La Consejería de Agricultura del Gobierno de Canarias tiene constancia de que, al menos, hay una zona agrícola que no tiene acceso al agua para riego por la colada de lava del volcán de La Palma y en otras áreas, hay tres tuberías dañadas. Arístides Medina, presidente de la comunidad de regantes de Cuatro Caminos, ubicada al sur de Todoque (Llanos de Aridane), asegura que ya hace varios días que las plantaciones están sin el recurso esencial para los cultivos, sobre todo plataneras.
Cuando llegó al pueblo de más de 1.000 habitantes, en el que destruyó la Iglesia y el centro de salud, la lava también rompió un canal que discurría por la zona, transportando agua desde el embalse de Dos Pinos hasta El Manchón (cerca de El Jedey). “Era el único que nos abastecía, no tenemos otra vía”, señala.
Alexis, agricultor de plataneras en varias fincas entre los Llanos de Aridane y Tazacorte, vaticina que si no se puede regar en dos meses, no quedará nada recuperable. “Se tendrán que tirar abajo las plantaciones y volver a sembrar”.
La Consejería ha explicado, sin dar más detalles, que están estudiando distintas posibilidades para que los agricultores puedan regar en esa zona y, con este fin, ha mantenido una reunión con su homólogo en el Cabildo de La Palma y las entidades plataneras asociadas a Asepalma. De momento, se ha activado un informe de daños con técnicos para tramitar las indemnizaciones correspondientes.
Pero vías de acceso clave para estas áreas se abren y se cierran bajo la incertidumbre que deja el avance de la colada. Un agente de Policía Nacional informaba este martes a los conductores que la LP-213 carretera de Puerto Naos ya no era accesible ni a los agricultores a los que se les había permitido entrar de forma excepcional.
“Si nos dejan pasar, intentaríamos regar las fincas. No he podido ver las plantaciones desde que empezó la erupción”, remarca Medina, quien ya no cree que se pueda sacar nada de provecho de la cosecha, que estaba empezando a recolectarse, porque “está lleno de ceniza”.
Más al norte de Todoque, en Dos Pinos, la red está cortada, pero aún pueden abastecerse por el trasvase del Consejo Insular de Aguas y de los pozos. José Antonio Gómez, presidente de la comunidad de regantes de Dos Pinos, dice que aún les dejan acceder a las zonas en las que no hay afección, pero “ya es un desastre” y “algún socio está al límite” porque aunque se pueda regar, “está perdida”.
“Yo tengo dos hectáreas de plataneras y con la ceniza es imposible trabajar. Hay invernaderos donde dentro es la noche completa. No pasa la luz a través del techo, está tapado. Es muy difícil quitar las cenizas”, añade. La Consejería estima que durante la última semana se ha dejado de recoger más de un millón de kilos de plátanos.
Medidas estatales para el sector primario palmero
Además de las medidas anunciadas por el Gobierno regional, con 7 millones urgentes para empresas, sobre todo del sector primario, y la declaración de zona catastrófica en La Palma por parte del Ejecutivo central, el ministro de Agricultura, Luis Planas, ha avanzado este martes que la próxima semana adoptará medidas encaminadas a dar respuesta a los sectores agrícolas, ganaderos y pesqueros.
El programa Copérnicus, coordinado a través del Centro Nacional de Seguimiento y Coordinación de Emergencias (CENEM), actualiza la afección de la lava y las cenizas en la Isla: hasta este martes, ha cubierto un total de 258 hectáreas, ha destruido 589 edificaciones y se ha llevado por delante 21 kilómetros de carretera de la isla.
Pero la única estimación para conocer la superficie agraria afectada es la de organizaciones agrarias como COAG, ASAJA y UPA, que la cifraron en 400 hectáreas. El dato lo proporcionaron el 20 de septiembre, un día después de la erupción.