Dos familias afectadas por el accidente aéreo ocurrido en Barajas el pasado 20 de agosto emprenderán acciones legales en Estados Unidos contra Boeing y Pratt & Whitney, empresas que intervinieron en la fabricación del avión de Spanair siniestrado.
Así lo ha manifestado en rueda de prensa el abogado Fernando Scornik Gerstein, cuyo despacho -con sede en Madrid- ejerce de intermediario del bufete americano Podhurst Orseck, que ha intervenido en 88 casos de accidentes aéreos y ha ofrecido sus servicios a las familias afectadas por el accidente de Spanair, en el que murieron 154 personas.
El pasado día 4, el bufete de abogados norteamericano Ribbeck Law anunció también que había presentado una demanda contra Boeing en nombre de tres familias que perdieron a siete de sus miembros en el accidente que costó la vida a 154 personas.
Scornik ha revelado hoy que una de las dos familias que se ha puesto en contacto con su despacho es de origen canario y ha especificado que en una de ellas hay un superviviente del siniestro.
Según el abogado, su despacho contactará próximamente con las familias que cuenten con fallecidos o heridos en el accidente para ofrecerles la representación de Podhurst Orseck “si desean entablar acciones legales en Estados Unidos”, donde -según ha indicado- las indemnizaciones “pueden ser 5 ó 6 veces mayores que en España”.
“En Estados Unidos la indemnización la decide un jurado popular y, en principio, tiene total libertad para establecer la cantidad, por lo que la tendencia es llegar a acuerdos con las aseguradoras”, ha relatado Scornik, quien, no obstante, ha advertido de que “no debe haber expectativas desmesuradas, porque un juicio es un juicio”.
El abogado ha explicado que su despacho dará asistencia legal en España al bufete Podhurst Orseck, que se hará cargo de los costes de la acción legal y que, en caso de lograr una indemnización, se llevaría hasta un 32 por ciento de la misma en honorarios.
Según Scornik, las acciones legales se dirigirán contra Boeing, fabricante de la nave MD-82 siniestrada, y Pratt & Whitney, que también realizó algunas piezas del avión, ya que ambas son empresas domiciliadas en Estados Unidos.
El bufete norteamericano no va demandar a la compañía aérea Spanair, cuya jurisdicción recae en España, aunque -según ha apuntado Scornik- “las aseguradoras de Boeing y de Pratt & Whitney pueden traer a Spanair a juicio y esto beneficiaría a nuestros clientes”.