Representantes de los 195 países que integran la Convención de Naciones Unidas sobre Cambio Climático se encerrarán en Durban (Sudáfrica) durante dos semanas para continuar las negociaciones en la lucha contra el clima, pero sin expectativas de alcanzar un acuerdo global vinculante.
La secretaria de Estado de Cambio Climático del Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino (MARM), Teresa Ribera, opina, por ejemplo, que este acuerdo debe llegar “cuanto antes, mejor”, pero sitúa esta posibilidad dentro de unos tres años. Es decir, cree que el tratado podría estar “listo y firmado” en 2015 con el objetivo de que esté plenamente operativo a más tardar en 2020.
A su juicio, lo justo es que todos los países se sujeten a las mismas reglas aunque los objetivos sean distintos. Además, considera “inadmisible” esperar a que el grupo de expertos de cambio climático de la ONU (IPCC) emita su quinto informe en 2015 porque en 2010 se han emitido 30 gigatoneladas de emisiones de CO2, es decir, casi las 32 gigatons que se deberán emitir en 2020.
“No es ni moral, ni económicamente tolerable dejarlo hasta 2015”, ha apostillado Ribera, que ha indicado que, aunque “probablemente” no habrá acuerdo en la cita de Durban, se necesita y se puede seguir avanzando en distintos ámbitos.
Protocolo de Kioto
Concretamente, ha indicado que la cuestión “más relevante” en Sudáfrica será “indudablemente” la posible adopción de un segundo periodo de los compromisos del Protocolo de Kioto, pero esto conllevará avances en la definición de compromisos de reducción de emisiones y las reglas por que se regirá, sobre todo en ámbitos como los mecanismos de flexibilidad, de gases fluorados, de sectores y en las reglas de contabilidad forestal.
“La COP necesita seguir avanzando, desarrollar y aplicar las medidas de Cancún, como el Fondo Verde, sobre el que el se ha realizado un trabajo muy importante; el comité de adaptación, el comité de transferencia de tecnología o los avances en el Programa Redd +”, ha añadido Ribera en una reunión con periodistas.
En este contexto, ha reconocido que hay “dos grandes temas” que la comunidad internacional no fue capaz de responder en Cancún y que le parecen que será el gran debate. En primer lugar, se tratará, precisamente, de ver cómo evolucionará el sistema jurídico internacional, porque la Unión Europea está dispuesta a ratificarlo si el resto de países se comprometen.
Así, ha precisado que Canadá, Japón o Rusia han dicho que no lo van a ratificar, por lo que, en su opinión, no es aceptable que se exija este compromiso a la UE.
Por ello, lo más recomendable sería que hubiera un Mandato Internacional para crear un Protocolo marco antes de 2020 en el que todos los países asumieran compromisos, ya que este es un periodo de transición.
“No se puede exigir que la UE haga algo y que se le diga que con eso es suficiente hasta 2015”, ha apostillado Teresa Ribera, que ha insistido en que “todos” los países tienen que acabar retratados en una hoja común porque “no parece razonable” tratar de imponer un resultado desequilibrado.
Asimismo, insta a que los países emergentes pongan cifras a su limitación del incremento de las emisiones lo antes posible, pero que el acuerdo sea aplicable, a más tardar, en 2020.
En este contexto, ha advertido que este asunto “hay que abordarlo ya” porque el cambio climático supone “una transformación brutal del sistema económico y hay que hacerlo a tiempo”.
Por otro lado, ha indicado que existe una gran diferencia entre el objetivo que se persigue y los compromisos adquiridos porque, con la suma de todos, la comunidad internacional se quedaría en un incremento de la temperatura de 3,5 grados centígrados mientras que en Cancún (México) el año pasado se comprometió a no superar los 2 grados centígrados.
Pocas esperanzas en Durban
“Parece difícil pensar que en Durban vaya a haber nuevos números (cifras de reducción de emisiones). A pesar de los avances, estos siguen siendo insuficientes y hace que sigamos estando en zona de riesgo”, ha lamentado.
Teresa Ribera ha explicado que España, en línea con la Unión Europea, defiende que la continuidad del Protocolo de Kioto no sea un escollo en la cumbre de Durban sino que debe utilizarse como “llave maestra” para asegurar un acuerdo “equilibrado” que aborde todas las cuestiones sustanciales y con fórmulas ambiciosas que sirvan de trampolín para construir un régimen climático global.
A este respecto, ha comentado que en los años del Gobierno socialista, España se ha caracterizado por presionar a la UE para ir más rápido, pero siempre se ha respetado la posición de la UE y ha reconocido que no hay margen real para desmarcarse.
Durante la Cumbre del Clima de Durban, la posición de España está aún por definir, ya que a nivel nacional se vive la transición del Gobierno en funciones al equipo con responsabilidad de gobernar, por lo que aún no hay una posición, -que se acordará en una reunión a principios de la próxima semana- ni composición final de la delegación española que irá a Sudáfrica.
Esta cuestión es importante, en su opinión, porque la postura de España debe ser clara y Ribera ha asegurado que el equipo del gobierno saliente no quiere que haya “malentendidos” durante la transición del Gobierno. Hasta la fecha está confirmada la presencia en Durban de la directora de la Oficina Española de Cambio Climático del MARM, Alicia Montalvo, mientras que la ministra de Medio Ambiente ha señalado esta semana que “ella no debe ir” a esta cita internacional, a pesar de que España preside este año el Programa Mundial de Medio Ambiente de la ONU (PNUMA).