Memoria Histórica

Arqueólogos descienden por el tubo volcánico de la Sima de Jinámar en busca de represaliados del franquismo

Canarias Ahora

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Arqueólogos han descendido este lunes a las profundidades de la Sima de Jinámar, el tubo volcánico a donde fueron arrojadas víctimas del franquismo. Unos trabajos respaldados por el Cabildo de Gran Canaria que ha defendido que el objetivo es realizar una primera valoración arqueológica y patrimonial del enclave y determinar, entre otras cuestiones, si hay presencia de restos humanos en superficie que pudieran pertenecer a represaliadas y represaliados políticos, quienes fueron ejecutados y arrojados al fondo de esta chimenea volcánica durante la Guerra Civil por las fuerzas sublevadas. 

El propósito de esta prospección es realizar un recorrido exhaustivo por el interior de la sima, para tratar de delimitar las zonas en las que cabe la posibilidad de que existan restos humanos, de cara a plantear futuros sondeos arqueológicos que permitan su recuperación. Así lo puntualizó el arqueólogo e inspector del Servicio de Patrimonio Histórico del Cabildo, Javier Velasco, quien indicó que “se trata de la primera vez que se realiza una intervención dirigida fundamentalmente a la planificación de un trabajo de recuperación”, al que se pretende dar una dimensión divulgativa ya que, como apuntó, “además de la reparación y de hacer justicia, tiene como objetivo dar contenido a una parte de nuestra historia que no está escrita, con el ánimo de evitar que se repitan las circunstancias que dieron lugar a este enclave de la memoria traumática como es la Sima de Jinámar”.

El presidente de la Corporación insular, Antonio Morales estuvo presente en el inicio de la intervención junto a los consejeros de Presidencia y Patrimonio, Teodoro Sosa, y de Seguridad y Emergencia, Pedro Justo Brito y recordó que el Cabildo trabaja en este proyecto “histórico y trascendental” desde finales de 2020, a través del Servicio de Patrimonio Histórico. Asimismo, estuvo presente en el acto Pino Sosa, presidenta de la Asociación de Memoria Histórica de Arucas, acompañada por varias personas que no quisieron perderse el momento del inicio de las labores que permitirán restaurar la Sima de Jinámar y extraer los cuerpos de personas asesinadas en dicho lugar.

“Desde el Cabildo de Gran Canaria entendemos que es un momento de compromiso y de romper con el silencio, y que deben hacerlo las instituciones democráticas, para reparar el daño causado”, subrayó Morales. “Este olvido responde muchas veces a desidia, a cobardía, a revanchismos ideológicos, pero creemos que, de la mano de las asociaciones de memoria histórica, debemos ponernos al lado de las personas que sufrieron el daño causado por la Guerra Civil. No podemos olvidar que reparar ese daño y en esa misma línea se encuentra el acuerdo aprobado por el Pleno del Cabildo de trabajar en esos siete enclaves de la Isla especialmente significativos y referencias de la memoria de Gran Canaria”, concluyó.

Asimismo, puntualizó que, si bien hay testimonios orales sobre la existencia de restos humanos en diferentes zonas del lugar, aún no hay certeza de su localización exacta. Lo mismo sucede con los restos de un mínimo de cinco personas custodiados en El Museo Canario, que fueron recogidos en varios momentos y supuestamente en distintos puntos de la sima. Sin embargo, el diseño de una campaña de intervención arqueológica requiere datos fidedignos, contrastables y hallados sobre el terreno.

Para la realización de esta prospección, el Consorcio de Emergencias de Gran Canaria ha proporcionado la cobertura técnica y de seguridad tanto en el descenso como en los trabajos que lleven a cabo en el interior de la sima dos inspectores de Patrimonio Histórico. 

Ismael Mejías, cabo Consorcio de Emergencia de Gran Canaria, explicó que el trabajo de los nueve bomberos que participan en el dispositivo consiste en facilitar una formación previa específica a los científicos, así como en instalar los elementos necesarios para apoyarlos y garantizar su seguridad durante la intervención. “Hemos realizado un soporte técnico, tanto para trabajos en espacios confinados como para los de acceso con cuerda”, señaló. “Para ello, hemos instalado el anclaje y una cuerda doble, para que los técnicos están anclados a dos sistemas, el de trabajo y el de seguridad, y una vez que estén dentro, procederemos a la colocación de las líneas de anclaje que necesiten, para facilitarles el posicionamiento de forma segura en el interior”.

Según explicó, a las dificultades que ya entraña le propio terreno, hay que sumar las que implican la basura arrojada al interior de la zona durante años. Una circunstancia que justifica otro de los propósitos que se persigue con esta actuación: valorar la posibilidad de una limpieza del interior del enclave, con el ánimo de dignificar este lugar de la memoria.

Una vez concluida la inspección y valorados los resultados provisionales, comenzará a diseñarse una intervención arqueológica que previsiblemente se podría desarrollar antes de finalizar este año. En paralelo, y con el ánimo de seguir recabando información y ofrecer la máxima transparencia, se convocará una reunión con las asociaciones memorialistas de Gran Canaria en la que se expondrán los datos disponibles y las acciones que pueden ponerse en marcha.

Asimismo, también se ha previsto que antes de fin de año se mejora la señalética informativa de la Sima de Jinámar y de otros espacios de la memoria traumática de la Isla, como el Pozo de Tenoya y el Pozo del Llano de las Brujas.

La Sima de Jinámar fue declarada Bien de Interés Cultural con la categoría de Sitio Histórico en 1996 y quedó amparada en la máxima figura de protección que contempla la legislación sectorial en materia de Patrimonio Histórico. La zona sirvió como lugar para el asesinato extrajudicial y ocultamiento de un número sin determinar de personas durante la represión que siguió al intento de golpe de estado y la sublevación militar del 18 de julio de 1936, y que básicamente tuvo como objetivos a dirigentes sindicales y afiliados de las organizaciones populares republicanas.

Hasta el momento, el Cabildo de Gran Canaria ha asumido el cierre que rodea el acceso a la sima y la instalación en un panel informativo en el que se informa de su naturaleza histórica del sitio. Además, ha sido incluida dentro del plan de mantenimiento de yacimientos arqueológicos y sitios etnográficos de Gran Canaria, lo que supone una visita al mes de seguimiento y limpieza. Igualmente, y a petición de una se las asociaciones de memoria histórica de la Isla, la Corporación ha colaborado con la selección de muestras óseas procedentes de la sima depositadas en el Museo Canario.