Los datos epidemiológicos en el archipiélago canario avalan una bajada en los niveles de alerta vigentes en las islas. El Gobierno ha insistido en varias ocasiones que determina qué nivel se declara en función únicamente de esos valores objetivos, que miden tanto la incidencia acumulada como la presión asistencial. Sin embargo, a las puertas del Carnaval, que daría comienzo este viernes aunque están suspendidas las fiestas en casi todos los municipios, son ya numerosas las voces que han pedido públicamente que, por esta vez, no se tengan en cuenta solo los datos epidemiológicos y, por tanto, pese a la mejoría, no se rebajen los niveles de alerta en las islas. El objetivo sería evitar que los ciudadanos se confíen y celebren los carnavales en fiestas privadas.
Este jueves se reúne el Consejo de Gobierno y, tras él, el Ejecutivo anunciará cuál es su decisión, pero antes de que eso ocurra el sindicato UGT, Ciudadanos, y hasta miembros del comité de expertos que asesora al Gobierno han pedido o recomendado que no se relajen las restricciones.
FeSP-UGT Canarias ha reclamado que se mantenga el nivel de alerta 2 en la isla de Tenerife como medida preventiva, pues es de “vital importancia” mantener el actual estado y evitar una vuelta atrás en el avance de la pandemia.
“Actualmente los datos de presión asistencial en Tenerife apuntan al optimismo, motivo suficiente que justificaría mantener la prudencia y evitar de esta forma el colapso de los servicios sanitarios”, ha señalado la organización en una nota.
“A día de hoy los ingresos en cuidados intensivos en los hospitales tinerfeños se mantienen por debajo de 10, una cifra que nos hace pensar que si somos capaces de aguantar un poco más podremos evitar un incremento innecesario”, destaca Francisco Bautista, secretario general de FeSP-UGT Canarias.
Desde esta federación se recuerda que bajar al nivel 1 implica la libre circulación, es decir, sin ningún tipo de restricción horaria.
“Este dato es importante porque justo mañana sería viernes de carnaval y, a sabiendas de que las fiestas están suspendidas, corremos el riesgo de que se hagan reuniones ilegales y esto genera un riesgo innecesario”, añade.
Este miércoles, Ciudadanos hizo una petición similar. Su coordinador autonómico, Enrique Arriaga, señaló que diferentes expertos han afirmado que no es conveniente revisar a la baja los niveles de alerta, ya que “esto puede hacer que la gente se relaje y no mantenga los criterios de distanciamiento social y protección que tanto necesitamos”.
“La reducción de niveles, si así se definiera por los expertos, creemos que no debería entrar en vigor el próximo lunes, sino, como mínimo, tras los carnavales, con el fin de evitar la proliferación de celebraciones privadas que, además, no tendrán ningún impacto sobre la economía”, ha recalcado Arriaga.
Los expertos citados por Ciudadanos son, entre otros, Lluís Serra, portavoz del comité que asesora al Ejecutivo en cuanto a la pandemia. El catedrático en Salud Pública también ha manifestado que la más prudente sería mantener las alertas actuales al menos hasta el martes de Carnaval, día que se mantiene como festivo en muchos municipios de las islas. Así, dijo, se salvaría “el escollo del carnaval, que puede aumentar los brotes” y, sobre todo, la noche del lunes, que es la que más riesgos presenta por las fiestas privadas que se pudieran organizar.
Mantener los toques de queda ayuda a contener esas posibles fiestas, ha recalcado Serra, quien ha añadido que, al ser el martes día festivo (aunque no en todos los municipios), la repercusión en muchos negocios será menor porque no abren.
Por otro lado, este jueves el Gobierno ha anunciado que reforzará la vigilancia para evitar precisamente la celebración de esas fiestas privadas y que se cumpla el toque de queda. El Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife, donde no es fiesta el martes, pero donde este viernes arranca el llamado carnaval virtual (que sustituye al tradicional en la calle), también ha anunciado que 60 policías reforzarán la vigilancia en estos días.