoral suroeste de la isla, tiene ya una superficie de unos 500 metros de ancho y unos 40 de altura.
Fernández ha explicado que se van a mantener las zonas de exclusión marítima y terrestre, la evacuación de los vecinos decretada la semana pasada y el confinamiento de varias poblaciones: “Estamos realizando estudios y un seguimiento de forma constante y hasta que no sepamos que estas zonas están fuera de riesgo, se mantendrán estas medidas”.
Rubén Fernández manifestó que se volverá a permitir el regreso de algunos vecinos para recoger enseres y alimentar a los animales, pero siempre bajo control estricto de la Guardia Civil y fuera del perímetro de exclusión de 2,5 kilómetros. Asimismo, a partir de mañana se autorizará el acceso de los regantes a sus fincas en El Remo, Puerto Naos y Las Hoyas para tareas de regadío por medio de un convoy de seguridad de la Guardia Civil y de la Unidad Militar de Emergencias (UME) siempre que, tras sus mediciones, puedan asegurar que la calidad del aire permite realizar esta actividad.
Según los últimos datos aportados por el satélite Copernicus y apuntados por Fernández, el número de construcciones dañadas total o parcialmente por la lava en su camino hacia el océano asciende a 744, sin diferenciar entre casas u otras construcciones, como podrían ser cuartos de aperos o almacenes. De ellas, 656 construcciones están totalmente destruidas, y 88, solo parcialmente.
Por otro lado, 5.655 vecinos siguen evacuados (ninguno alojado en el acuartelamiento de El Fuerte). Hay 185 personas alojadas en un hotel en Fuencaliente, que son los únicos que están albergados en zonas asistidas por Cruz Roja. Los cuatro barrios cercanos al punto en el que la lava cayó al mar (San Borondón, La Condesa, Marina Alta y Marina Baja) permanecen confinados para evitar intoxicaciones por inhalación de vapores y gases. De hecho, Rubén Fernández ha insistido en recordar a la población que utilice mascarillas y gafas protectoras, no solo por el aire, sino también por la cantidad de cenizas que sigue cayendo sobre la isla.
Hasta el momento, la superficie afectada por la erupción del volcán de Cumbre Vieja alcanza las 476 hectáreas.
Calidad del aire en el valle
En cuanto a la calidad del aire, el Pevolca ha explicado que hasta este momento no se han superado los valores permitidos por ley, unos datos que emiten las diferentes estaciones y que están disponibles en la web del Gobierno de Canarias. Cualquier variación que suponga riesgo a la población, ha subrayado el comité científico, será comunicada por parte de la dirección del Pevolca. Aún así, debido a las cenizas, ha insistido en la recomendación del uso de mascarillas FFP2 en todo el entorno del Valle de Aridane.
Continúan los terremotos
En las últimas 24 horas se ha registrado un incremento de la sismicidad en municipios como Fuencaliente y, de los sismos detectados, seis han superado la magnitud de 3, y siete han sido sentidos con una intensidad máxima de III. También se siguen produciendo sismos a cotas más superficiales, pero con una incidencia menor que los de más profundidad.
A este respecto, María José Blanco ha explicado que es “indudable” que este enjambre está relacionado con la erupción en curso y recordó que en el caso del volcán de El Hierro, la actividad sísmica se retomó en la zona del Golfo, con magnitudes incluso mayores a las registradas antes de la erupción, por lo que se trata de un comportamiento que ya se ha producido.
Por último, se ha explicado que varias protectoras de animales se han quejado de que no se les ha dejando entrar en la zona de afección para recoger animales. Rubén Fernández ha señalado que se ha permitido que los propios vecinos que están fuera de la zona de exclusión puedan dar a comer a sus animales y los servicios de emergencia también están realizando labores de rescate de aquellos animales que se están encontrando.