El albergue de Bañaderos da la voz de alarma: “Estamos al límite”

El albergue insular de Gran Canaria, que acoge a perros y gatos que han sido abandonados en toda la isla, está desbordado. Así lo anunciaban en su página de Facebook hace unas semanas los voluntarios que trabajan para el centro, haciendo alusión a la oleada de animales que han recibido este último mes.

Como cada verano, cientos de usuarios deciden desprenderse de sus mascotas llevándolos al albergue o dejándolos abandonados en la calle. “Cada año es peor. Ponen como excusa el tema de la crisis, pero para mi es gente sin corazón, porque lo fácil es dejar tirado por ahí al animal en vez de intentar salir adelante con él”, opina Teresa Perera, veterinaria auxiliar que trabaja para el albergue.

Cada día llegan entre 20 y 40 perros, una cifra que se incrementa notoriamente durante los meses de verano. Las instalaciones cuentan con una capacidad máxima de acogida de 400 perros y 100 gatos, que se distribuyen entre seis corrales y 53 jaulas. Entre abril y julio el albergue ha recibido más de 800 perros y 188 gatos. El problema, explica Perera, es que aumentan los abandonos al mismo tiempo que disminuyen las adopciones: “Nunca llegan a ser iguales las adopciones al número de entrada de perros, por eso estamos siempre al límite, y en verano prácticamente nos desbordamos. Este año está siendo horrible”.

La mayoría de perros y gatos abandonados son los que ya están bastante mayores o sufren enfermedades graves, según cuenta la veterinaria del centro, aunque cada vez más reciben camadas enteras de cachorros que llegan con apenas unos días de vida. “La gente no se conciencia de que los perros no son juguetes. Siempre están los típicos padres que le regalan un cachorro a sus hijos por Navidad y al cabo de unos meses, cuando se dan cuenta del trabajo que dan, nos los dejan aquí”, señala Perera.

Por su parte, el Servicio de Recogida de Animales de la Concejalía de Salud Pública, del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, ha recogido un total de 789 animales desde enero. Siendo conscientes de que cada año el albergue sufre los mismos problemas en verano, el consistorio capitalino puso en marcha a principios del mes de julio la campaña De vacaciones con mi perro para fomentar entre los propietarios la tenencia responsable de estos animales y evitar su abandono durante la época estival.